domingo, 18 de noviembre de 2012

Acontecer diario



Carmen Lila Romero / Luis Alberto García
Sucesos y Sucedidos

SÍNTESIS PERIODÍSTICA ®

  Domingo 18 de noviembre de 2012


SUPLEMENTO DOMINICAL “ENFOQUE” DEL REFORMA

Colaborador Invitado / Marihuana: debate ineludible

Se ha propuesto en el Congreso una Ley General de Control de la Cannabis y Atención de Adicciones para legalizar su uso

Colaborador Invitado

(18 noviembre 2012).- Fernando Belaunzarán
Diputado federal del PRD.


¿Tiene sentido mantener la actual estrategia de combate frontal al narcotráfico, con los elevados costos en todos los órdenes que conlleva, para tratar de evitar que ingrese a Estados Unidos una sustancia que en dicho país se permite producir, procesar, distribuir, vender y consumir?

La marihuana es una droga blanda y relativamente barata, pero es la que mayores ingresos proporciona a los cárteles mexicanos, debido a que es la más consumida en Estados Unidos y en México... y en el mundo. De ahí que además del fuerte peso económico que representa, la regulación de la cannabis implica necesariamente un cambio en el paradigma prohibicionista que desde hace un siglo comenzó a implementarse y en las últimas cuatro décadas se escaló al grado de volverla una encomienda militar.

Nuestro vecino y principal consumidor de las drogas producidas o trasladadas por y a través de México mantiene una posición intransigente frente al resto del mundo en lo que se refiere a flexibilizar la prohibición, pero en su interior ésta se ha venido dando de manera creciente. Ya 18 estados han aprobado la llamada "cannabis médica" que, aunque significa en los hechos una legalización de facto, diluye su impacto político detrás del eufemismo. Pero los recientes plebiscitos que establecen en Washington y Colorado el uso de la marihuana con fines "recreativos" representan un salto cualitativo en ese proceso que no se puede pasar por alto.

La prohibición y la dinámica punitiva han sido incapaces de disminuir el consumo de drogas y, por lo mismo, de reducir las inmensas ganancias ligadas a un mercado negro que no resiente las detenciones o muertes de los grandes capos. La industria es pujante y no ha dejado de crecer. Nuestro país ha padecido más que nadie el fracaso de esa estrategia, en virtud de su enorme frontera con Estados Unidos. Por eso sería un enorme y trágico sinsentido que México, en lugar de sumarse a los países de la región que demandan un cambio de paradigma, asumiera la posición norteamericana de mantener el actual modelo prohibicionista, aunque ellos no lo lleven a cabo dentro de su territorio. Sería un esquirolaje inexplicable y masoquista que no puede expiarse con filípicas morales inocuas en contra de la doble moral de la nación que inventó la "guerra contra las drogas".

Da la impresión que los prohibicionistas no han dimensionado su derrota cultural. No han sido gobiernos, políticos o grupos económicos los que han decidido en Estados Unidos regular la cannabis. Fue el voto popular el que resolvió la cuestión. Buena parte de la sociedad norteamericana ya no comparte sus prejuicios. Es notable la apología al consumo de la marihuana en series de gran audiencia en la Unión Americana y en no pocas películas taquilleras. Por ello parece imposible que emprendan el camino de regreso. En lugar de aferrarse a un paradigma en bancarrota, México debiera ser protagonista en la búsqueda de la alternativa. Le va, literalmente, la vida en ello.

La iniciativa que presenté el jueves pasado busca precisamente detonar el debate para implementar una estrategia distinta que debe impulsarse, al menos, a nivel regional. Quitarle el lucrativo mercado al crimen y promover el ejercicio responsable de la libertad. Los recursos que se obtengan por concepto de licencias, derechos e impuestos en la producción, procesamiento, distribución, venta y consumo de la cannabis se irían a financiar un programa nacional de prevención y tratamiento de adicciones. Es mejor y más efectiva la educación que la represión.

Se ha generado un escenario muy favorable para plantear la revisión del paradigma prohibicionista, mismo que no se debe desaprovechar. 60 mil muertos es cifra de una guerra civil y el Estado ha sido infiltrado hasta en sus niveles más altos. Aunque sean valores que suelen enfrentarse, la libertad y la seguridad ahora van de la mano en la búsqueda de una alternativa y el Congreso mexicano no puede soslayar su responsabilidad.

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 Historias de injusticia

Reportaje Balance sexenal: justicia. La implementación del nuevo sistema penal acusatorio camina lentamente, mientras crecen los casos fabricados, las detenciones ilegales y el abuso del arraigo y los testigos protegidos

Jésica Zermeño

(18 noviembre 2012).- Raúl Batres Campos vive todos los días una historia de terror en el Centro Federal de Readaptación Social Oriente, ubicado en Villa Aldama, Veracruz.

Ingresó al penal de Perote -como se le conoce comúnmente- el 15 de septiembre de 2009, tras ser detenido el 25 de junio de ese año en Pachuca, Hidalgo, donde se desempeñaba como jefe regional de la Agencia Federal de Investigación, hoy Policía Ministerial Federal. Él fue uno de los 214 policías federales, estatales, municipales y ministeriales detenidos por la Policía Federal en 2009 en esa entidad, tras varios operativos. De acuerdo con las autoridades, cuatro testigos protegidos (Caleb, Pitufo, Rufino y El Oso) acusan a los detenidos de recibir dinero de Los Zetas.

Hoy, tres años después, apenas ocho policías han salido libres. Los otros 206 están desperdigados en penales de Veracruz, Tabasco, Morelos y el Estado de México, y su caso ha avanzado muy lento porque varios juzgados se han declarado incompetentes para verlo.

Para especialistas en derechos humanos, el caso de los policías de Hidalgo evidencia las irregularidades que marcaron el sistema de justicia en este sexenio: detenciones ilegales sin orden de aprehensión; fabricación de casos con el arraigo y con testigos protegidos; tortura para la obtención de confesiones y jueces que no hacen nada al respecto; alejamiento de internos de sus familias; dilación en los juicios... Irregularidades que se hicieron casi regla en los casos relacionados con delincuencia organizada.

Según la PGR, los testigos protegidos que acusan a Raúl Batres y sus compañeros tienen una memoria prodigiosa. Caleb logró identificar en su declaración a más de 200 elementos relacionados con Los Zetas por nombre, clave, puesto, ropas que usaban y hasta por armas que portaban. El Oso, un ex policía municipal de Pachuca, logró identificar también 214 policías de distintas corporaciones viendo fotografías oficiales. Sin embargo, El Oso ha declarado en 12 ocasiones, y en la mitad de ellas ha dicho que fue torturado para señalar a uniformados.

Silvia Vázquez, abogada de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos y quien ayuda en la defensa de ocho agentes -uno de ellos Batres Campos- califica como una calamidad el uso excesivo de testigos protegidos en este sexenio.

"Todo el caso está sostenido por testigos protegidos a los que ni siquiera han visto, a pesar de que los abogados han hecho valer los recursos jurídicos. Ya están en un proceso y podrían carearse con los testigos, y los careos han sido negados. Los testigos son invencibles. Hasta a los abogados les da miedo, porque pueden acusarte a ti, nada más necesitan señalarte, sin ninguna prueba... Son intocables", asegura la defensora de derechos humanos.

La forma en que detuvieron a Batres fue muy usada por las fuerzas federales de seguridad en este sexenio. Sus superiores le ordenaron que se encargara de resguardar un edificio, pues se les realizaría una revisión de armas a policías de varias corporaciones hidalguenses, el 24 de junio de 2009. Así lo hizo. Ese día la Policía Federal no dejó en libertad a ninguno de los policías que se presentaron. Un día después fueron por él y por otros más. Todos fueron trasladados al Centro de Investigaciones Federales de la PGR, en la colonia Doctores.

Testigos de la detención aseguran que la Policía Federal ni siquiera llevaba una lista de sospechosos. La hicieron en la Ciudad de México, cuando ingresaron al centro de arraigos. Las esposas de los detenidos cuentan que hasta los de intendencia estaban levantando actas, pues por ley la autoridad cuenta sólo con 48 horas después de una detención para solicitar un arraigo. Eran muchos policías.

Los detenidos permanecieron incomunicados durante 10 días. Después, tras un arraigo ampliado, a Batres y a otros les tocó ser enviados al penal de Perote.

Desde el traslado empezó el infierno. Policías federales y militares los golpearon. Cuando llegaron al penal los custodios les dijeron que recibirían trato especial. Y lo tuvieron: recibieron golpes constantes en la cabeza y baños de agua helada en la madrugada, sus alimentos -a veces descompuestos- eran servidos en el piso, y ellos eran obligados a comer de rodillas. Algunos fueron agredidos sexualmente.

Para el ex agente de la AFI todo ha sido peor por su historial de salud. Raúl desde niño sufre epilepsia y, según sus abogados, desde que ingresó al penal nunca ha sido medicado adecuadamente. Cada vez que le daba una crisis, la doctora del centro de readaptación le daba pinchazos con una aguja en el tórax, "para que no se esté haciendo".

Su esposa, desesperada de ver a su marido darse de golpes contra el vidrio del locutorio en las visitas, de que ya no pudiera ni siquiera mantener una conversación por su precario estado mental, solicitó un amparo para trasladarlo a otro centro de reclusión.

El amparo fue ganado y Batres fue enviado el 20 de agosto de 2010 al Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial (Ceferepsi), en Morelos, cuando tuvo una crisis epiléptica y ya no volvió en sí. En este centro están recluidos internos que requieren atención médica especial. Ahí le dieron ansiolíticos, antidepresivos y anticonvulsionantes, y se enteró que lo habían contagiado de Hepatitis C en el penal.

En el Ceferepsi lo estabilizaron, pero cuando apenas empezaba a demostrar mejoría fue regresado a Villa Aldama, el 12 de marzo de 2011. Después, el juez que aprobó el amparo dijo que no había más que hacer.

Pero los malos tratos en Perote continuaron. La defensa siguió presionando para cambiar su situación. Envió en enero pasado un informe sobre su situación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Con ello logró que la PGR abriera una averiguación previa por malos tratos y que le aplicaran el Protocolo de Estambul, para identificar si había recibido o no tortura. El resultado, un nuevo diagnóstico, oscuro: esquizofrenia.

"Él era una persona epiléptica, que toda su vida tomó medicamento. Hoy es esquizofrénico, no porque lo digamos nosotros, sino porque así lo estableció el Protocolo de Estambul que le practicaron. Está así gracias a la tortura, a la falta de medicamento, a todo el daño que le han generado. Hay días que le dan el medicamento, otros no. Tiene prescritos 10 medicamentos. Y en las reuniones que hemos tenido las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública nos siguen mintiendo y diciendo que lo están tratando bien.

"Hoy está aislado. Lleva más de un año en el centro de observación del reclusorio. No ve a nadie, salvo cuando hay visitas. Ha tenido varios intentos de suicidio. Y las autoridades no hacen nada", dice Silvia Vázquez.

Para la abogada, el caso de Batres es un caso ejemplar de cómo el gobierno federal ha abusado del arraigo. Este instrumento jurídico fue incluido en la Constitución tras la reforma en materia penal en 2008, para casos de delincuencia organizada. Sin embargo, un artículo transitorio de la reforma permite que sea aplicado para otros casos mientras se implementa el sistema de juicios orales, la parte luminosa de la reforma penal.

Según cifras de la PGR, entre 2008 y mayo de 2012 han pasado por el Centro de Investigación Federal 7 mil 775 arraigados, el 90 por ciento hombres. Según estimaciones de la Comisión Mexicana, en donde trabaja Silvia, 9 de cada 10 arraigados fueron consignados, pero sólo el 3.2 por ciento recibió una sentencia condenatoria.

Además, representantes de derechos humanos ante el Comité contra la Tortura de la ONU reportaron en octubre pasado que la tortura es un modus operandi de las policías y las Fuerzas Armadas en México.

"La creación de penales de máxima seguridad que presentó Genaro García Luna es la cereza del pastel de esta aplicación de arraigos y de uso de testigos protegidos, no la justicia. Este sexenio fue el de no acceso a la justicia y de una total impunidad. Ni se te resuelve el proceso como víctima de tortura ni tu caso como procesado avanza. ¿Tres años para que te digan si eres culpable o inocente? Eso no es justicia".

El pasado 31 de octubre, Raúl ganó una importante batalla jurídica: obtuvo un amparo, con lo que le podrán reponer el proceso penal y conocer a sus acusadores. Pero su esposa no está feliz, porque sabe que serán otros tres años de proceso, y nada garantiza la justicia.



Sistema viciado

Guillermo Zepeda, investigador del ITESO y experto en estadística penitenciaria, sabe que historias como la del ex comandante Batres se han hecho comunes en este sexenio.

El académico le ha puesto lupa a los resultados del sistema de justicia de 2006 a la fecha y asegura que el gobierno encabezado por Felipe Calderón está ávido de presentar ante los tribunales casos sólidos de delincuencia organizada, pues a pesar de que su bandera ha sido la detención de grandes capos del crimen organizado -han sido detenidos o abatidos 25 de los 37 más peligrosos del país-, las cárceles se llenaron de los de siempre: detenidos con crímenes menores, como posesión de narcóticos.

"Lo que ha sucedido es un incremento notable en el número de detenciones a nivel federal. Se anuncian algunos éxitos en el tema del aseguramiento de capos muy buscados. Y los detenidos en el fuero federal se han multiplicado: pasaron de 31 mil 442 en 2006 a 42 mil 289 en 2011, es decir, aumentaron en 42 por ciento las detenciones por delitos federales, pero lo lamentable es que otra vez vuelven a ser grandes números basados en una sobrecriminalización de delitos menores", dice Zepeda.

El también director de la asociación Jurimetría, formada por académicos especializados en seguridad y justicia, sostiene que el mejor índice para ver el nivel de las detenciones es revisar las sentencias que se han dictado en este sexenio.

De acuerdo con el informe mensual de noviembre de Jurimetría, basado en los datos de estadística judicial proporcionados por el Inegi, se observa que mientras en el 2006 el 1 por ciento de las condenas fue de más de 17 años (266 casos), para 2010 -el último año del que se tienen estas cifras- este porcentaje cayó a 0.8 por ciento, con sentencias de este tipo a 283 personas. El incremento es mínimo, a pesar del crecimiento de la población penitenciaria y la apuesta por las grandes detenciones.

En cambio, las detenciones que culminaron en sentencias por menos de un año se multiplicaron. Mientras que en 2006 fueron 4 mil 330, para 2010 fueron 11 mil 735, es decir, un incremento de 171 por ciento en cuatro años.

Zepeda asegura que la urgencia de generar casos sólidos es porque aunque han crecido considerablemente las detenciones, en más de 40 por ciento, pero las condenas crecieron sólo en 27.9 por ciento. Pasaron de 29 mil 300 en 2006 a 37 mil 481 en 2010.

Y acusar de delincuencia organizada es la vía subsidiada para alcanzar una sentencia de más de un año y mejorar el porcentaje de sentenciados, dice el investigador.

"Mueven geográficamente a los internos que acusan de delincuencia organizada como un incentivo para que no se amparen o sus amparos no tengan eficacia. Con detener a tres personas juntas ellos ya pueden armar un caso de delincuencia organizada. En estos casos se ha permitido hasta la incomunicación, con el arraigo.

"En estos casos es prisión preventiva de oficio. Tantos subsidios a la investigación hacen una vía muy deseable para el Ministerio Público... Por eso la política criminal ha sido tan perfecta este sexenio. Es política y es criminal", asegura.

El experto en estadística dice que en el ámbito federal es muy alta la tasa de condenas. "Hay dos hipótesis: o es muy efectiva la PGR o el Poder Judicial ya está, si no muy amedrentado, muy limitado para absolver".



Amparos negados

Los esfuerzos por parte de autoridades federales para encerrar a acusados de delitos federales fueron constantes, y uno de los penales federales que se llenó de reos en este sexenio fue, precisamente, el de Perote.

Ahí está recluido desde el 10 de octubre de 2010 Fernando Ernesto Villegas Álvarez, de 26 años, acusado de delincuencia organizada y portación de armas de uso exclusivo del Ejército. Y su caso también está lleno de irregularidades.

A Ángeles Álvarez y Fernando Villegas, sus padres, les duele recordar cuántas veces han faltado a los careos los policías federales que detuvieron a su hijo en Acapulco, hace más de dos años.

La última vez que los uniformados se presentaron en los juzgados de Perote fue en febrero. Pero sólo iban tres de los cuatro policías que participaron en la detención, y dos estaban en visible estado de ebriedad. El juez suspendió el careo, y dijo que no había condiciones para realizarlo, recuerda su mamá.

El último careo realizado, en agosto pasado, fue por teleconferencia, para evitar ausencias y suspensiones.

La familia ya no guarda esperanzas de esos encuentros. Para ellos los policías sufren de Alzheimer: han faltado a cinco de los siete careos convocados por el juzgado en Veracruz, y cuando por fin acuden su respuesta es invariablemente la misma a todas las preguntas que los abogados les hacen: "No me acuerdo".

La familia Villegas Álvarez tiene un profundo coraje hacia los aprehensores de su hijo. Recuerdan que mintieron sobre su detención, pues dijeron que lo habían detenido en una camioneta que viajaba a exceso de velocidad y que transportaba armas, cuando en realidad lo detuvieron en la casa de la esposa de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, jefe de sicarios de los Beltrán Leyva, adonde había sido llevado con engaños y obligado a trabajar en sistemas de cómputo, pues él es ingeniero en sistemas. Que de esa casa lo trasladaron a un cuartel de la Policía Federal, donde lo obligaron a tocar una granada, para incriminarlo. Que uno de ellos se robó su Mac portátil, con la que hubiera podido comprobar en el juicio el tipo de trabajo que realizaba (Enfoque, 6/feb/2011).

"Cuando me contó mi mamá que dos habían llegado borrachos le dije que así los hubieran careado, a ver si así se acordaban de algo, porque los niños y los borrachos siempre dicen la verdad, ¿no?", dice con tono agrio Sofía Villegas, la hermana mayor de Fernando.

"El municipio de Acapulco ya dijo que la esquina donde dicen los policías que detuvieron a mi hijo no existe. Lo dijeron con un mapa y con un oficio que les pedimos", dice Ángeles.

Además, completa Fernando, la calle donde los detuvieron es empinada, por lo que la camioneta no podría haber ido a exceso de velocidad.

Todos esos argumentos se los han presentado a los jueces, ayudados desde febrero de 2011 por un abogado que les presentó un familiar y que al revisar el caso decidió ayudarlos sin cobrarles. Sin embargo, dos magistrados han rechazado un amparo para que Fernando salga en libertad: argumentaron que es culpable porque cuando se enteró de que trabajaría para narcotraficantes no escapó.

Ángeles y Fernando ven en esta respuesta gran falta de sensibilidad, pues a su parecer los jueces no saben cómo opera el crimen organizado.

Ambos están dolidos por la falta de interés del Poder Judicial en revisar las pruebas a conciencia, por su facilidad para validar los dichos de los policías federales a pesar de las incongruencias. Además, la falta de mecanismos para obligar a los policías a carearse es tal que cuando uno de los aprehensores renunció a la Policía Federal la familia fue la que tuvo que localizarlo como pudo, porque si no el proceso se hubiera alentado todavía más. Investigaron que el agente ahora trabajaba en el IMSS y le dieron esos datos al juez, para que lo llamara.

Se quejan también de que su hijo haya sido detenido en Acapulco y encarcelado en Villa Aldama, pues la distancia ha repercutido en el desarrollo del juicio, y ellos han tenido que viajar religiosamente cada 16 días a Veracruz, algo que les ha ocasionado muchos gastos.

Lo único que les queda es que el amparo, ahora interpuesto en Boca del Río, Veracruz, sea favorable y deje a Fernando en libertad. Mientras, él duerme con otros ocho internos en una celda diseñada para cinco.

Junto con Fernando, otros 25 mil 837 presos por delitos del fuero federal terminarán el sexenio sin una sentencia, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública federal de julio. La mitad de los presos por delitos federales (51.32 por ciento) no han sido sentenciados.

"Vamos a esperar la resolución del amparo Boca del Río. Si por alguna mala suerte el magistrado de Boca del Río insiste en que es culpable, se va a pedir que lo deslinde de las otras tres personas (con las que fue detenido en la casa de Acapulco) para él cerrar su instrucción y que le dicten sentencia.

"No podemos seguir esperando", dice la mamá de Fernando, "a ellos no les importa que no sea culpable, lo que quieren son cifras. Pareciera que no tratan con humanos".



Policías coludidos

El desastre del sistema judicial no presenta los peores problemas en los penales federales, sino en los estatales, ahí donde llegan los acusados de cometer delitos del fuero común. En esos centros se paga por todo, lo mismo por un lugar para dormir que por un uniforme. Y también los procesos son largos.

Los penales estatales fueron los peor evaluados por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en su informe sobre la situación penitenciaria de 2011. En muchos, por el hacinamiento, hay autogobiernos.

La dilación de respuestas en los casos del fuero común es la generalidad, y aunque los reos se encuentran cerca de su hogar muchas familias terminan perdiéndolo todo con tanto pago.

Ése es el caso de Sandra López Corona, quien después de visitar el Penal de Barrientos (Tlalnepantla) un martes de cada quincena durante casi dos años, para estar presente en las audiencias del caso de sus hijos, perdió su trabajo como costurera en un taller de camisas.

Víctor Alfonso López, de 26, y Jhovany Edén Romero López, de 24, fueron detenidos el 21 de enero de 2011 en Ecatepec, acusados de haber secuestrado a su primo, Jonathan Torres, desaparecido el 15 de diciembre de 2010 en Atizapán (Enfoque, 8/may/2011). Son dos de los más de 72 mil presos del fuero común que terminarán el sexenio sin una sentencia.

Su caso también está plagado de irregularidades. Después de haber sido detenidos por judiciales del Estado de México sin orden de aprehensión, torturados hasta confesar que habían sido los secuestradores y presentados como delincuentes ante los medios de comunicación por el entonces procurador mexiquense, Alfredo Castillo, hoy parte del equipo de Enrique Peña Nieto, los jóvenes duermen en la sección de presos sentenciados, aunque no han sido condenados, pues su madre ya no puede pagar para que estén en el grupo de los sin sentencia, donde recibirían un mejor trato y donde, por ley, pertenecen.

Ninguno de los tres jueces que ha visto el caso de los hijos de Sandra acreditó que las confesiones de Víctor y Jhovany fueron sacadas con tortura, algo que automáticamente los dejaría en libertad, pues la Constitución establece que cualquier confesión resultado de intimidación no tiene valor probatorio.

Pero eso no es lo más grave. Desde hace un año Bernardino Torres, el cuñado de Sandra y padre del plagiado, decidió pagarle a un abogado para defender a sus sobrinos, porque está convencido de que no fueron ellos los que secuestraron a Jonathan. Tiene pruebas de ello y se las ha entregado a la autoridad. Nadie le ha hecho caso.

"El día que secuestraron a Jonathan mi otro hijo me dijo que la esposa de Jonathan había estado muy sospechosa, haciendo llamadas. Mi nuera fue la que nos dijo que la voz del secuestrador era la de mi sobrino Víctor. Yo, con todas las emociones y la desesperación, empecé a sospechar de todo el mundo, tenía mucha presión... Ella me contactó con un policía judicial, que me dijo que cuando quisiera iban por mis sobrinos a su casa. Ahí todavía no detenían a mis sobrinos.

"A partir de ahí empecé a investigar los teléfonos de ella y su familia. Del 18 al 31 de diciembre ya tenía en mi poder todas las sábanas (registros de llamadas realizadas y recibidas en un celular) de familiares y amigos que participaron en el secuestro de mi hijo, sábanas conseguidas por mí, que evidencian que hubo contacto de ellos con el celular de los secuestradores. Yo les estuve entregando las sábanas a los judiciales de la fiscalía Manzana de Roma. Al final detuvieron a mis sobrinos, a pesar de las pruebas", dice.

Bernardino, dueño de una empresa de limpieza de inmuebles, asegura que ha visitado a procuradores y subprocuradores explicándoles que, según los registros telefónicos, la hermana de su nuera tiene 81 llamadas al teléfono del secuestrador que se comunicó a su casa para pedir el rescate de su hijo en diciembre de 2010, llamadas que equivalen a siete horas 25 minutos de conversación.

Pero nadie le ha hecho caso. Cada vez está más convencido que la familia de la esposa de su hijo está coludida con los judiciales que detuvieron a sus sobrinos, por eso decidió contratar a un abogado para defenderlos.

Daniel Vázquez, el abogado defensor contratado, asegura que la pesadilla de los hijos de Sandra se terminaría con 60 mil pesos, para pagar pruebas técnicas de voz y de fisionometría que evidencien que no fueron ellos los que pidieron el rescate de Jonathan.

Sin embargo, Sandra no puede pagarlo. Cuestiona: "¿Por qué la justicia no funciona? ¿Por qué no tienen esas pruebas para sacar a mis hijos? Si me los sentencian van a ser por lo menos 40 años".

Catalina Pérez Correa, investigadora del CIDE Aguascalientes y especialista en seguridad, reconoce que el sistema de justicia mexicano siempre ha tenido deficiencias severas, pero en este sexenio, con la lucha contra el crimen organizado y la presión para mostrar resultados, esas deficiencias se convirtieron en norma.

"Siempre hemos sido incumplidores, y las Procuradurías mexicanas y las policías se caracterizan por ser abusivas. No todos, pero sí es la generalidad. El problema de este sexenio fue legalizar esos abusos y darle un sustento jurídico a muchas de esas violaciones.

"La tarea para el siguiente sexenio será tratar de recomponer el desastre que hay en materia de justicia, porque hay vidas de por medio".




53.5%
Crecimiento de la población penitenciaria 2000-2012

53.7%
Crecimiento de los presos sin sentencia 2000-2012

51.3%
Presos por delitos federales sin sentencia 2012

38.5%
Presos por delitos del fuero común sin sentencia 2012




Presos sin sentencia

En los últimos 12 años creció la población penitenciaria y, casi en la misma proporción, el porcentaje de reos que aún no han sido condenados.


Población total
Sentenciados
Presos sin sentencia
Porcentaje de hacinamiento
2000
154,765
91,041
63,754
+27.7%
2001
165,687
94,186
71,501
+23.1%
2002
172,888
99,203
73,685
+23.1%
2003
182,530
102,396
80,134
+23.4%
2004
193,889
113,228
80,661
+25.2%
2005
205,821
117,977
87,844
+28.9%
2006
210,140
120,539
89,601
+27.4%
2007
212,841
124,705
88,136
+28.2%
2008
219,754
130,819
88,935
+28.1%
2009
224,749
132,438
92,311
+29.8%
2010
219,027
127,730
91,297
+20.4
2011
230,943
131,213
99,730
+23%
2012*
237,566
139,575
97,991
+26.5%

 
 
*Cifras al mes de julio. Fuente: VI Informe de Gobierno.

 
 
 
 
"El arraigo está subsidiando a la investigación ante las carencias de las policías investigadoras y su corrupción. Se opta por equiparar que una persona sea sospechosa a condenarla".

 
Guillermo Zepeda
Académico del ITESO


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La urgencia del nuevo sistema penal

Análisis. Balance sexenal: justicia. El nuevo sistema constitucional de justicia penal es una de las reformas estructurales que México necesita

César Camacho

(18 noviembre 2012).- Doctor en Derecho por la UNAM.


Para los mexicanos, el asunto de mayor preocupación es la seguridad. Pero seguridad y justicia son un binomio indisoluble, pues seguridad sin justicia es arbitrariedad, y justicia sin seguridad es demagogia.

Analizando el tema desde esta perspectiva, podemos afirmar que la falta de confianza en las instituciones de procuración de justicia es evidente: sólo se denuncian 12 de cada 100 delitos que se cometen, y únicamente en tres de estos casos se completan las investigaciones, de las que sólo dos son consignadas, lo que abona a la percepción generalizada de que impera una ofensiva impunidad.

Precisamente por ello es que después de intensas discusiones, considerando la cultura jurídica del país, adaptando, que no adoptando, instituciones y figuras jurídicas del Derecho Comparado, con el comprometido trabajo de legisladores de todos los partidos políticos y después de enriquecedoras consultas con las organizaciones de la sociedad civil y con especialistas, se creó el nuevo sistema de justicia penal que consigna ya nuestra Constitución, contenido en el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008.

Se trata de un sistema garantista que, al tiempo que respeta los derechos humanos de todos quienes se ven involucrados en el procedimiento, proporciona herramientas para que la lucha contra la delincuencia organizada sea eficaz. Un entramado legal que supera el falso dilema entre seguridad o justicia, pues parte de la convicción de que este binomio no sólo es necesario, sino indispensable para lograr una vida más civilizada en un Estado genuinamente democrático.

La Constitución otorgó un plazo máximo de ocho años para la implementación cabal del sistema acusatorio. Vale la pena recordar que el artículo 9º transitorio de la reforma establece que "dentro de los dos meses siguientes a su entrada en vigor, se creará una instancia de coordinación integrada por representantes de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, además del sector académico y la sociedad civil, así como de las conferencias de seguridad pública, procuración de justicia y de presidentes de tribunales, la cual contará con una secretaría técnica que coadyuvará y apoyará a las autoridades locales y federales, cuando así se lo soliciten".

El 13 de octubre del mismo año, el Ejecutivo federal expidió un decreto para crear el Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal, apoyado en la prevista secretaría técnica, constituida como órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación.

Como puede advertirse, en su conformación domina la presencia del Ejecutivo federal, y sólo participan algunas autoridades locales, un integrante de la academia y uno de la sociedad civil, con lo que la Presidencia de la República se arrogó prácticamente el dominio de la instancia.

Al Consejo se le dio el encargo de establecer la política y la coordinación nacionales necesarias para concretar, en los fueros federal y de las entidades federativas, el sistema acusatorio. La intención parecía ser que el Ejecutivo federal se hiciera cargo del desarrollo armónico, y jurídicamente riguroso de la reforma, pero los hechos han demostrado lo contrario, pues los avances son modestos y magros los resultados. Prueba de ello son las deficientes acciones en el ámbito federal y lo desacompasado de su implementación en el ámbito local.

En contraste, la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia del país, sin tener la obligación legal de hacerlo, diseñó un código procesal penal "tipo" que ha servido como referente para algunas entidades que han mostrado interés por instaurar la reforma penal.

Un elemento que permite analizar la importancia que le ha dado el gobierno federal al tema es la asignación de recursos federales, que en 2009, 2010 y 2012, fueron comprendidos dentro del presupuesto destinado a la Secretaría de Gobernación, con toda la discrecionalidad que de ello se deriva; solo en 2011 hubo recursos específicos por 443 millones 424 mil pesos. En cambio, en materia de seguridad pública se han invertido cantidades multimillonarias, que lastimosamente en más del 50 por ciento han registrado subejercicios.



Los cuatro eslabones

Si concebimos al sistema de justicia penal como una cadena, es evidente que se integra por cuatro eslabones: la policía, el ministerio público, los jueces y las autoridades penitenciarias. No obstante, el resultado son acciones inconexas de escaso provecho y una evidente falta de visión integral.

Por cuanto hace a la policía, las evaluaciones de control de confianza y de capacidades profesionales no alcanzan ni siquiera al 50 por ciento de los elementos. Seguimos teniendo cuerpos policiales ineficaces e incapaces de investigar. A ello se suma la falta de coordinación entre policías, su deficiente capacitación, los bajos salarios y la ausencia de sistemas de ayuda a los elementos de las corporaciones.

El segundo eslabón, el ministerio público, tampoco registra grandes avances. En la mayor parte del país aún son evidentes los estragos del sistema inquisitivo, tales como que el indiciado sea visto más como un objeto de investigación, que como sujeto de derechos, por lo que frecuentemente éstos son violados. Seguimos teniendo un ministerio público omnipotente, que opera en contra de las víctimas y que sigue "investigando" desde su escritorio, con excesivos formalismos, en vez de uno competitivo y que actúe en igualdad procesal, llevando a cabo investigaciones de campo, desformalizadas y ágiles, y actuando a favor de las víctimas.

El Poder Judicial, el tercer eslabón, si bien registra algunos avances significativos sobre todo en materia de capacitación, no reporta excelentes noticias, porque no hemos logrado aplicar los principios del debido proceso. Los procedimientos penales se han convertido en un tormento tanto para imputados como para víctimas, dada su tardanza y opacidad.

Y qué decir de la presunción de inocencia, que aunque ya es reconocida expresamente en la Constitución, aún no opera cabalmente, pues se sigue abusando de la prisión preventiva. Del total de la población penitenciaria, 224 mil internos, 97 mil (40 por ciento) están recluidos sin sentencia condenatoria de por medio.

Finalmente, el cuarto eslabón, que es el sistema penitenciario, quizá sea el peor. No ha sido reformado correctamente a nivel federal ni en ningún estado, pese a que la reforma en comento dio un plazo de tres años para su cumplimiento, mismo que venció el 18 de junio de 2011.

La reforma penitenciaria, como es sabido, transforma el sistema de readaptación por uno de reinserción social, regido por el respeto a los derechos humanos de los internos, y sujetando a los poderes ejecutivos a administrar las prisiones, al tiempo que faculta a los poderes judiciales a vigilar la ejecución de las sentencias y a decidir sobre su modificación; pero ante la ausencia de acciones, nos sigue rigiendo el primero, con consecuencias gravísimas como la sobrepoblación, de 30 por ciento en promedio a casos alarmantes de hasta 200 por ciento.

La situación penitenciaria es terrible, porque inclusive sin haber sido sentenciada una persona, por el solo hecho de haber estado sujeta a prisión preventiva -por cualquier delito-, corre el riesgo de contaminarse, pues las prisiones se han convertido en una especie de "escuelas del crimen".

Si los cuatro eslabones de la cadena no se fortalecen de igual manera, ésta se romperá irremediablemente, y esto es lo que de alguna forma ha venido sucediendo. Para la correcta adopción del sistema acusatorio es indispensable una cabal comprensión de la reforma y la integralidad de su visión, así como una comprometida voluntad política.



El abuso del arraigo

Específicamente en el ámbito federal, además hay deficiencias como el abuso del arraigo, cuando su uso debiera ser excepcional. Se han decretado más de 4 mil de 2009 a la fecha, y en casi todos los casos se ha solicitado se duplique el plazo de 40 días, con los agravios consecuentes a los sujetos y sus familias, y a pesar de ello, los resultados son malos, pues hay más puestas en libertad que autos de formal prisión.

Asimismo, la extinción de dominio, que es una novedosa figura jurídica que permite mermar las finanzas de las estructuras criminales mediante la apropiación pública de bienes que han sido instrumento, objeto o producto de la delincuencia organizada, ha sido desaprovechada. La Ley data de 2009, pero la PGR inició su primera acción un año después, y hasta hoy, sólo ha ganado un juicio.

En el ámbito local, son apenas 12 estados los que han emprendido esfuerzos por implementar el sistema acusatorio, y lo han hecho a su propio ritmo, registrando deficiencias sensibles que evidencian, entre otras circunstancias, la falta de un liderazgo sólido en la materia por parte de la instancia de coordinación, que les permita además un entendimiento profundo de lo que implica el debido proceso, lo que ha derivado en el franco antagonismo de algunas normas locales, respecto al precepto de la Constitución.

Por ejemplo, el Código Procesal Penal de Durango considera como un riesgo a la comunidad, la circunstancia de que el imputado haya optado por algún mecanismo alternativo o la suspensión del proceso a prueba, es decir la posibilidad de interrumpir el juicio bajo la promesa ante el juez de reparar el daño a la víctima, lo que paradójicamente, queriendo solucionar un conflicto penal, criminaliza a quien acude a ellas, haciendo no recomendables las salidas alternas, afectando una figura clave del sistema e impidiendo la despresurización del mismo.

De igual manera, preocupan algunas hipótesis previstas en el Código Procesal Penal de Nuevo León, que establecen como una posibilidad para la detención en flagrancia cuando una persona es perseguida material e inmediatamente después de haber cometido el delito, siempre y cuando no hayan transcurrido sesenta horas, desde la comisión de los hechos delictuosos. Esto desvirtúa la definición constitucional y retoma la flagrancia equiparada, que significa considerar que es legal la detención del imputado sin orden de aprehensión, aunque no sea en forma inmediata a la comisión del delito, lo que viola sus derechos fundamentales y abre paso a la arbitrariedad.

Por su parte, el Código de Procedimientos Penales de Chihuahua establece como un supuesto para la procedencia de la prisión preventiva, que el imputado tenga antecedentes penales o policiacos, excediendo los supuestos constitucionales que se refieren a la necesidad de cautela como el riesgo de fuga o peligro para la víctima, atentando todo ello contra la presunción de inocencia.



¿Qué hacer?

Tanto a nivel federal como local, es imperativo agilizar las evaluaciones de control de confianza y de capacidades profesionales, construir una policía científica y profesional, mejorar los sistemas de flujo de información, diseñar esquemas de seguridad social e incentivos para el buen desempeño e invertir en capacitación y equipamiento.

Por cuanto hace a las procuradurías, hay que hacer un rediseño institucional y una revisión profunda del personal, capacitar a nuestros ministerios públicos para que sean capaces de coordinar las investigaciones criminales con recursos técnicos y científicos, echar a andar mecanismos alternativos de solución de controversias para evitar que todos los asuntos lleguen a juicio.

En materia de impartición de justicia, es indispensable la creación de juzgados de control, de juicio oral y de ejecución de sentencias, adecuar la infraestructura de los poderes judiciales, formar perfiles idóneos y especializados, y tal vez lo más importante sea que jueces y magistrados asuman su papel de rectores del procedimiento penal.

En el rubro penitenciario, es urgente la creación de leyes acordes con la reforma constitucional para acompañar su debida instrumentación, así como una exhaustiva revisión judicial de todos los casos para conceder los beneficios preliberacionales que corresponda, y entender la separación de funciones entre los poderes ejecutivos y los judiciales de las entidades, para contribuir a recuperar el orden en las prisiones.

Es urgente que el Congreso de la Unión expida el Código Federal de Procedimientos Penales, que desarrolle normativamente de manera amplia los preceptos de la reforma, que garantice la constitucionalidad del sistema acusatorio, que homologue los principios del debido proceso y que sirva de referente para los respectivos códigos de la materia en las entidades federativas.

De igual manera, es fundamental una mayor voluntad política por parte de los gobiernos, de manera subrayada de los diputados y los gobernadores, especialmente de estos últimos, pues sus decisiones no están sujetas a voluntades ulteriores, lo que facilita su determinación, y de ellos dependen tres de los operadores: la policía, el ministerio público y el sistema penitenciario.

La reforma compromete al poder público y a los ciudadanos a concretar no sólo un cambio legislativo o jurídico, sino una verdadera transformación cultural. Modificar radicalmente una forma de pensar, que tendrá repercusiones en nuestra democracia y en la vida cotidiana de millones de personas.

Es lamentable que lo que pareciera cohesionar a buena parte de la sociedad sea la fraternidad de la indignación por la justicia denegada. La ciudadanía vive con la sensación de estar inmersa en una espiral de violencia de la que pareciera no poder salir, sufriendo los estragos en su vida cotidiana.

Este nuevo sistema constitucional de justicia penal es una de las reformas estructurales que México estaba esperando; su cabal implementación puede aportar prestigio internacional y crear un entorno más seguro y atractivo para las inversiones productivas; pero lo más importante es que ofrece la posibilidad de restablecer el tejido social a partir de la confianza, la paz y la convivencia armónica, construir ciudadanía, abrir un espacio a la esperanza y permitir que la justicia sea posible. La Constitución ya alberga este cambio, ahora sólo falta que quienes deben hagan su trabajo, y para los mexicanos esto urge.

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Encuesta / Encuestas: ¿qué hacer?

Análisis Elecciones 2012. Aprobar leyes que limiten o prohíban las encuestas no resolverá el problema de credibilidad surgido en este año

Alejandro Moreno

(18 noviembre 2012).- Cuando las encuestas electorales hicieron su aparición en los medios mexicanos en los años ochenta, sus resultados eran vistos como un "candado" contra el fraude, como un contraste entre las preferencias ciudadanas y los cuestionables resultados de las elecciones. Las encuestas eran una de las virtudes del advenimiento democrático. Hoy, sin embargo, las encuestas son las que se cuestionan, tanto por las fallas que tuvieron en este 2012, como por los usos que se les ha dado desde tiempo atrás. Algunos afirman que las encuestas no sólo se equivocan, sino que se falsean y se manipulan. Las encuestas enfrentan no solamente otra crisis de credibilidad que se suma a un dañado historial, sino también intentos legales por restringirlas e, incluso, por borrarlas de las elecciones. No es saludable que los instrumentos de medición de la opinión pública, esa fuerza crítica y vital de la democracia, no cumplan a cabalidad su función de informar confiablemente a la ciudadanía; pero tampoco lo es sobrerregularlas y mucho menos suprimirlas. ¿Qué hacer entonces con las encuestas?



Fortalecerlas

Las encuestas son un vibrante componente de la democracia electoral, pero el momento político y moral por el que pasan en el país requiere reflexión y, sobre todo, acción. Es necesario transparentar más las encuestas, entender mejor su naturaleza, documentar su desempeño histórico, promover su potencial y al mismo tiempo estar conscientes de sus limitaciones.



Reconocer su actual crisis

Hay quienes no creen que haya crisis de credibilidad en las encuestas, pero.... Aunque en otras ocasiones los errores han sido dejados al olvido, en este 2012 las fallas de las encuestas quedaron archivadas en un litigio electoral. Por primera vez en la historia, éstas se introdujeron como elemento de impugnación para invalidar la elección presidencial. El argumento de la Coalición Movimiento Progresista ante el Tribunal Electoral fue que las encuestas se utilizaron como propaganda política a favor del candidato del PRI-PVEM y que habían influido en los votantes.



No pensar que hubo exoneración

El Tribunal declaró infundados los planteamientos de impugnación argumentando que no existían en el expediente elementos suficientes para "advertir una manipulación de los resultados de las encuestas, tanto en su realización como en su difusión, que configuren una violación a los principios de la libertad del sufragio activo" (documento SUP-JIN-359/2012, página 496). También manifestó que no había encontrado pruebas de que los resultados de encuestas hayan sido manipulados o que hayan tenido "la finalidad de ser utilizadas como propaganda electoral" (misma página). Ante esa sentencia, algunos encuestadores se sintieron redimidos y manifestaron que el Tribunal los había "exonerado" 1. Pero en realidad la decisión del Tribunal no fue una postura ante las encuestas, sino una resolución a la impugnación legal "con base a las pruebas que obraban en el expediente" 2.



Los retos están por delante

Las encuestas pre-electorales de 2012 serán recordadas por sus errores, no por sus aciertos. Aunque hay diferencias y no siempre debieran ponerse todas en un mismo costal, las encuestas han registrado un desempeño deficiente en los últimos años, particularmente desde 2010. Esto es motivo de preocupación, ya que el creciente uso de nuevas tecnologías y el cambio de hábitos de la población, más específicamente, cambios en el electorado, hacen imperativo que las metodologías de encuestas (y su difusión) hagan ajustes, adopten nuevas características y se adapten a las nuevas realidades si quieren brindar una mayor y mejor información a la ciudadanía. El camino que viene puede ser más desafiante que el que ya pasó. La pregunta es qué inyección necesita la demoscopia nacional para revitalizarse, recuperar la salud y cumplir mejor con su función democrática de información.



Evitar la tentación regulatoria

Algunos consideran que lo mejor es aplicar mayores restricciones e incluso prohibir su publicación. Ésas no son las respuestas adecuadas. La experiencia en varios países del mundo indica que una mayor regulación no garantiza una mejor calidad de los sondeos. Por su parte, la prohibición atenta contra el derecho de los ciudadanos a informarse.



No dar pasos atrás

Una propuesta del PRD en la Cámara de Diputados contempla prohibir la publicación de encuestas durante las campañas electorales. Esto no solamente atentaría contra el derecho ciudadano a la información, sino que, en el caso remoto de aprobarse, provocaría un flujo de resultados de encuestas de dudosa procedencia, contribuyendo a la confusión, a la desinformación, a la clandestinidad, y rompiendo con el historial y la mínima transparencia que hasta ahora, bien que mal, se ha logrado. El principal daño de una legislación así se haría al ciudadano. Mientras que las élites políticas y quienes puedan pagar sus sondeos tendrían acceso a información sobre preferencias electorales, los ciudadanos quedarían excluidos, igual que en los tiempos cuando no había encuestas públicas.



Evitar una complejidad innecesaria

Una propuesta del PAN en el Senado tiene tonos más liberales aunque no necesariamente más efectivos. Ésta prevé la reducción en la veda de publicación de tres días a un día previo a las elecciones (quizás bajo la convicción de que así los encuestadores no pondrían como excusa de su imprecisión los cambios de último minuto en las preferencias). Además, inspirada en la regulación francesa en la materia, la propuesta llama al establecimiento de un comité técnico en el IFE para monitorear las encuestas y revisar sus resultados y bases de datos antes de su publicación. En Francia, un comité así ha funcionado de manera eficiente, pero no ha podido resolver el problema de las malas prácticas, de las metodologías cuestionables, ni ha contribuido a elevar la precisión de las estimaciones pre-electorales. Todo esto depende más de los propios encuestadores, de sus clientes y de quienes difunden sus resultados, que de una regulación más compleja en la materia.



Revisar otras experiencias, no sólo otras legislaciones

La Asociación Mundial de Investigadores de Opinión Pública (WAPOR) dio a conocer su postura acerca de las propuestas de legislación de encuestas en México, la cual no solamente se apega a los principios de la propia agrupación sino a la revisión cuidadosa de experiencias en otros países. La postura se puede consultar en http://wapor.unl.edu/



Hacer efectiva la autorregulación

La autorregulación de las encuestas en México ha sido deficiente y no debe confundirse con el intercambio de descalificaciones entre encuestadores y comentaristas en tiempos electorales. Una de las debilidades de la autorregulación es que se le ve como responsabilidad únicamente de los encuestadores, cuando en realidad también involucra a sus clientes, a quienes difunden y comentan sus resultados, a los académicos y a los especialistas que conocen el tema, por lo menos. En todo el mundo hay buenas y malas prácticas de las encuestas; lo relevante es poder distinguirlas y señalarlas, de manera que la ciudadanía tenga mejores herramientas de juicio y mejor información.



Hacer efectiva la transparencia

La respuesta a qué hacer con las encuestas tiene varios ángulos. En el plano político, el tema se centra en el uso de los sondeos como estrategia de comunicación. La acusación de la coalición de izquierda a las encuestas no se centró en sus metodologías, sino en el uso propagandístico que supuestamente se les dio. En el plano profesional, sin embargo, a lo ético se le suma lo técnico, lo metodológico, lo logístico y lo comercial. Las encuestas requieren solidez técnica (metodologías adecuadas y confiables), control de calidad (capacitación y supervisión del personal) y, sobre todo, transparencia en cómo se realizan y cómo se difunden. La ley actual ya prevé los elementos mínimos de transparencia que establecen los códigos internacionales de encuestas. En la práctica, aún hay rezagos que se deben revisar, en particular lo referente al patrocinio de los sondeos. Saber quién paga las encuestas sigue siendo un reto, pero es el tema número uno de su escrutinio público. Encuestadores y medios deben ser más responsables en este sentido.



Evitar ambivalencias

Luego de más de dos décadas de encuestas electorales, ya se ven con toda claridad algunas regularidades de conducta. Una clásica es que los políticos favorecidos por los resultados de una encuesta la avalan mientras que los no favorecidos la descalifican. Esto es entendible y forma parte de sus estrategias. Sin embargo, los encuestadores también emplean un spin o "giro" argumentativo dependiendo de las circunstancias. Cuando una casa encuestadora acierta o tiene estimaciones muy precisas respecto al resultado oficial de una elección no pierde tiempo en presumirlo y en decir que es la mejor encuestadora del país; pero cuando sus estimaciones fallan, cuando sus resultados se alejan del resultado oficial, niegan que sus ejercicios sean pronósticos o echan la culpa a los votantes por mentir o por cambiar de último momento su preferencia.



No temer a la autocrítica

La autorregulación comienza por la autocrítica. Para ocultar sus errores, unos cuantos encuestólogos se autoengañan al decir que sus encuestas no son "pronósticos" sino "diagnósticos" 3. Ésta no sólo ha sido una mala estrategia de comunicación, ya que abona más a la confusión que a la claridad de sus estudios, sino que va en contra de la naturaleza y razón de ser de los sondeos electorales desde sus orígenes en el siglo XIX, cuando algunos periódicos en Estados Unidos comenzaron a publicar sondeos informales (straw polls) para prever el posible resultado de una elección 4. En 1949, el profesor de Harvard Frederick Mosteller apuntó en un reporte científico sobre cómo medir y evaluar la precisión de las encuestas preelectorales una frase que tiene vigencia en México: "las organizaciones o empresas encuestadoras no han educado adecuadamente al público acerca de la magnitud de sus errores, y las afirmaciones acerca de tales errores, en vez de ser considerados como información útil, son vistos como evasivas" 5.



Documentar el historial

La amplia experiencia de encuestas en México permite armar un historial acerca de su desempeño y precisión, identificar posibles sesgos de casas encuestadoras y comparar los resultados de la industria con los de otros países. En esto no hay mucho que inventar, ya la profesión demoscópica en sus ámbitos profesional y académico ha desarrollado criterios que funcionan bien, incluidos los métodos Mosteller desde hace más de medio siglo.



Continuar 'educando'

La profesión de encuestas en México requiere de una mayor claridad en la naturaleza, la función y la utilidad pública de los sondeos. No se trata de eliminar "malas" encuestas o "malas" prácticas, sino de distinguirlas y de señalarlas de una manera adecuada. En esto resulta crucial la responsabilidad de los encuestadores y de aquellos que comentan sus resultados y que pretenden ser serios y creíbles.



Dar mejores resultados

Al final del día, la credibilidad de las encuestas se basa en gran medida en su precisión. El paquete completo incluye encuestas bien hechas, bien documentadas, transparentes, informativas (saber quién vota por quién y por qué) y, por supuesto, precisas.



Notas:

1. Conferencia sobre encuestas en el Colegio de México, 31 de agosto de 2012.

2. Las encuestas en la elección presidencial de María del Carmen Alanís, Este País, octubre 2012.

3. La asociación de encuestadores AAPOR deja en claro la función de pronóstico en el documento: http://sherwood-aapor.informz.net/sherwood-aapor/archives/archive_2780431.html

4. En los años treinta del siglo XX los sondeos electorales elevaron su estatura científica al adoptar métodos de muestreo y de medición de opiniones y actitudes.

5. Measuring the Error de Frederick Mosteller; en The Pre-Election Polls of 1948: Report to the Committee on Analysis of Pre-Election Polls and Forecasts, Social Science Research Council, Bulletin No. 60. Nueva York, 1949.




¿Qué opinan los diputados?


Ambivalentes ante su desempeño reciente, los miembros de la LXII Legislatura ven entre algo y poco probable aprobar una mayor restricción a sondeos.


¿Qué tan probable cree usted que en la actual legislatura se apruebe una mayor restricción a las encuestas electorales?

Poco probable
42%
Algo probable
36
Muy probable
14
Nada probable
8

 
 
¿Con cuál de los siguientes puntos de vista está más de acuerdo?


 
Las encuestas electorales.
 

Son usadas como propaganda política
47%
Brindan información valiosa a los ciudadanos
33
Postura intermedia
20

 

Deben permitirse completamente
45%
Postura intermedia
32
Deben restringirse completamente
23

 
 
¿Cómo calificaría a las encuestas electorales por su desempeño en este 2012?

 

Muy bien / Bien
38%
Muy mal /Mal
35
Regular
27

 
 
 
¿Cómo calificaría a las encuestas electorales por su desempeño en general en los procesos electorales en México?

 

Muy bien / Bien
41%
Regular
32
Muy mal /Mal
27

 
 
Metodología: Encuesta realizada por REFORMA a 238 diputados federales de la actual LXII Legislatura de todos los partidos. Los diputados contestaron un cuestionario entre el 18 de septiembre y el 18 de octubre de 2012. Los resultados están ponderados por el tamaño proporcional de cada grupo parlamentario.

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Periodismo: oficio de muerte

Carlos Moncada Ochoa: Periodista. En su más reciente libro, el sonorense documenta 248 asesinatos de periodistas ocurridos en México de 1876 a 2012.

Andro Aguilar

(18 noviembre 2012).- Carlos Moncada Ochoa ha investigado los asesinatos de periodistas registrados en México desde que Porfirio Díaz se hizo del poder en 1876, y su conclusión es contundente: "hoy estamos en el peor momento de la historia".

Con las crecientes agresiones hacia los comunicadores -248 asesinatos desde el Porfiriato y 99 en los últimos 12 años- su diagnóstico empeora a diario.

"Como están las cosas, dentro de un mes será peor momento que éste, y dentro de un año será también peor momento que éste", advierte.

Con más de medio siglo de trayectoria periodística y tres décadas de estudiar la violencia contra este gremio, el sonorense lamenta quedarse sin respuestas cuando se le pregunta sobre una posible solución para frenar las agresiones.

"Mientras no los detengan (a los homicidas) no es posible tener una perspectiva clara. Me apena ser pesimista, pero no veo claro", lamenta.

El autor de una treintena de libros destaca algunas causas de la violencia que amenaza a la libertad de expresión en México: "En gran parte se trata de voluntad política, y de que cumplan con el código penal. La ley previene o exige el cumplimiento de la ley a los funcionarios que debe ser recta y honesta. Si la cumplen, no habrá aliados del crimen organizado en puestos públicos", señala.

El también abogado reconoce los avances legales que México ha logrado a lo largo de la historia para combatir estos crímenes, pero destaca su poca utilidad.

"Es para castigar al que ya asesinó, al que ya cometió el crimen, pero una ley no es preventiva, la prevención está en manos de los cuerpos policiacos".

El pasado lunes fue instalada la Junta de Gobierno del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, conformada por activistas y comunicadores, que busca aplicar para su protección los lineamientos que ha diseñado la CNDH.

Por la movilidad que requiere la labor periodística, Moncada muestra sus reservas respecto a dicho mecanismo, por la dificultad para ejecutar esas medidas preventivas.

"Si fuéramos burócratas y tuviéramos un horario para entrar y un punto fijo para estar trabajando, creo que nos podrían vigilar", señala.



'El oficio de muerte'

Apenas terminada la Revolución Mexicana, cuando los políticos cargaban pistola al cinto para defender a tiros su cargo público; el candidato a senador Francisco Tejeda Llorca mató a balazos en plena calle al periodista sonorense Jesús Z. Moreno, su compañero en el Congreso.

Cobijado por la despreocupación que le brindaba el fuero constitucional, Tejeda sólo alcanzó a vivir una semana más. María del Pilar Moreno, la hija de 14 años de edad del legislador asesinado, lo esperó frente a su vivienda hasta que pudo descargarle en el cuerpo las balas de una pistola calibre 22 cuando lo vio salir.

Con ese caso comenzó la investigación de Moncada sobre los asesinatos de periodistas que derivó en un catálogo al que tituló Periodistas asesinados (1991).

Veintiún años después, con 77 años de edad, el sonorense publica Oficio de muerte. Periodistas asesinados en el país de la impunidad (Grijalbo, 2012), al que define como una denuncia en sí misma.

Moncada documenta en nueve capítulos los crímenes cometidos desde el Porfiriato y la Revolución Mexicana hasta nuestros días. En ellos incluye un capítulo exclusivo para exponer los asesinatos de mujeres periodistas y narra la incursión del crimen organizado.

El libro destaca, entre otros aspectos, cómo desde los años sesenta el crimen organizado ha sido, en colusión con las autoridades policiacas y judiciales, la principal amenaza para los periodistas.

"En las últimas décadas es evidente que es el crimen organizado el homicida, pero me parece muy importante aclarar quién es el crimen organizado", dice, "son parte del crimen organizado el funcionario, el presidente municipal, el policía que actúa de común acuerdo. Ellos también lo son.

"Mi esperanza es que los periodistas sigan haciendo periodismo cada vez mejor, incluso frente a los riesgos", añade.




Novedad editorial

· Título: Oficio de muerte. Periodistas asesinados en el país de la impunidad.

· Autor: Carlos Moncada Ochoa.

· Editorial: Grijalbo.

· Prólogo: Miguel Ángel Granados Chapa.

· Páginas: 311
· País: México.

· Año: 2012.
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La cultura política





(18 noviembre 2012).- XXVI Feria Internacional del Libro de Guadalajara

Homenaje a Carlos Fuentes. Participan Sergio Ramírez, Luisa Valenzuela, Elena Poniatowska y Juan Cruz. Sábado 24, 17:00 hrs. Auditorio Juan Rulfo, Expo Guadalajara. Av. Mariano Otero 1499, colonia Verde Valle, Guadalajara, Jalisco.


Encuentros

Encuentro Internacional sobre cultura democrática. Ilán Semo, Francisco Valdés, Miguel Insulza, Mónica González, Alberto Nassif, María Marván, Luis F. Aguilar, Issa Luna, Manuel Alcántara, entre otros. Lunes 26 a miércoles 28, 9:00 a 19:00 hrs. Sala Europa y Auditorio del Hotel Hilton.



Encuentro Internacional de Periodistas. Los otros caminos de la información. Organiza la Dirección General de Medios, Dirección de Prensa y Comunicaciones de la UdeG y editoriales participantes. Jon Lee Anderson, Juan Villoro, Martín Caparrós, Francisco Goldman, William Finnegan, Álex Grijelmo, Darío Jaramillo, Sergio Páez Varela, Juan Pablo Meneses, Marcela Turati, Anabel Hernández, Diego Fonseca, entre otros. Miércoles 28 a domingo 2 de diciembre, 10:00 a 20:00 hrs. Salón México II del Hotel Hilton y Salón 1, 2, 4, C, Profesionales y Enrique González Martínez de la Expo Guadalara.



Presentaciones

Teoría y práctica de las nulidades electorales de Adriana Margarita Favela. Noriega/Limusa. Sábado 24, 16:00 hrs. Salón A, Expo Guadalajara.

Partidos, facciones y otras calamidades de Alfredo Ávila y Alicia Salmerón. Conaculta / FCE / UNAM. Domingo 25, 12:00 hrs. Salón José Luis Martínez, Expo Guadalajara.


Crónica de un sexenio fallido. La tragedia del calderonismo de Ernesto Núñez Albarrán. Grijalbo. Miércoles 28, 13:00 hrs. Salón México II, Hotel Hilton.




'Haiga sido como haiga sido'.

El sexenio de Calderón de Daniel Camacho. Cal y Arena. Miércoles 28, 17:00 hrs, en el
Salón de Profesionales, Expo Guadalajara.



Ovejas negras de Emiliano Ruiz Parra. Océano. Jueves 29, 19:10 hrs. Salón México II,
Hotel Hilton.


Levantones. Historias reales de desaparecidos y víctimas del narco de Javier Valdez. Aguilar. Viernes 30, 16:00 hrs. Salón 2, Expo Guadalajara.



México en llamas. El legado de Calderón de Anabel Hernández. Grijalbo. Sábado 1o., 16:00 hrs. Salón 1, Expo Guadalajara.


La guerra de los Zetas de Diego Osorno. Grijalbo. Sábado 1o., 18:00 hrs. Salón 2, Expo Guadalajara.



Historias de resistencia ante la guerra en México de Marcela Turati. Sur+. Domingo 2, 12:00 hrs. Salón C, Expo Guadalajara.



Morir en México de John Gilber. Sur+ y Fábrica del crimen de Sandra Rodríguez. Planeta.

Domingo 2, 13:00 hrs. Salón C, Expo Guadalajara.



Peña Nieto: el gran montaje de Jenaro Villamil. Grijalbo. Domingo 2, 16:00 hrs. Salón 2, Expo Guadalajara.



Coloquios

Los horizontes de la democracia en México después de los comicios de 2012. Organiza el IIS UNAM. José Woldenberg, Luis F. Aguilar, Rolando Cordera, Francisco Suárez, Nguyen Dong, entre otros. Martes 20 a jueves 22, 10:00 hrs. Salón 1 del Posgrado de la FCPyS-UNAM. CU. Informes: 5622 7390.



Conferencias

La política exterior. Un momento oscuro de nuestra diplomacia. Hermilo López. Organiza la Facultad de Derecho de la UNAM. Martes 20, 17:00 hrs. CU. Informes: http://bit.ly/dRGgCA

Envejecimiento activo y calidad de vida. Verónica Montes de Oca, Julio Pérez, Gloria Fernández-Mayoralas, entre otros. Miércoles 21, 9:30 hrs. Coordinación de Humanidades de la UNAM. CU. Informes: www.iis.unam.mx

El fracaso de la Cumbre de Río+20 y los retos del desarrollo. Barbara Adams. Jueves 22, 11:00 hrs. Sala Isabel y Ricardo Pozas de la FCPyS. CU.

Globalización y la autogestión como organización actual. Ignacio Gutiérrez. IIS UNAM. Viernes 23, 11:00 hrs. Aula 2 del Instituto. Informes: iis.unam.mx


Foros

Medios Digitales y Periodismo. Erik Fernández, Mariclaire Acosta, Darío Ramírez, Mike O' Connor, Daniel Moreno, Eileen Truax, Elia Baltazar, José Luis Sanz, Juan Esteban Lewin, entre otros. Distintas Latitudes. Viernes 23, 10:00 hrs. British Council. Lope de Vega 316, Polanco. Informes: http://bit.ly/QgLLFw



Libros

La parábola de Pablo. Auge y caída de un gran capo del narcotráfico de Alonso Salazar J. Planeta. Retrato periodístico del contradictorio personaje desde sus orígenes hasta descenso.



País de mentiras de Sara Sefchovich. Océano. Investigación académica y hemerográfica que descifra la mentiras en el discurso público mexicano, sus causas y consecuencias sociales.

Por una democracia eficaz de Luis Carlos Ugalde. Aguilar. Recuento de los procesos democratizadores de México como nación independiente. El autor analiza por qué la democracia electoral no se ha traducido en gobiernos eficaces.




Mesas redondas

Delincuencia organizada y protección penal de los derechos humanos. Francesco Vigano, Patricia Faraldo Cabana y Sergio García Ramírez. Miércoles 21, 17:30 hrs. IIJ UNAM. Circuito Mario de la Cueva s/n, CU. Informes: 5622 7474, ext. 1768.



Construcción social alternativa: ECOS de los pueblos. Carlos Beas, Antonio Cerezo, Ricardo del Conde, Vladimir Tlali, Gustavo Esteva, Reyna Ramírez, Enrique Pineda, David Acevedo, Carlos Ventura y Norma Romero. CEIICH UNAM. Jueves 22, 10:00 hrs. Torre II de Humanidades. CU.




Presentaciones

Modelos de financiamiento de las pensiones de vejez. Hacia una viabilidad social y financiera de María Ascensión Morales. UNAM. Leoba Castañeda, Héctor Fix-Fierro, Patricia Kurczyn y Porfirio Marquet. Martes 20, 18:00 hrs. Facultad de Derecho UNAM. CU. Informes: http://bit.ly/dRGgCA


Con dinero y sin dinero. Nuestro ineficaz, precario e injusto equilibrio fiscal de Carlos Elizondo Mayer-Serra. Debate. José Antonio Meade, Ernesto Cordero, David Penchyna. Manlio Fabio Beltrones y el autor. Miércoles 21, 19:00 hrs. Club de Industriales. Andrés Bello 29. Polanco.



Violencia de Estado. La guerra antiterrorista y la guerra anticrimen como medios de control global de Pilar Calveiro. Siglo XXI. Maya Aguiluz, Horacio Cerutti, Carlos Fazio, Federico Álvarez y la autora. Miércoles 21, 19:00 hrs. Cerro del Agua 248, Romero de Terreros.



¿Dónde quedó la bolita? Del federalismo de la recriminación al federalismo de la eficacia. Índice de competitividad estatal 2012. IMCO. Jueves 22, 8:30 hrs. Hotel Marriot. Paseo de la Reforma 276, Juárez. Informes: http://bit.ly/U0bPE4


Ciudadanos inesperados. Espacios de formación de la ciudadanía ayer y hoy coordinado por Ariadna Acevedo y Paula López. Colmex/Cinestav. Jueves 22, 18:00 hrs. El Colegio de México. Informes: 5449 3000.




Seminarios

Sentencias de la Corte Interamericana, su impacto en la construcción de Estados democráticos. Javier Hernández, Juan Silva, Olga Sánchez, Claudio Nash, José Suasnavar, Tita Radilla, Abel Barrera, Silvia Dutrenit, Miguel Pulido, Eduardo Ferrer, Miguel Cano, entre otros. Martes 20 a jueves 22, 9:00 hrs. CDHDF e Instituto Mora. Informes: http://bit.ly/RYbSOd y 5554 8946, ext. 3127.



Formas de descontento y protestas populares contemporáneas. Marco Estrada, Arcadi Olivieres, Fernando Carrión, Carlos Marichal, Fabrice Balanche, Marta Tawil, entre otros. Colmex y UV. Martes 20, 10:00 hrs. El Colegio de México. Informes: 5449 3000.



De la transparencia a los archivos: a 10 años de la Ley Federal de Transparencia. Organiza el TEPJF. Jueves 22 y viernes 23, 9:00 hrs. Carlota Armero 5000, CTM Culhuacán. Informes: 5728 2300 y http://bit.ly/QeqyMu



Revistas

Zócalo No. 153. Número dedicado a los retos periodísticos de la era multimedia. Política y ciudadanía en redes digitales, por Raúl Trejo; Infiltra telebancada Comisiones del Congreso, por Gerardo Montes; De la galaxia de Gutemberg a la blogósfera y tuitósfera, por Jenaro Villamil.



Teatro

Los diputados de Paulo Sergio Galindo. Una visión crítica de la clase política mexicana a través de los elementos del clown. Martes 20:30 hrs. Teatro Hélenico. Revolución 1500, Guadalupe Inn. Informes: http://bit.ly/daUdM7


Si desea difundir alguna actividad de cultura política, comuníquese al 5628 7245. Correo electrónico: enfoque@reforma.com