domingo, 5 de octubre de 2008

Acontecer Diario


CLR / LAG
Sucesos y Sucedidos

SÍNTESIS PERIODÍSTICA
NACIONAL/POLÍTICA



Domingo 5 de Octubre de 2008


Inseguridad

Revelan que narcos mexicanos y colombianos se reúnen en Panamá
http://www.eluniversal.com.mx/notas/544174.html

Violencia en México, causada por alianza de narcos colombianos y mexicanos: diario
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2008/10/05/ola-de-violencia-en-mexico-causada-por-alianza-de-narcos-colombianos-y-mexicanos-diario

Presenta PGJ de Tabasco retratos hablados de asesinos de locutor
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2008/10/05/presenta-pgj-de-tabasco-retratos-hablados-de-asesinos-de-locutor

Ordena Peña Nieto reforzar seguridad tras homicidio de alcalde
http://www.eluniversal.com.mx/notas/544175.html

Asesinan al alcalde de Ixtapan de la Sal
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/162794.html

Narco sin freno
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665706

Se cumple en Tijuana una semana de terror
http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/primera/pulsonacional/se_cumple_en_tijuana_una_semana_de_terror/372653

Cártel del Golfo ofrece una recompensa por terroristas
http://www.eluniversal.com.mx/notas/544119.html

Levantan a 54 en Chihuahua
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665728&sec=28

Choque de bandas crece en Tijuana
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/162784.html

Emboscan narcos a militares en Durango: dos muertos
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=politica&article=005n1pol

Arrestan a implicado en narcoavioneta
http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/primera/pulsonacional/arrestan_a_implicado_en_narcoavioneta/372639

Aprehenden a sujetos que tenía retenido a taxista
http://www.eluniversal.com.mx/notas/544200.html

AMLO

Pide López Obrador enfrentar a la mafia
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665700&sec=19

Calderón no ganó y sabe que por eso lo increpan: AMLO
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=politica&article=007n1pol

A mi tocayo no lo pueden acusar de mentiroso: AMLO
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665650&sec=19

Mi tocayo no miente; FCH es espurio: AMLO
http://www.ovaciones.com/not_detalle.php?id_n=17995

Sedena

La Sedena detenta arma del futuro
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/162795.html

Otra recomendación de la CNDH a Sedena
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665677&sec=19

Elecciones Guerrero

Bloquean normalistas y maestros Instituto Electoral de Guerrero
http://www.eluniversal.com.mx/notas/544181.html

Salen a votar bajo vigilancia militar
http://www.eluniversal.com.mx/estados/69726.html

Temen abstencionismo de 60%
http://www.eluniversal.com.mx/estados/69727.html

Partidos Políticos

Duarte 'ajusta' unidad de Transparencia
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/162788.html

Gabinete

Ojalá hubiera miles de Servitje
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/162796.html

Iglesia

Fallece la madre del cardenal Norberto Rivera
http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/primera/pulsonacional/fallece_la_madre_del_cardenal_norberto_rivera/372710

Estados

Van seis muertos tras desalojo en La Trinitaria
http://www.eluniversal.com.mx/estados/69725.html

Turistas 'visitan' zona inundada
http://www.eluniversal.com.mx/estados/69723.html

Inician obras para desfogar el río Grijalva
http://www.eluniversal.com.mx/estados/69724.html

Ciudad

Se opone jefe delegacional al patrullaje militar en el DF
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665630&sec=29

Instalarán subestación de energía en la Benito Juárez
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665640&sec=29

Reubican en Coyoacán a vendedores y artesanos
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665636&sec=29

La Policía Bancaria vigilará a infractores
http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/92133.html

Consignan a 7 por los disturbios de la marcha del 2 de octubre
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=capital&article=032n1cap

ECONOMIA Y FINANZAS

Crecerá la deuda de EU a 70% del PIB
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=economia&article=018n1eco

Tiembla el mundo ante crisis en EU
http://www.eluniversal.com.mx/primera/31738.html

INTERNACIONAL

Estados Unidos

Bush intenta tranquilizar
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665648&sec=4

Palin cuestiona a McCain y rechaza entregar Michigan
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665651&sec=4

Republicanos van con todo contra Obama
http://www.eluniversal.com.mx/primera/31741.html

Bolivia

Evo Morales prohíbe sobrevuelo de la DEA
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665652&sec=4

Francia

Apoyará Europa a sus bancos
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665646&sec=4

ESPECTÁCULOS

Gael y Diego asistirán al Festival de Morelia
http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/funcion/cine/gael_y_diego_asistiran_al_festival_de_morelia/372842

Toca a Pablo Montero comprobar que está limpio de drogas
http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/funcion/television/toca_a_pablo_montero_comprobar_que_esta_limpio_de_drogas/372750

Hace a doña Inés muy sexy
http://www.eluniversal.com.mx/espectaculos/85885.html

CULTURA

Plácido Domingo, a la altura de los mayas
http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/funcion/musica/placido_domingo,_a_la_altura_de_los_mayas/372757

Monsiváis: el cine, una escuela de conducta
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665599&sec=8

Restaurarán La Profesa para el Bicentenario
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=665593&sec=8

DEPORTES

Bernal y Ochoa mantienen la igualada
http://www.milenio.com/mexico/laaficion/nota.asp?id=665678

Humillan al Atlético
http://www.milenio.com/mexico/laaficion/nota.asp?id=665678


EDITORIALES/OPINIÓN

COLUMNAS

Bajo Reserva
Incidente en Palacio, agua bendita a López Obrador
http://www.eluniversal.com.mx/columnas/74181.html

Trascendió
http://www.milenio.com/node/90743

Frentes políticos
http://www.exonline.com.mx/diario/editorial/372652

Ricardo Alemán Itinerario Político
Luego de 40 años
http://www.eluniversal.com.mx/columnas/74176.html

Julio Hernández López Astillero
Felipe ante su fantasma. Impericia grave. Pasmo de “civiles”. Control militar.
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=opinion&article=004o1pol

León García Soler A la Mitad del Foro
Los merolicos del mercado
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=opinion&article=014o1pol

José Agustín Ortiz Pinchetti El despertar
Por qué no se olvida
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=opinion&article=008o1pol


Katia D'Artigues Caso Pilgram: retrato de completa impunidad
http://www.eluniversal.com.mx/columnas/74179.html


Alfredo Jalife-Rahme Bajo la Lupa
Medvedev y Putin ofician las exequias del poder financiero de EU
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=opinion&article=010o1pol

ARTÍCULOS

Rolando Cordera Campos ¿Fuera del mundo?
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=opinion&article=015a1pol

Francisco Valdés Ugalde Control constitucional al Constituyente
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/41702.html

Antonio Gershenson La crisis y el final de un sistema
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=opinion&article=015a2pol

Mario Di Costanzo Armenta Cuando veas las barbas de tu vecino cortar…
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=opinion&article=022a1eco

Francisco Javier Acuña Despenalización progresiva
http://www.exonline.com.mx/diario/editorial/372635

Arnaldo Córdova Del plebiscito y el referéndum
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=opinion&article=016a2pol

Javier Corral Jurado El ejemplo por delante
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/41704.html

Jorge Medina Viedas 1968: entonces, Javier Barros Sierra
http://www.milenio.com/node/90742

Sara Sefchovich No se olvida
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/41703.html

René Avilés Fabila El 68 sin el 2 de octubre
http://www.exonline.com.mx/diario/editorial/372636

Luis Petersen Por mí que se crusifiquen
http://www.milenio.com/node/90726

León Krauze ¿El mes de las sorpresas?
http://www.exonline.com.mx/diario/editorial/372637

EDITORIALES

Chiapas: de Wolonchán a La Trinitaria
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/05/index.php?section=opinion&article=002a1edi

Rayuela
La Jornada

A ver si en la nueva versión de Kramer contra Kramer que escenifica el sol azteca en Acapulco no resulta ganón el tricolor



Fray Bartolomé TEMPLO MAYOR
Reforma

MAL Y DE MALAS anda el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, quien está quedando como el cohetero.

POR UN LADO hay ciudadanos que le exigen asumir el reto que lanzó el empresario Alejandro Martí y renunciar si no puede con el paquete y, por el otro, en el gobierno ya le dejaron sentir que no están contentos con su desempeño.

INCLUSO cuentan que el procurador ya consideró seriamente tirar el arpa, pero que sus órdenes son que sonría y siga tocando el instrumento hasta nuevo aviso.

Y ES QUE, si renuncia, su sustituto tendría forzosamente que ser ratificado por el Senado.

NOMÁS que, con la discusión de la reforma petrolera llegando a sus últimas rondas, lo que menos quieren en Los Pinos es darle parque a los senadores de oposición para que compliquen aún más ese proceso legislativo.

LO CIERTO es que en los corrillos políticos se da como un hecho que no hay manera de que Medina Mora dure en el cargo más allá de diciembre. ¿Será?



MIENTRAS el mundo está pendiente de los destrozos macroeconómicos que ha causado el colapso de algunos gigantes en Wall Street, hay microeconomías como la del estado de Morelos que están viviendo una crisis que no por ser más pequeña es menos grave.

DEBIDO al secuestro de las plazas magisteriales, desde el 18 de agosto toda actividad económica directamente relacionada con las escuelas está detenida en esa entidad, lo que está poniendo en jaque a miles de morelenses.

SI NO HAY clases, las papelerías no venden prácticamente nada, los transportes concesionados tienen menos pasaje, y hasta las personas que viven de la venta de alimentos en cooperativas escolares -e incluso los chicharroneros y paleteros que se ponen afuera- dejan de ganar dinero.

ASÍ LAS COSAS, todas las familias que dependen de esos ingresos gastan menos en productos y servicios varios, con lo que se va haciendo una cadenita perversa que está acabando por deprimir la actividad económica en toda la entidad.

¡VAYA clase de economía práctica la que están dando los maestros morelenses!



LA QUE ESTÁ tomando previsiones ante el paquetote que se le viene encima con la elección de candidatos para las elecciones del 2009 en el Distrito Federal es Alejandra Barrales.

Y TODO INDICA que la presidenta del PRD capitalino ya aprendió que las elecciones internas son el Waterloo de su partido, por lo que está promoviendo otros mecanismos para minimizar los pleitos entre las tribus locales.

EL PLAN es que los candidatos a diputados federales se negocien en el Comité Ejecutivo Nacional, que las curules locales se repartan en el Comité Estatal y que los candidatos a las 16 delegaciones se definan con base en encuestas de popularidad.

YA NOMÁS falta que las tribus acepten el modelo, tarea que se antoja harto complicada dada la probada capacidad que tienen en el PRD ¡para no ponerse de acuerdo!



Miguel Ángel Granados Chapa PLAZA PÚBLICA
García Luna, el que engañó al Presidente
Reforma

A pesar de operativos y acuerdos los actos criminales continúan. Esta semana los más crueles ocurrieron en Tijuana, en donde fueron encontrados cuerpos en tambos con ácido y otros sin lengua. Siguen las muertes en paquete

Para mi hermana Emelia, en su tránsito.


Algún blindaje protege al secretario Genaro García Luna del desprestigio ante el presidente de la República, que le significara pérdida de su confianza. El 3 de septiembre el Ejecutivo supo que su colaborador le había mentido y lo había arrastrado a una explicación falsa, mas el hecho pareció no importarle. Pero es el caso que ahora se sabe públicamente de tal engaño y el huésped principal de Los Pinos no podrá quedarse tranquilo ante la situación, como se ha quedado durante un mes.

La noche del 1o. de septiembre, ya tarde (al punto de que algunos medios, los que cierran temprano sus ediciones, perdieron la nota y otros apenas pudieron insertar un párrafo con la nuez del asunto), la Secretaría de Seguridad Pública informó que Roberto Campa Cifrián había renunciado al secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. El comunicado en que García Luna agradeció al renunciante "su entrega y valiosa aportación al secretariado ejecutivo durante su gestión", y "le deseó el mayor de los éxitos en sus nuevos proyectos".

Una explicación en términos semejantes debe haber transmitido el secretario a su jefe, porque al día siguiente, en entrevista radiofónica con Jorge Fernández Menéndez, el Presidente reprodujo esa versión y aun adelantó que esos nuevos proyectos de Campa serían interesantes. No faltó quien imaginara, en este espacio así ocurrió, que esos proyectos incluían la presidencia del partido Nueva Alianza, lo que suponía que Elba Esther Gordillo, mánager de Campa, le había impuesto ese nuevo destino, como le había conseguido éste del que se marchaba intempestivamente. Apenas 10 días atrás, el 21 de agosto, el ex candidato presidencial había leído, en su carácter de secretario del Consejo Nacional de Seguridad Pública, que derivaba de su posición en el Sistema Nacional de lo mismo, los 75 compromisos que integran el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad.

Mas el 3 de septiembre Campa escribió a Calderón para acusar a García Luna de falsear la situación... y de paso para desmentir al propio Presidente. La carta a que tuvo acceso Reforma, que la publicó en su edición de anteayer, viernes 3 de octubre, exactamente un mes después de remitida y recibida dice lo siguiente:

"Ante diversas versiones, me veo obligado a dirigirme a usted para aclarar que el lunes 1 de septiembre no presenté mi renuncia al cargo de Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Esa información es falsa.

"No obstante, dada la importancia de la noticia y pensando siempre en el mejor interés de la República y la adecuada marcha del gobierno que usted preside, estoy haciendo llegar al presidente del Consejo Nacional de Seguridad Pública mi 'renuncia irrevocable' con fecha 1 de septiembre.

"El manejo de los hechos y lo sucedido hasta el día de hoy, solamente revelan lo que permanentemente ocurrió".

En alusión a los proyectos personales de Campa que el comunicado de la SSP mencionó y a los que también se refirió Calderón la carta explica:

"Deseo reiterarle que hasta el día de hoy no tuve ningún otro proyecto personal que no fuera servir al mejor desempeño de mi cargo; jamás, ni ahora ni nunca, servirme del cargo.

"Señor Presidente, con base en mi experiencia política y administrativa, hice mi mayor esfuerzo por fortalecer el Sistema y consolidar el Consejo".

Desconocemos la reacción presidencial ante esa comunicación. No sabemos si se entrevistó con el remitente para ahondar cara a cara en las circunstancias que dieron lugar a la misiva y para que le precisara qué fue lo que "permanentemente ocurrió" entre el despedido (en ese momento todavía no renunciante auténtico) y el secretario. O si Calderón prefirió hablar con éste y reprocharle el engaño y fue persuadido de que era Campa quien mentía. Quizá Calderón no calibró la importancia del engaño, o lo atribuyó a mínima rivalidad burocrática no obstante que en el caso del responsable de la seguridad pública la transparencia de su conducta debe ser exigida en toda circunstancia, nimia o relevante. El hecho objetivo es que García Luna sigue en su puesto, lo que habla de que cuenta con la confianza presidencial, que se ha evidenciado desde el principio de la administración aun con perjuicio de la relación entre el propio Presidente y, por ejemplo, su procurador de Justicia, quien ha sido disminuido en la contienda competencial.

Nada parece mellar esa confianza. Ni informes procedentes de círculos gubernamentales relacionados con el combate a la delincuencia que cuestionaron la idoneidad de García Luna cuando se preparaba su nombramiento, ni la cada vez más difundida y ampliada información sobre su manejo de la secretaría y la protección a sus allegados. Ni la movilización de agentes adscritos a la SSP, ya sea pertenecientes a la AFI o a la PFP, ni la rotunda indagación periodística de la reportera Anabel Hernández en la revista digital Índigo Media, que se origina en Monterrey a las órdenes de Ramón Alberto Garza, sobre Luis Cárdenas Palomino, mano derecha de García Luna.

O el Presidente ha mandado verificar la información y hallado que todos son infundios, o le parece que el servicio que obtiene del secretario importa más que sus máculas y es un costo que conviene en pagar. O quizá nombró a García Luna conforme a compromisos que no puede divulgar y está obligado no sólo a cumplir sino aun a no cuestionarlos.

Sea de ello lo que fuere, el caso es que la criminalidad, cuyo combate es el cometido principal de García Luna, "hierve y crece en torno nuestro", como escribiría sobre otros temas Alfonso Junco. En esta semana, montada a caballo entre septiembre y octubre, la demencial espectacularidad delincuencial se situó en Tijuana. Para infortunio de esa ciudad en la esquina noroeste de la República, las atrocidades del crimen organizado no son extrañas ni infrecuentes. Aun así, lo ocurrido entre el lunes 29 de septiembre y el viernes 3 de octubre alcanzó cimas impensables de osadía y crueldad. En esos cinco días fueron asesinadas más de 30 personas. A tres de ellas se les introdujo en tambos para disolver sus cuerpos en ácido sulfúrico, y a siete se les arrancó la lengua. Todo lo cual se hizo acompañar por moralejas, mensajes didácticos que buscan corregir conductas, so pena de que la barbarie se dirija a otros destinatarios.

En la línea que se ha reproducido a lo largo y ancho del país, la muerte en esta semana llegó a Tijuana en paquete. El lunes pasado fueron hallados, por un lado, 12 cadáveres, y cuatro por otro. El jueves el paquete fue de nueve. Se presume que los primeros fueron asesinados a bordo de los vehículos de donde tiraron sus cadáveres, una vez cumplida la faena. Los del jueves fueron torturados, obligados a hincarse con las manos atadas o esposadas a la espalda y muertos de certeros balazos en la cabeza, situado el tirador a su espalda. En todas las jornadas macabras los cuerpos de las víctimas estaban acompañados por mensajes, destinados a las autoridades o a bandas rivales. Se teme que la oleada haya continuado y siga en los próximos días.

Desde que era territorio, hasta la mitad del siglo pasado, Baja California ha sido atosigada por la violencia criminal, asociada antaño principalmente al juego y al contrabando. Desde hace casi tres décadas el narcotráfico domina la escena, en ostentosa vinculación con las autoridades. Esa evidencia contó en el ánimo de los votantes que pudieron en 1989 elegir a un gobierno surgido de la oposición, del que se esperaba la contención del crimen o por lo menos la fractura de la complicidad de funcionarios con delincuentes.

Nada de eso ha ocurrido. Pero no sólo por abulia o complicidad de autoridades locales, como denunció el general jefe de la región militar al que se trasladó fuera de Baja California, sino también por defectos semejantes de las fuerzas federales. Hace dos meses fue detenido en Los Ángeles el delegado de la AFI en esa entidad, con medio millón de dólares en efectivo, luego de que se había salvado de un atentado en su contra. Al parecer el superior de ese agente, muy probablemente delincuente, no sabía de quién se trataba, no obstante la delicadeza de la misión que le confió. Ese jefe, antes y ahora, responde al nombre de Genaro García Luna, el que engañó al Presidente.


Correo electrónico: miguelangel@granadoschapa.com


Homero Aridjis Otro 12 de octubre
Reforma

La protección del medio ambiente y los derechos humanos van de la mano.

Los responsables del calentamiento global, de la contaminación de suelos y mares, de la destrucción de bosques templados y tropicales, de la desaparición de las especies de la faz de la Tierra, de la fabricación de armas de destrucción masiva están amenazando la sobrevivencia de la especie humana. Quienes más sufren de las violaciones a los derechos humanos relacionados con el medio ambiente son los pueblos indígenas y los campesinos y los pobres de medios rurales o urbanos en los países en vías de desarrollo y en las bolsas de pobreza extrema enclavadas en los países ricos. Casi siempre las víctimas carecen de recursos económicos y legales para defenderse.

Aquel viernes 12 de octubre de 1492, tras tocar tierra en la Isla de Guanahaní, Cristóbal Colón escribió en su diario los primeros comentarios sobre la naturaleza del Nuevo Mundo: "Puestos en tierra vieron árboles muy verdes y aguas muchas y frutas de diversas maneras... ninguna bestia de ninguna manera vi, salvo papagayos en esta Isla". De la gente dijo: "ellos deben ser buenos servidores y de buen ingenio". Así fue que, en una geografía nunca imaginada por Ptolomeo ni por los cartógrafos medievales, comenzó la edad de las exploraciones en el Nuevo Mundo y -como lo reveló décadas después Bartolomé de las Casas, uno de los primeros defensores de los derechos humanos en el mundo- su destrucción.

Hace cinco años los grupos indígenas Cofán, Secoya, Siona, Huaorani y Kichwa y 80 comunidades asentadas en la Amazonia ecuatoriana presentaron una demanda en contra de Chevron-Texaco, culpando a Texaco (compañía adquirida por Chevron) de haber tirado miles de millones de litros de desechos tóxicos en la selva durante las casi tres décadas que se dedicó a la extracción petrolera en un área tres veces más grande que la isla de Manhattan. A través de pruebas efectuadas en algunos de los 672 depósitos a cielo abierto se pudo comprobar la presencia de hidrocarburos de petróleo, a los cuales se achacan cientos de casos de cáncer y defectos natales.

El mes pasado se inició una acusación penal en contra de dos abogados de Chevron y siete funcionarios públicos, quienes firmaron documentos fraudulentos certificando supuestas acciones de remediación ambiental emprendidas por Texaco. Los daños pueden ascender hasta 16 mil millones de dólares.

En Argentina, en la meseta de Chubut, una región árida de la Patagonia, la empresa canadiense Aquiline Resources y el gobierno provincial se aprestan para explotar un rico yacimiento de plata y plomo que, según los promotores del proyecto minero "Navidad", puede valer 10 mil millones de dólares. Las comunidades indígenas se oponen al proyecto, el cual, dicen, viola leyes nacionales y tratados internacionales que estipulan la aprobación de los indígenas para cualquier actividad que afecte su modo de vida.

Además del grave peligro para la salud y el medio ambiente que representa el plomo, para aplacar la sed insaciable de la mina harán falta 40 millones de litros de agua al día durante los 15 años que se tardará en agotar el yacimiento, en un área donde el agua es escasa.

La primera descripción de un habitante de la Patagonia se debe a Antonio Pigafetta, cronista de la expedición de Fernando Magallanes, quien cuenta en su "Primer viaje alrededor del mundo" que "Un día, de pronto, descubrimos a un hombre de gigantesca estatura, el cual, desnudo sobre la ribera del puerto, bailaba, cantaba y vertía polvo sobre su cabeza... Era tan alto él, que no le pasábamos de la cintura, y bien conforme". Este ancestro de los Tehuelches de hoy fue visto en marzo de 1520, allá por Puerto San Julián.

Hoy Victorino Cual, abuelo tehuelche y de los pocos que quedan de su etnia, declara: "No somos mineros. Somos indígenas que criamos animales y respetamos la tierra desde cientos de años. ¿Quieren cambiar nuestra forma de vida? Aunque los políticos insistan, no podemos permitir que nos arruinen la tierra y el agua. No queremos plata, la plata se funde, se gasta, el campo queda y nos da vida".

En agosto miles de indígenas Awaujun, Wampis, Machiguenga, Candoshi, Aguarunas, Huambisas y de otras etnias de la Amazonia peruana declararon un paro nacional en protesta contra posibles cambios legales que harían más flexibles la compra y venta de sus tierras comunales, temiendo que debilitarán sus derechos sobre ellas. También denunciaron la contaminación por actividades petroleras dentro de los territorios de grupos indígenas y pidieron que ya no se dieran más concesiones para la explotación de gas o petróleo en sus tierras.

Enclavado en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, el pueblo de Kaktovik alberga unos 300 esquimales Inupiat. A una hora de vuelo, en Nuiqsut, un pueblo Inupiat fuera del refugio, desde hace 10 años los 450 habitantes rentan sus tierras a compañías petroleras por unos 20 mil dólares al año por familia. Un miembro del consejo tribal se queja: "Nos prometieron cincuenta empleos por año, pero nunca los tuvimos", y señala que ahora en cada hogar hay un caso de asma, hay problemas de la tiroides, suben los trastornos sociales tales como el alcoholismo, el consumo de drogas, la violencia doméstica y el vandalismo. Dice: "Hemos perdido el control, ya no podemos parar estas actividades". Los Inupiat de Kaktovik temen los impactos sobre su vida tradicional si se llega a aprobar la explotación petrolera dentro del Refugio, la cual dañaría seriamente la rica flora y fauna de Alaska.

No cabe duda que para los conquistadores modernos, ávidos de las riquezas que todavía encierran las tierras de las Américas, los indígenas siguen siendo un estorbo, bien que ya no los aperrean con alanos, lebreles y dogos como solían hacer Hernán Cortés, Pedrarias Dávila, Hernando de Soto, Pánfilo de Narváez y sus semejantes.

Otro 12 de octubre.


Enrique Krauze Las memorias de Díaz Ordaz
Reforma

Es una lástima que a cuarenta años del 68 las memorias de Gustavo Díaz Ordaz permanezcan inéditas. Su publicación no lo exoneraría de una responsabilidad histórica que él mismo asumió en su totalidad y a conciencia, pero arrojaría nueva luz sobre el episodio y contribuiría a un deslinde más justo de responsabilidades.

Gracias a la intercesión generosa del inolvidable Gilberto Borja, a medidos de los noventa entablé un fugaz contacto con su primo, el Ingeniero Gustavo Díaz Ordaz Borja. Hombre sencillo, caballeroso y serio, accedió a conversar sobre las memorias de su padre. El tema era (y sigue siendo) dolorosísimo para él y su familia. A pesar de conocer mi postura irreductiblemente crítica, Gustavo -en un gesto que agradecí- accedió a permitirme la lectura de esas páginas en su oficina. Finalmente incluí algunos breves pasajes y glosas en mi libro La presidencia imperial.

Sin formar, según recuerdo, una unidad autobiográfica completa, la copia mecanográfica que consulté me impresionó por dos motivos: la marcada inclinación de Díaz Ordaz a ver huellas de una conjura contra México en cada minucia y la mala información con que contó para tomar sus decisiones. En el marco de un sistema que concentraba el poder absoluto en el presidente, ambas condiciones -la paranoia y la distorsión- contribuyeron decisivamente a la tragedia.

A la mentalidad conspiratoria -arraigada firmemente en la biografía personal y pública de Díaz Ordaz- cabe achacar una parte del problema. En muchas ocasiones, el presidente veía -de verdad- "moros con tranchete" o magnificaba datos ciertos pero incidentales, desconectados o, en todo caso, manejables. En aquellos crudos tiempos de la Guerra Fría, la intervención soviética pudo ser tan cierta como la de la CIA, pero el selectivo lente presidencial sólo veía el complot comunista para apoderarse de México, para "cambiar a México". Según el testimonio que recogí de Gilberto Rincón Gallardo, las conspiraciones revolucionarias que Díaz Ordaz consignó en sus memorias (producto de la Internacional Comunista y la Trilateral reunidas en 1967 en la Habana) fueron prácticamente inexistentes en el caso de México, único país iberoamericano que mantenía relaciones con Cuba. Pero para Díaz Ordaz la conspiración era un hecho incontrovertible, peligrosísimo e inminente. A partir de esa premisa, tomó la resolución de llegar hasta las últimas consecuencias, como informó con ominosa claridad el 1o. de septiembre.

Pero la desinformación o, peor aún, la distorsión informativa no fue sólo responsabilidad suya sino de sus ministros, y muy en particular del Secretario de Gobernación Luis Echeverría, que era -según los más diversos testimonios e indicios- su principal fuente de noticias. Díaz Ordaz no manejaba idiomas, desconfiaba de la prensa internacional, despreciaba a la mexicana y escuchaba a muy pocas personas. Estaba aislado, pero el Secretario de Gobernación tenía su confianza. Por desgracia, la información que le trasmitía no era fidedigna, y con toda probabilidad no lo era a sabiendas.

Un ejemplo, en particular, llamó mi atención. Díaz Ordaz menciona una "bandera rojinegra" ondeando en Catedral. Al reconstruir la escena con testigos presenciales (incluidos los religiosos de la Catedral en aquel tiempo), pude confirmar que el dato era inexacto. Pero el presidente desprendió de él la prueba de una conspiración que pretendía involucrar al clero. ¿Quién le proveyó de esa falsa información?

Quien haya sido, conocía muy bien la vertiente paranoica del presidente: la conocía y la alimentaba. Es sabido que, en aquellos albores de la carrera presidencial rumbo a las elecciones de 1970, Emilio Martínez Manautou y Alfonso Corona del Rosal (dos "presidenciables") habían perdido "el oído" del presidente por mostrar frente a él actitudes de cordura que, a sus ojos, parecieron tibias y temerosas. Ortiz Mena, el ministro de Hacienda, estaba fuera de la jugada. No es imposible que esa información sobre la bandera lo mismo que otras alarmas similares hayan provenido de Bucareli. Echeverría, por supuesto, negaría los hechos. Circula en estos días un libro suyo. Según los adelantos publicados, insiste en inculpar a su jefe de entonces, el mismo que -en el acto de mayor confianza- lo destapó para "la grande".

Estoy persuadido de que la familia de Díaz Ordaz debería propiciar la publicación de las memorias en una edición cuidadosa, con un prólogo objetivo, notas al pie de página e identificación nítida de personajes que -si no recuerdo mal- aparecen con iniciales. Las regalías podrían dedicarse a una causa social. Acaso el ex presidente no las redactó con el propósito de publicarlas. Tal vez sólo quiso dejar testimonio para sus allegados. Pero, a cuarenta años de distancia, para el avance de la verdad histórica (que es un valor en sí mismo) nuestra democracia se beneficiaría mucho al escuchar el testimonio personal de Gustavo Díaz Ordaz. Y quizá hasta la memoria de Díaz Ordaz -que sus hijos y familiares resguardan con lealtad- lo necesita también.


SUPLEMENTO DOMINICAL “ENFOQUE” DEL REFORMA

Colaborador Invitado / Tres en uno

El periodista que el martes será condecorado con la medalla Belisario Domínguez, visto por su hijo

Colaborador

(5 octubre 2008).- Tomás Granados Salinas
Director de Hoja por hoja.


Me llevó varios años darme cuenta de que soy hijo de Granados Chapa. Tal vez eso se explique por el hecho obvio de que, cuando nos conocimos, Miguel Ángel estaba lejos de ser la persona que el próximo martes, al cumplirse 95 años del ominoso asesinato del senador chiapaneco, recibirá la medalla Belisario Domínguez. En nuestras casi cuatro décadas de convivencia ocurrieron dos cosas que me llevaron a ensanchar, sin todavía haberlo agotado, el conocimiento que tengo de mi padre. Por un lado, en ese periodo se sucedieron los triunfos, los quebrantos y las conquistas que en buena hora reconoció el Senado; por el otro, los años me han permitido identificar primero al progenitor, luego al personaje público y finalmente al hombre; mi emocionada y acaso inesperada conclusión es que los méritos de cada una de esas advocaciones son en gran medida los mismos.

A comienzos de los años setenta, un Miguel Ángel lampiño se ganaba el pan en la redacción de Excélsior y, aunque había empezado a firmar sus textos, nada podía sugerir que la suya se convertiría en una resonante voz de la prensa diaria. La ruta recorrida por Granados Chapa desde entonces incluye escalas en algunos de los momentos más trascendentes del periodismo contemporáneo en nuestro país. Y aunque tengo conciencia de esas coyunturas, en realidad conservo pocos recuerdos. Sé más del golpe a Excélsior gracias a Vicente Leñero y Los periodistas que por mi propia memoria; cuando hace poco releí la novela, encontré en uno de los Migueles -el otro se apellida López Azuara- a un lúcido personaje que poco tenía que ver con el padre que alguna vez organizó una comida sabatina para que sus hijos viéramos en la tele el combate entre Mantequilla Nápoles y Carlos Monzón o el King Kong que muere al pie del Empire State. Digo sin recriminaciones que mi padre era entonces, debido a los desquiciados horarios del diarismo, una cariñosa ausencia. Es un tiempo en el que aprendí a apreciar la menos importante de sus aptitudes profesionales: la rapidez con que aporreaba la máquina de escribir; no pocos de mis trabajos escolares en la primaria, terminados a deshoras, se beneficiaron de esa destreza. Las reuniones en casa de las que surgió Proceso perduran en mi memoria sólo por las secuelas al día siguiente: mi hermano y yo nos apropiábamos de las botanas sobrantes, los refrescos que sin estar proscritos casi nunca llegaban a nuestra mesa, los postres. De su salida de Unomásuno sólo recuerdo la coincidencia de que se concretó durante un día de mi cumpleaños.

Mi adolescencia resintió neuróticamente las deferencias que la gente tenía conmigo por ser hijo de quien era. En retrospectiva veo con una sombra de vergüenza esas reacciones juveniles, meras pataletas frente a una realidad a la que debí acostumbrarme: Granados Chapa había crecido mucho más que Miguel Ángel. Esquivé la tentación del parricidio estudiando matemáticas y mecánica automotriz, emigrando brevemente a Estados Unidos y a Francia, escribiendo algo que se pretendía literatura y no periodismo, hasta que sin notarlo comencé a verlo allá a lo lejos, sin melindres, y me forcé a distinguir los dos seres que conviven en una misma persona. Ése debe haber sido el requisito para poder luego agregar un plano de igualdad entre nosotros: el día en que Marina y yo le comunicamos que Valentina venía en camino tuve una revelación en miniatura al caer en cuenta de que Miguel Ángel y yo compartíamos la condición de padres. De entonces a la fecha veo en él a un par, alguien como todos, con fragilidades y apetitos, temores y alegrías de escala humana.

Desde luego, no he leído toda su producción: nunca leí la Plaza Pública en las páginas deficientemente impresas de Cine Mundial, lo hice una que otra vez mientras se alojó en el diario de Becerra Acosta y más a menudo en La Jornada, pero sólo se volvió una compañía cotidiana a partir de que encontró cobijo en Reforma. Sorprende la fecundidad de este escritor. Un cálculo conservador me hace suponer que ha escrito más de 40 mil cuartillas. Y sin embargo más sorprendente aún es la calidad de esa obra, así en la forma como en el fondo. Su vocabulario no sólo es rico y sabroso, sino oportuno e iluminador: quien lee a Granados Chapa reconoce que la riqueza léxica es más una herramienta epistemológica -una lente para mirar el mundo- que un mero recurso de estilo. Me parece además que uno de los secretos de su prosa radica en la estructura, tanto la de cada frase y párrafo como la del texto en su conjunto. De entrada, es ancho el repertorio de formas sintácticas de que echa mano, lo que da a sus páginas un colorido expresivo que no suele habitar en la prensa. Pero la argumentación, es decir la sucesión bien hilada de premisas y conclusiones, de datos y especulaciones, resulta ejemplar. Y encima rehúye siempre la ambigüedad en los juicios y los lugares comunes a los que, por pereza, son afectos muchos periodistas, que acaso no han aprendido la lección de oro que no recuerdo quién transmitió a Granados Chapa: nunca escriba algo de una persona que no pueda decírselo a la cara. Digamos, en suma, que en cada página pone la energía de un corredor de 100 metros, pero lo ha hecho ya a lo largo de todo un maratón. Algo sobrevive ahí, magnificado, del atleta preparatoriano que gustaba de participar en pruebas de medio fondo.

El martes veré cómo la República festeja a Granados Chapa; yo celebraré también, acaso más intensamente, con Miguel Ángel.



Un adelantado del periodismo

Artículo Medalla Belisario Domínguez

Carlos Monsiváis

(5 octubre 2008).- Granados es una novedad en el medio: un periodista que entrega a diario un dossier, un expediente o una noticia estudiada e incorporada a una explicación general.



La formación inicial

Miguel Ángel Granados Chapa nace en Pachuca, Hidalgo en 1941, estudia Leyes y periodismo en la UNAM, desde la adolescencia se interesa en el periodismo, interviene en un proyecto fallido (la formación de un partido socialcristiano), y colabora y codirige en diversas publicaciones y estaciones de radio (fue director de Radio Educación, por ejemplo). En 1965 entra a Excélsior, en donde es secretario de redacción, articulista, secretario de la redacción y subdirector editorial, entre otras tareas. Casi desde el principio Granados se incorpora al grupo alrededor de Julio Scherer García, impulsor de las transformaciones graduales y/o radicales en el periódico.



El Oficio

¿Qué es en la década de 1960 El Oficio (periodístico)? El término, hoy fuera de circulación, designa a una versión, la más rigurosa, de la tradición de las redacciones, centrada en la visión lo más unitaria que se puede de la realidad del país y (en algo) del mundo. Los del Oficio marcan la jerarquización de las noticias con intuición y con sujeción inevitable a las reglas de juego y conocen a fondo el meollo de lo que no se publica (crímenes son del tiempo que es censura). Granados se hace amigo de los consagrados del Oficio: Julio Scherer, Francisco Martínez de la Vega, José Alvarado, Manuel Buendía. Renato Leduc, Elena Poniatowska y de buen número de los que, sin tanto renombre, son "la Universidad" a la disposición.

Un dato básico de los practicantes del Oficio: el respeto al lector, al que los "maquinazos" agreden, y al que no se le debe engañar con escamoteos ideológicos y digresiones de principio a fin. Granados aprende bien las leyes del Oficio y está muy al tanto, y divertidamente, de los que "desconocen el Oficio". Lo singular de Granados es su resistencia al lirismo (una especialidad de José Alvarado y, a veces, de Martínez de la Vega), al pintoresquismo y a la intervención desmesurada del Yo. Granados es muy escueto, asume un tema, lo sitúa en su contexto jurídico, político o económico, ofrece sintéticamente la trayectoria de la persona o la institución abordadas, o los motivos de un fenómeno, y da sus conclusiones, críticas y a veces muy ásperas, pero nunca ad hominem, jamás insultantes (ésta también es una regla del Oficio: el insulto favorece al insultado porque exhibe la debilidad de la argumentación que a eso desciende).



Excélsior

En Excélsior Granados aprende con método ejercicios de las visiones de conjunto. En la etapa 1968-1976, cuando Scherer dirige y transforma Excélsior hasta donde le es posible (bastante), Granados mantiene su actividad múltiple y contribuye muchísimo a fijar el nuevo tono del distanciamiento crítico. El 68 sorprende y radicaliza a un buen número de periodistas, y Granados no es una excepción. Al revisarse aquellos artículos (Oh, tú, Hemeroteca, dueña de los secretos) se advierte la obstinación que escudriña sin aspavientos, la actitud que ya no abandonará.

Mientras el equipo del presidente Luis Echeverría organiza el golpe a Excélsior, que irrita por su examen cada vez más despiadado del gobierno y de su primer mandatario, el "Faraón del Tercer Mundo", Granados observa con agudeza la caída o el ascenso, a elegir, del reportero (malísimo) Regino Díaz Redondo. Ya convencido de lo que, sin melodrama alguno, es una traición, Granados convoca a varias reuniones en su casa. Recuerdo una de ellas, antes del golpe del 8 de julio de 1976, cuando se redacta el texto de apoyo a Scherer y de rechazo de la intriga de Díaz Redondo/Echeverría (no en este orden). Granados redacta la carta con su rapidez habitual, no hay distancia entre su sintaxis oral y su sintaxis escrita, y el texto es muy contundente. Los firmantes proponen pero vienen los golpistas y lo descomponen. El grupo de Díaz Redondo, que todavía no incorpora al articulista Gastón García Cantú, al posesionarse del diario, en lugar de nuestro alegato publica una página en blanco.



Proceso, La Jornada, Canal 11, Radio Educación

Desde Excélsior, Granados practica distintos géneros periodísticos: el artículo, el reportaje razonado, el miniensayo. Mencioné el "reportaje razonado", y me explico: es un resultado de la información completísima que entrevera el relato de un hecho noticioso mientras sitúa sus vínculos con otros fenómenos. Por sobre la pasión narrativa, el servicio a los lectores.

Ya desde el semanario Proceso, es muy amplio el reconocimiento al trabajo de Granados por varias razones: su acuciosidad, y su manejo de dos archivos extraordinarios (el que guarda y pone en su oficina y su memoria), su capacidad de trabajo y su combatividad vertida en una prosa sin estridencias, sin revelaciones o exposés, sin arrebatos o mala fe. En el sentido técnico, Granados es una novedad en el medio: un periodista que entrega a diario un dossier, un expediente o una noticia estudiada e incorporada a una explicación general.

En Unomásuno, Granados es uno de los subdirectores, en La Jornada es subdirector y director general por un tiempo. En ambos diarios la tendencia es de izquierda con causas hasta ese momento ignoradas o desdeñadas por el periodismo: los derechos reproductivos, los derechos de las minorías, la ecología, la libertad del lenguaje (todavía en Excélsior no se puede imprimir chingada, hoy un vocablo de los tiempos idos), la defensa de los movimientos sociales, algo ya incontenible en 1985, al surgir casi formal la sociedad civil en los días del terremoto en la Ciudad de México.

Al fundar y dirigir un semanario, Mira, Granados no tiene suerte o ya el mercado está saturadísimo.


Proceso, Reforma

A lo largo de casi cinco décadas de ejercicio profesional de Granados, se modifican al límite las características del periodismo, la tecnología hace a un lado las razones del Oficio, las redacciones son ya radicalmente distintas (navegar por la Red anula la Universidad de la Vida), el respeto al lector toma otros caminos (lo bien escrito deja de ser un requisito exigible, o ya es casi imposible definir lo bien escrito), el Internet es la Universidad incesante. En Reforma y en Proceso, de donde se va un tiempo y a donde vuelve, Granados, con un prestigio acrecentado, despliega sus virtudes: el archivo al que Internet beneficia pero no inventa, la memoria personal disciplinada y organizadísima, se trate de políticos o clérigos o empresarios para los que el olvido es una "absolución de pecados", se trate de poemas o de letras de canciones; de leyes o de modificaciones administrativas. En Reforma publica seis días a la semana su columna Plaza Pública, y en Radio UNAM mantiene de lunes a viernes un programa informativo con ese nombre.

Granados, el irrebatible. Si sus opiniones se discuten, algo necesario, en todos los casos, sus argumentaciones jurídicas y políticas están siempre bien estructuradas. A diferencia de una de las tradiciones más arraigadas en el medio periodístico, Granados no improvisa y lo que escribe viene de su práctica de investigación permanente.

La realidad política cambia, gana el poder formal la derecha (Vicente Fox, Felipe Calderón), el PRI se vuelve una confederación de cacicazgos y clientelas, la izquierda tiene líderes genuinos que asisten al desbaratamiento del PRD, pero lo que continúa, acrecentado, es el auge de la impunidad, la madre y la beneficiaria de todas las batallas. Granados, que sí toma partido y cuya objetividad nunca se exime de promover y defender causas, se concentra crecientemente en el examen de la impunidad, lo que a los ojos de los cínicos es tiempo perdido pero lo que acentúa su condición de referente indispensable. Si antes se creía inútil examinar y documentar las interminables violaciones de la ley y los premios cuantiosos a los culpables, Granados, un adelantado del periodismo de investigación, entrega su propuesta: si los gobiernos se fundamentan en la impunidad, su organigrama de dispensaciones, a los ciudadanos les toca inconformarse con energía, y el primer paso es la información fundamentada.

En 2008 Granados es una figura primordial del periodismo. En su caso, además de lo que cada lector y cada lectora le atribuyan, esto remite a su amor cotidiano por la responsabilidad. La impunidad continúa al frente de los certificados de pureza instantánea de la clase gobernante y sus esbirros o teóricos, pero los ciudadanos, y esto es definitivo, ya han dejado de creerles, digan lo que a veces dicen las encuestas. Y uno de los responsables mayores del "descreimiento" es Miguel Ángel Granados Chapa, un convencido de la puerilidad a que quiere someter al país la maquinaria de lo impune. Eso lo sabe Granados y lo enfrenta: el que en los asuntos que importan fuere como niño, nunca ejercerá la ciudadanía que es, desde lo informativo y lo crítico, la mayoría de edad.




54 razones para reconocerlo

Viva voz Medalla Belisario Domínguez



(5 octubre 2008).- Convocados por Enfoque, intelectuales, periodistas y políticos expresaron su opinión acerca de Granados Chapa y su obra. El resultado: un mosaico en el que se retrata fielmente lo prolífico de su carrera periodística. Estos 54 lectores, algunos de ellos protagonistas de sus columnas diarias, destacan su profesionalismo, constancia, honestidad, rigor periodístico y el buen uso que hace del lenguaje. Al hablar de él y su Plaza Pública, recorren al mismo tiempo la historia de México de las últimas cuatro décadas.



Sergio Aguayo Quezada
politólogo

Se lo merece. Miguel Ángel se merece la Belisario Domínguez porque su vida ha sido una permanente constatación de que los valores universales pueden sobrevivir.

Ha sido, es, fiel a los principios y su honestidad deslumbra en un país donde las capitulaciones éticas se repiten sin cesar diezmando generaciones alguna vez promisorias.

El reconocimiento es también una brizna de esperanza de que tal vez, y a lo mejor aunque quién sabe, mejorará la calidad de la vida pública. Es digno de encomio que nuestra clase política hiciera a un lado su proverbial mezquindad para unirse y reconocer las virtudes ciudadanas a quien se ha ganado, y con creces, los honores que la patria le reconoce.

Por si fuera poco, Miguel Ángel tiene la virtud privada de ser un amigo leal, generoso y bondadoso. Enhorabuena.




Javier Aguirre
ex director técnico del Pachuca

Es un hombre comprometido con su tiempo y con su país, con su profesión. Realmente es la misma imagen que yo tenía de él desde que lo leía, de siempre, y luego lo pude constatar cuando tuve la oportunidad de saludarle, de conocerle en el estado de Hidalgo, precisamente en Pachuca, cuando dirigía al equipo de futbol Pachuca. Fue una charla muy sabrosa. A mí ese día me terminó de conquistar porque siempre leerlo era un placer... te movía a la reflexión indudablemente y además, él ejercía congruentemente. Un hombre que así lleva su vida, como la escribe, como se comporta. No hay más que palabras de respeto, de admiración y cuando lo pude conocer a mí me impactó muchísimo cómo tenía preocupación, cómo estaba enterado de todo lo que acontecía en el estado de Hidalgo, esa preocupación permanente porque Hidalgo saliera de ese rezago histórico en que él entendía que se encontraba.




Jorge Alcocer V.

director de Voz y Voto

Granados Chapa es, primero que nada, un periodista, y también un hombre del servicio público. Me tocó la suerte de platicar con él en 1994 para informarle de su candidatura a consejero ciudadano del IFE; la única condición que puso fue no interrumpir su columna diaria, Plaza Pública. En el ejercicio de aquel encargo, Miguel Ángel se distinguió por su serenidad y objetividad, cualidades que le otorgaron un reconocido liderazgo.

Tiempo después buscó ser candidato pluripartidista a gobernador de Hidalgo; le di mi opinión, contraria. Entonces evocó el ejemplo de su maestro, Francisco Martínez de la Vega, quien por el favor de un Presidente había sido gobernador interino de San Luis Potosí. Sólo que Miguel Ángel no quería un favor, sino ganar en las urnas. No lo logró; los hidalguenses se privaron de sus servicios, él siguió en sus afanes.

Años atrás, cuando el diario La Jornada estaba urgido de contar con una imprenta confiable, me auxilió en las negociaciones para adquirir la rotativa e instalar el taller que el PSUM financió para tal efecto. Alguna vez habrá que develar esa micro historia.

A lo largo de casi tres décadas, desde que él asistía puntual, en el año 1979, a las sesiones de la Cámara de Diputados, todavía en el recinto de Donceles, me ha distinguido con su confianza. No siempre hemos estado de acuerdo, pero mis discrepancias con sus opiniones, y de él con las mías, nunca nos apartaron.

Este 7 de octubre, Belisario Domínguez estará orgulloso de que la medalla senatorial que lleva su nombre sea colocada en el pecho de un hombre que fiel a sus ideales, intransigente en sus convicciones, leal a su adscripción política, ha servido a la República: Miguel Ángel Granados Chapa.




María Elena Álvarez
diputada federal del PAN

Miguel Ángel Granados Chapa es un periodista en toda la extensión que la modernidad de los medios da a esta palabra. Comprometido con la verdad, voz y pluma críticas, siempre al servicio de su país y de las causas justas, Granados Chapa no sólo se compromete, se arriesga y manifiesta pluralidad ante el radicalismo actual.




Luis H. Álvarez
comisionado de los Pueblos Indígenas

Con espíritu crítico y, siempre con profundo respeto por la diversidad ideológica, Miguel Ángel Granados Chapa ejerce un periodismo de análisis que es, a la vez, promotor y resultado del espacio democrático que, paulatinamente, se ha ensanchado en el México de nuestros días. Su Plaza Pública es un recordatorio permanente de que el pensamiento puede y debe dirimirse de frente, en un ámbito de libertad y de responsabilidad. Por ello, es muy merecido que el Senado de la República lo haya distinguido con la medalla Belisario Domínguez.




Carmen Aristegui F.

periodista

Miguel Ángel Granados Chapa ha desplegado, por décadas: inteligencia, rigor periodístico y sagacidad. Siempre desde una mirada crítica a cualquiera de las formas del poder. Figura fundamental en la construcción de espacios para la prensa libre; ciudadano comprometido en las luchas democráticas; maestro de periodistas y profesor universitario. La pluma de Granados Chapa es reconocida hoy como la más influyente y respetada de la prensa mexicana. Su columna Plaza Pública, con más de 30 años, ha ido a contrapelo de lo que -como él recuerda- decía con ironía su paisano Ricardo Garibay: "la política es lo que ocurre entre los políticos". Para Granados Chapa, no; "la política es lo que ocurre entre los ciudadanos". Definición fundamental que ha dado sentido y rumbo a una existencia plena.




Bernardo Bátiz
secretario de seguridad del "Gobierno Legítimo de México"

Si alguien merece la medalla Belisario Domínguez es precisamente Miguel Ángel Granados Chapa, porque la medalla lleva el nombre de un ciudadano que fue sacrificado por su valor civil y por su amor a la libertad de expresión.

Granados Chapa es, antes que nada, un ciudadano que tiene valor civil y que hace uso cotidiano de la libertad de expresarse; es un ciudadano que ha aceptado con seriedad el papel de serlo.

Aceptó la candidatura a gobernar el estado de Hidalgo, sin pertenecer a ningún partido y a sabiendas de que se enfrentaba a caciques locales y a un partido habituado a falsear las elecciones; aceptó ser árbitro electoral en la mejor época del IFE y cumplió a cabalidad, con sobriedad y patriotismo la difícil responsabilidad.

Ha sabido ser ciudadano más allá de su Plaza Pública, lo ha sido en la calle, haciendo proselitismo, en los cargos públicos y en su vida diaria. Sin duda es un buen periodista, sus columnas son leídas y seguidas por muchos, amigos y contrincantes, lo leen lo mismo quienes están de acuerdo con él y quienes no lo están; sus análisis políticos, sus opiniones, sus razonamientos jurídicos son impecables, nadie duda de su vocación por la verdad como periodista ni de su capacidad como jurista y su apoyo a las causas justas.

A su amplia información, esencial para un comunicador, une la claridad del pensamiento y criterio de un jurista certero.

Pero más que periodista y más que estudioso del derecho, Granados Chapa ejerce la vocación de ciudadano, con sencillez, con dignidad, con probidad intelectual y esas virtudes son las que se premian con la medalla que se le otorga.




Manlio Fabio BeltroneS
líder del PRI en el Senado

Existen muchas razones para congratularnos por los 45 años de ejercicio periodístico de Miguel Ángel Granados Chapa, pero la principal, sin duda, es el nivel de excelencia a que ha llevado su profesión. Como muestra de ello está su reciente ingreso como académico de la lengua, pero sobre todo el compromiso ético en el desempeño de su oficio y sus pródigos conocimientos del derecho. Pertenece a una excelente generación de periodistas mexicanos que han contribuido enormemente a forjar el México que hoy vivimos, por lo que celebramos junto con él este aniversario.




Javier Corral
presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información

Escritura sintáctica, honestidad intransitable.

No hace mucho tiempo que Margarita Zavala -la inalterable Margarita, que no obstante residir en Los Pinos conserva los pies en la tierra-, me confió que tanto ella como Felipe Calderón, "en mucho, nos hemos formado en las columnas de Miguel Ángel Granados Chapa; muchas de nuestras decisiones estuvieron influidas por sus análisis".

No soy indiscreto porque, días más tarde, la esposa del Presidente se lo dijo personalmente a Miguel Ángel en una comida sin sobresaltos, ni condescendencias de nadie. Ella no se aguantó y le expresó su resistencia a la dura y puntual crítica que el periodista lanza cotidianamente a Calderón. Miguel Ángel dijo seguir siendo y haciendo el periodismo que ha hecho siempre, lo que pasaba en el fondo es que como ellos habían cambiado de trabajo, ahora despachaban ni más ni menos que en Los Pinos y desde ahí el escrutinio periodístico no se percibe igual que en la oposición.

Celebraron los dos el encuentro, con el reconocimiento mutuo. Pensé para mí, los dos siguen siendo los mismos.

Traigo a cuento esta anécdota porque me parece importante reflexionar en el servicio que Granados Chapa ha hecho a México, para tener el mérito de recibir la medalla Belisario Domínguez: ¿cuántos miles de mexicanos se han formado en el periodismo agudo, la visión crítica, la alerta oportuna, la denuncia fabrida, que a lo largo de 45 años ha ejercido Miguel Ángel Granados Chapa?

Ha sido, en la más amplia y digna expresión de la palabra, un Maestro de generaciones, en el periodismo, en la política y en la cultura. Intransitable en el compromiso con la ética, preciso en el lenguaje, sintáctica su escritura, asombrosa su memoria, ha puesto desde siempre la verdad como deber, y la historia de esa combinación de valores lo ha hecho desde entonces y hasta ahora, un periodista insobornable. Granados Chapa es eso que uno puede poner frente a los demás sin discusión alguna, como ejemplo de integridad. Tan escasa en el periodismo de nuestros días, casi liquidada en el mundo de la política partidista.




Santiago Creel
senador panista

Sin duda, la trayectoria de Granados Chapa ha sido ejemplar en su compromiso con su profesión de periodista y, dentro de ella, con su compromiso a la verdad, a la objetividad, a su labor de investigación y sobre todo a privilegiar siempre la verdad sobre cualquier otro interés.

Su principal aportación es dar un testimonio constante y permanente, reflejar lo que es la realidad del país, revelar las cosas, en este doble sentido que tiene la palabra: Revelar de aclarar, de llegar al fondo, a las causas primeras de los actos o de las tomas de decisiones, pero revelar también en el sentido de que Miguel Ángel ha sido militante de causas, causas que revelan, que tocan las fibras profundas del sentimiento, de la indignación; causas que tienen que ver con injusticias, pero particularmente las que vienen del poder, de los poderosos, de los opresores, de quienes están arriba, y esto habla doblemente bien de esa revelación.




Germán Dehesa
escritor

Por mucho tiempo, Miguel Ángel Granados Chapa fue para mí un respetabilísimo nombre al que no podía yo adjudicarle un rostro, unas gafas y una sonrisilla lateral.

Fue en casa de Federico Reyes Heroles donde por fin lo conocí y comencé a interiorizarme en su oceánica memoria que conserva todas las minucias de nuestra historia.

Vino después la formación del equipo que haría Reforma. Saber que Miguel Ángel fungía como centro delantero, me aseguró que teníamos una alineación ganadora. Así ha sido y así será. Me siento contento y orgulloso de que reciba la medalla Belisario Domínguez. No digo más.




Fernando del Paso
escritor

Es y ha sido durante muchos años uno de los ejemplos más puros de periodismo valiente y consciente de los grandes problemas urgentes del país, de los que no ha acabado de salir. Es una persona en la que uno puede confiar, cuando la lee, en que nos está diciendo la verdad o lo que él considera como la verdad desde el fondo de su conciencia. Él se merece toda clase de reconocimientos que le pueda dar el país y todo el apoyo contra aquellos elementos siniestros que en un momento dado quisieran dañarlo y ponerlo en jaque.




Denise Dresser
politóloga

Días cabizbajos. Días de andar triste. Días de pensar que el gobierno no responde y los criminales se apropian del país. Días de declararse vencido, frustrado, cansado. Con ganas de izar la bandera blanca y reconocer la derrota.

Ésa es la tentación que existe, pero frente a la cual los ciudadanos del país no pueden sucumbir. No deben hacerlo. Porque allí está la vida de Miguel Ángel Granados Chapa y la bandera vibrante que enarbola.

Una bandera de periodismo comprometido, serio, importante. Años de escribir que México no funciona bien pero puede funcionar mejor. De pensar que para construir un gobierno diferente es necesario imaginar cómo podría ser. Y vivir exigiéndolo. La ruta de Granados Chapa demuestra que un solo hombre puede hacer una diferencia. Que la vitalidad y la fuerza de una sola persona pueden contribuir al cambio. Que es posible ser periodista y patriota y persona de luz al mismo tiempo.

En un país donde a diario millones de hombres y mujeres se vuelven agentes involuntarios de la injusticia, de la conformidad. Filas y filas de personas pasivas que marchan en contra del sentido común y de sus propias conciencias. Al servicio de los inescrupulosos. Al mando de los corruptos. A la orden de los demagogos. Frente a esa realidad, Granados Chapa siempre ha entendido que el deber de los hombres y las mujeres honestos es alzar la voz. Llamar a las cosas por su nombre. Vivir sin miedo. Vivir criticando. Vivir actuando. Convertirse en piedra en el zapato y espina en el costado y tuerca rebelde que detiene a la maquinaria. No permitir que otros pisoteen e ignoren derechos esenciales: el derecho a la verdad, el derecho a la justicia, el derecho a un México mejor. Convertirse en un hombre sin precio. Un hombre con "un hueso en la espalda por el cual no podías pasar la mano" como diría Thoreau.

Más que nunca su voz importa. Más que nunca se vuelve imprescindible esa persona armada de coraje moral, que camina con sus convicciones en la mano. Ése que le rinde tributo a su país, criticándolo. Porque sabe que la crítica no es una actitud anti-patriótica, sino todo lo contrario. Porque entiende que en México, la crítica es necesaria para combatir el silencio apabullante. Porque cree que es justo cuestionar a la autoridad arbitraria, a los que abusan del poder que tienen, a los que fueron electos para representar a la población pero sólo malgastan sus impuestos. Cuestionar y actuar. Criticar y proponer. Sentarse detrás del escritorio y marchar en la calle. Eso hace Miguel Ángel Granados Chapa. Ése es Miguel Ángel Granados Chapa. Un antídoto cotidiano al cinismo. Por eso es tiempo de celebrar su vida. Su buena vida.




Carlos Fuentes
escritor

El gran periodismo requiere honestidad, información, valentía, capacidad de análisis y conocimiento del público al que se dirige el periodista. Estas cualidades no se dan con facilidad. En Miguel Ángel Granados Chapa se han dado de manera magnífica y sobrada.




René Drucker
director de Divulgación Científica de la UNAM

Para mí Granados Chapa representa la cara inteligente del periodismo, es un personaje de enorme probidad a mi juicio, intachable, tremendamente incisivo y periodista de gran profundidad analítica; sin duda alguna merecedor de la medalla Belisario Domínguez.




Marcelo Ebrard
jefe de gobierno del Distrito Federal

Ha sido una referencia recurrente e imprescindible en mi generación como ejemplo de veracidad y honestidad a toda prueba.

Si tuviera que identificar a alguno de los principales constructores de la prensa libre en México, Miguel Ángel Granados Chapa sería uno de los más importantes.




Fátima Fernández
comunicóloga

Le he seguido la pista desde que entré a estudiar comunicación. Me lo presentó uno de mis maestros de entonces: Julio Scherer. Al terminar la carrera le pedí que me dirigiera la tesis. Prensa y poder en México era el tema. De la bibliografía me ocupé yo, lo que él me entregó fueron casos concretos, testimonios, reflexiones, historia viva. Lo escuché conversar varias veces sobre el periodismo nacional con Manuel Buendía, relataba con vivacidad sus pláticas sobre el mismo tema con Martínez de la Vega, me ilustraba con anécdotas sobre el embute y el surgimiento de cada diario. Se sabía y se sigue sabiendo los nombres, cargos y trayectorias de todos los políticos, de los funcionarios federales y estatales, de los que importan y de los que no.

Algo me ha quedado en claro con el correr de los años: pocos, muy pocos conjugan tanto oficio periodístico y tanta diligencia con algo que era más bien raro en la época en que él despuntó: la incorruptibilidad. La fidelidad a sus convicciones y la completa entrega a su trabajo merecen todos los aplausos de este año y de los que vendrán.




Diego Fernández de Cevallos
ex candidato presidencial del PAN

Ha sido un hombre comprometido con sus ideas, y sus ideales, y siempre ha dado testimonio de ello, independientemente de lugares y circunstancias. Desde luego, tengo con mucha frecuencia divergencias sustantivas por algunas de sus expresiones o posicionamientos, lo cual únicamente confirma la pluralidad que debe darse y respetarse en toda sociedad.




Xóchitl Gálvez
ex comisionada para el desarrollo de los pueblos indígenas

Es un periodista inteligente, analítico, ecuánime. Me gusta mucho oírlo por Radio Universidad porque tiene una manera de dar noticias muy diferente, que no sólo da la noticia sino la analiza, la noticia se ve desde una perspectiva diferente.

En periódico pues es un hombre valiente. Hoy es muy fácil criticar al Presidente, es muy fácil decir cosas; pero hace 30 años no era el país que es hoy. Hace 30 años se requería de valor.

Es un hombre de izquierda, un hombre que defiende sus convicciones y que a gente más joven, que es mi caso, nos ha permitido conocerle más. Difícil- mente hubiéramos podido, por ejemplo, hoy entender todo este problema de los cacicazgos en mi estado. Me da muchísimo gusto que sea hidalguense, es un gran hidalguense. Lamento muchísimo que no haya sido el gobernador de Hidalgo en el 99, porque la historia de este estado sería otra.

Para empezar, en el 99 el estado de Hidalgo no tenía deuda pública y después de seis años de un mal gobierno, pues el Estado se quedó endeudado y ni siquiera tuvo un crecimiento económico que dijéramos: "valió la pena".

Estoy segura que si Miguel Ángel hubiera sido el gobernador de Hidalgo, otra historia sería de este estado. Un estado más transparente, más solidario con los pobres, más enfocado a la educación; pero bueno, el hubiera no existe. Qué lástima pues, que todavía en mi estado la gente prefiera una despensa, un líder que habla muy bonito y no a una gente que piensa.

La verdad que lo admiro, lo respeto, lo quiero. Él tuvo conmigo algunos gestos cuando fui funcionaria que realmente me motivaron, un par de artículos que me hicieron reflexionar y sentirme muy bien también por tener el respeto de una persona como él.

Merecidísima esta medalla, necesitamos más mexicanos ejemplares, más mexicanos íntegros, que ésa es la palabra que yo podría decir de él.




Amalia García
gobernadora de Zacatecas

El reconocimiento a Miguel Ángel Granados Chapa, merecidísimo, nos dice que afortunadamente nuestro Senado y muchas voces, como las de él mismo, están luchando porque la valentía, el coraje, el sentido común prevalezcan A lo largo de su carrera ha sido congruente con su compromiso con la verdad, aunque sea dolorosa en muchas ocasiones, sobre todo porque sabe muy bien poner el dedo en la llaga. El ejercicio diario de Miguel Ángel nos dice a todos que no podemos sentirnos cómodos cuando mucho hay aún por hacer. Considero que su pensamiento es trascendente porque nos da siempre las coordenadas de a dónde estamos como país, como gobernantes, como entes públicos, como sociedad pensante.

La inteligencia, ejemplo de integridad, honestidad y congruencia de Granados Chapa hacen muy merecida esta distinción que la nación le otorga, mi mayor reconocimiento y amistad de siempre para él, muchas felicidades.




Francisco Labastida
senador priista

Granados Chapa representa dentro del periodismo nacional valores muy respetables y admirables, representa la congruencia, la honestidad, la tenacidad, el profesionalismo, la acuciosidad para estudiar los asuntos. Por eso, lo menos que podemos decir es que qué bueno que tenemos periodistas como él.

Miguel Ángel no tiene temas sentidos, a veces habla de su tierra, de Hidalgo, a veces se mete con problemas de seguridad pública, a veces economía, derechos humanos y asuntos políticos con mucha frecuencia.

Ha logrado construir, a lo largo de los años, un archivo muy importante. Uno de sus grandes activos es que cada vez que trata un tema tiene un archivo y una información detallada, precisa, confiable y escribe con autenticidad, con honestidad, dice lo que cree. Puede uno o no compartir lo que dice, pero sin duda son los juicios de un hombre respetable que ha hecho un trabajo del cual puede sentirse totalmente orgulloso.



Javier Garciadiego
presidente de El Colegio de México

Una de las cualidades que más admiro de Miguel Ángel Granados Chapa es su capacidad de trabajo, pues tiene una columna radiofónica desde hace muchísimos años, lo mismo que columnas periodísticas en varios medios de comunicación.

La segunda característica que admiro de él es su espléndido manejo del idioma castellano. Sobre todo admiro su capacidad analítica y su información sobre el sistema político mexicano de los últimos 30 años, que son simplemente abrumadoras.





Enrique Krauze
historiador


Buenos días, Miguel Ángel.


Tengo muchas imágenes tuyas, Miguel Ángel. La más antigua en el despacho de Radio Educación, una vez que hablamos -recuerdas bien- sobre el programa Zona Franca. Luego varias postales en el Sanborns de San Ángel, preparando tu Plaza Pública. Tomábamos café y hablábamos con esperanza sobre el fin del PRI y el nacimiento de la futura democracia. Luego nuestras charlas más recientes en La Cava, tú dándome consejos sobre lo privado y lo público. No te recuerdo cantando boleros (se dice que te los sabes todos) pero sí te veo entrando presurosamente a la Sala Ollin Yoliztli, para escuchar -como todos los domingos- el concierto de la OFUNAM. Tu prosa escrita me acompaña día con día, desde hace miles de días, desde Excélsior, La Jornada, Punto, Mira (tu revista visual), Proceso y Reforma. Y tu prosa verbal, inconfundible y precisa, me da los buenos días en Radio Universidad. Aquí está otra imagen, el día de tu homenaje, cuando me honraste al invitarme a comer con tus maravillosos hijos. Ahí elogié tu cuidado en recoger puntualmente las vidas de los otros. ¡Qué hombre de trabajo y rigor has sido, Miguel Ángel! Fue la escuela de tu madre, según explicaste la única vez que te permitiste hablar en primera persona. Abogado y liberal, como los grandes tribunos del XIX. Es tal el respeto y el afecto que te tengo, que estoy de acuerdo contigo hasta cuando no lo estoy. Y como yo tampoco canto mal las rancheras espero verte, un día de estos, para averiguar si de veras -como en la política y la amistad- te las sabes todas.

Te abraza tu amigo, Enrique Krauze.




Marta Lamas
feminista

Admiro y quiero a Miguel Ángel Granados Chapa por su congruencia vital y política.

A lo largo de estos años ha apoyado las causas feministas desinteresada y eficazmente. Además, siempre me ha impresionado el pegue que tiene con las mujeres. Muchas de mis amigas han estado enamoradas de él, y con razón. Es inteligente, encantador y galante. Yo estoy enamorada de su compromiso con la libertad de expresión y su lucha contra la injusticia.




Vicente Leñero
periodista y escritor


Vigilante de la verdad.


De Miguel Ángel Granados Chapa se puede decir todo lo que merece decirse de un periodista consagrado por su propio trabajo.

Como analista político: la precisión y la propiedad de su lenguaje (no en balde es académico de la lengua) otorgan a sus reflexiones políticas la certeza de un juicio madurado durante años por su pasión por la verdad y esa entereza de llamar por su nombre a las arbitrariedades y a la pereza del poder.

Como informador: su privilegiada memoria y su extraordinario archivo personal han demostrado que los hechos aparentemente aislados pertenecen a cadenas de acontecimientos que delatan a culpables y señalan orígenes necesitados del esclarecimiento puntual.

Como amigo: su entereza en la lucha por la libertad de expresión me hermanan siempre a sus causas legítimas. Desde que Luis Echeverría y su vocero a sueldo, el nefasto Jacobo Zabludovsky, devastaron al Excélsior de Julio Scherer, su ejemplo, su pasión profesional y su ética periodística me han orientado en los tercos afanes por la justicia.

Miguel Ángel es amigo, maestro, guía. Un auténtico vigilante de la verdad.




Eugenia León
cantante

A Miguel Ángel Granados Chapa le guardo gratitud porque las veces que llegué a conversar con él siempre fue, sin saberlo y sin proponérselo, una especie de maestro para mí.

Sus comentarios puntuales sobre cultura, historia y política de México siempre fueron más que aleccionadores.

Además de su gran calidad humana, todos sabemos que es uno de los grandes periodistas que ha tenido este país.

Ha sido un hombre apegado a la verdad y ha honrado a México con su congruencia y brillante trabajo como columnista y líder de opinión.




Andrés Manuel López Obrador
ex candidato presidencial del PRD

Un periodista ejemplar.

Muy merecido el otorgar la medalla Belisario Domínguez a un gran periodista como Miguel Ángel Granados Chapa.

Empecé a saber sobre Miguel Ángel desde mi época de estudiante. En 1976, lo vi por primera vez en el auditorio de Ciencias de la UNAM, luego del golpe al periódico Excélsior que dirigía don Julio Scherer. En esa ocasión, Miguel Ángel, Froylán López Narváez y el ingeniero Heberto Castillo expusieron a universitarios cómo el presidente Echeverría decidió silenciar para siempre a ese diario que había sido emblema de la libertad de expresión.

A partir de la fundación del Unomásuno, pasando por La Jornada, hasta ahora que escribe en Reforma, he sido un permanente lector de su columna Plaza Pública. Miguel Ángel ha dominado este género periodístico como nadie: no sólo es la constancia y el tiempo transcurrido, sino el rigor y la objetividad que lo distinguen.

Entiendo que escribir una columna diaria no es cosa sencilla. Y hacerlo bien, mucho menos. No se trata del maquinazo, como se decía antes; tampoco de escribir sin argumentos o calumniar o, de plano, copiar lo ordenado desde el poder que tanto ha desprestigiado a este género, y ha dado lugar a la exigencia de que exista la contracolumna.

Miguel Ángel es un maestro del periodismo. Posee una trayectoria ejemplar: nunca ha perdido el rumbo; no ha sido oficioso o alcahuete del régimen; mucho menos ha utilizado su prestigio para enriquecerse, cosa muy común en el periodismo y en el oficio de la política, donde gente mediocre y sin escrúpulos se corrompe de la noche a la mañana. Pero Miguel Ángel no sólo es un periodista con talento y fama pública sino, también, un buen ciudadano. Siempre ha sido un promotor de la democracia en México. Sus escritos, la mayoría de las veces, recogen el sentir de otros (muchos) y, hasta en circunstancias difíciles, ha optado a favor de causas justas.

Mi admiración y respeto para ti, Miguel Ángel.




Lorenzo Meyer
historiador

Hay dos cosas muy significativas de Miguel Ángel cuya combinación lo hace realmente único, junto con el profesionalismo en el cuidado tanto en la forma como en el contenido. Es la combinación del abogado con el periodista profesional, que en él tienen un ejemplo espléndido. Pero eso no es lo único importante. Profesionales del periodismo hay muchos y buenos. El otro elemento es el elemento ético, en donde destaca por sobre todas las cosas. Es un analista de México o de los fenómenos mexicanos que nunca sucumbió a las tentaciones del poder, tan frecuentes en el medio. Él sistemáticamente llama a cuentas a quienes en México en términos normales no se llama a cuentas. Desde el Presidente, los gobernadores, los hombres de empresa. Todos los que en México han disfrutado de impunidad, tienen que rendir cuentas en la pluma de Miguel Ángel. En ese sentido, él le ha hecho un servicio al país que las instituciones formales, como el Poder Judicial o el Poder Legislativo, son incapaces de cumplir. Por eso Miguel Ángel es tan importante.



Germán Martínez
presidente del CEN del PAN


Maestro Granados Chapa.

Varias veces coincidimos en la Sala Nezahualcóyotl de Ciudad Universitaria, para escuchar los conciertos de la Orquesta Filarmónica de la UNAM.

Si no recuerdo mal, la temporada de verano del año pasado, no se perdió un solo concierto del más grande sinfonista del siglo XX, Dimitri Shostakovich.

La música, pues, es parte sustantiva que entusiasma esa "plaza privada" del escritor de la Plaza Pública.

Sus escritos son como una partitura musical en la crítica inteligente e informada de la realidad política mexicana, una partitura que luego otros ejecutan, interpretan y repiten, por eso, Granados Chapa es un líder de opinión.

Puede uno coincidir o no con sus argumentos y convicciones, pero nadie puede negar valor y sinceridad de cada una de sus palabras.

Miguel Ángel tiene la batuta en el periodismo, porque, estoy seguro, sabe tocar todos los instrumentos de esa actividad, es un auténtico director de orquesta del periodismo. Por eso a los directores de orquesta y a él se les dice: "maestro".




Froylán M. López Narváez
periodista

Alegra y satisface que se exalte el trabajo periodístico y docente del licenciado Miguel Ángel Granados Chapa. Persona y personaje de los medios, el de la literatura de prensa y el de las voces y expresiones radiofónicas, eminentemente. La alegría la suscita el contento que Miguel Ángel ha de albergar en su alma por la heterogeneidad de colegas que le han manifestado, y manifestarán, su gratitud y complacencia constantes por sus emisiones radiadas y sus escritos. Sentó plaza, Miguel Ángel.




Juan Camilo Mouriño
secretario de Gobernación

Una democracia vigorosa es un recinto en construcción permanente que aprende a nutrirse de convicciones y acciones por naturaleza plurales. Necesita de espacios para la nítida expresión de las ideas y la reflexión de lo público.

Pocas plazas han contribuido tanto en la edificación colectiva de un régimen de libertades como la Plaza Pública de Miguel Ángel Granados Chapa.




Porfirio Muñoz Ledo
coordinador del Frente Amplio Progresista

Es un fenómeno imprescindible en el paisaje de la comunicación mexicana; es al mismo tiempo un profesional del periodismo, un ombudsman y un cronista de su tiempo. Proviene de dos vertientes: la del humanismo periodístico de la Escuela Carlos Septién, y del profesionalismo de la casa Excélsior, de ahí el carácter de su trabajo: la exactitud, la información, la tarea de investigación y la capacidad de síntesis. Lo que otros emplearon para chantajear, para enriquecerse o para amedrentar, él lo ha usado para defender a la gente. Es un ombudsman en el sentido propio, que no es una gente de la autoridad, sino un defensor de los derechos humanos desde la sociedad, el prestigio social al servicio de la defensa de los derechos humanos. De ahí Plaza Pública, que es un ágora, el espacio de la gente. Es un cronista de su tiempo, porque si alguien quisiera reconstruir lo que ha ocurrido en México en los últimos 25 o 30 años basta la colección de sus columnas. Creo que la Belisario Domínguez es otorgada a alguien que no sólo es digno de ella, sino que es el perfil para el que fue creada la medalla y del que frecuentemente se ha apartado. Fue creada para premiar la libertad frente al poder, la integridad, el coraje ciudadano. Cuántos no han planeado cortarle la pluma y algo más a Miguel Ángel.




Beatriz Paredes
presidenta del CEN del PRI

Conocí a Miguel Ángel Granados Chapa como un hombre lúcido, preocupado y ocupado en pensar a su país, y sacudir conciencias, con el valor de la palabra, como periodista y comunicador.

Polemista, sabe asumir los riesgos de una voz crítica, defendiendo su verdad, y convivir con quienes sostienen ideas distintas. Al periodista, al intelectual, al político. ¡Enhorabuena!




Carlos Navarrete
coordinador del PRD en el Senado

Es una trayectoria ejemplar para el periodismo mexicano.

Miguel Ángel Granados Chapa es muy representativo de la evolución del clima de libertades que hemos tenido en los últimos decenios. Pasó de ser un joven periodista inquieto a un profesional reconocido por todos, a un analista punzante de la realidad mexicana y un hombre con opinión propia, respetada por todos, se coincida o no se coincida.

Y algo que no es menor en el periodismo mexicano, una pluma de obligada lectura para quien está en el gobierno, en la oposición y quienes analizan la realidad mexicana, no es fácil mantener un nivel de esta naturaleza durante tantos años. Creo que el Senado se honra al honrar a Granados Chapa.




Miguel Osorio Chong
gobernador de Hidalgo

Hablar de Miguel Ángel Granados Chapa, el periodista, el abogado, el escritor y el comentarista de la historia de México en tiempo presente es referirnos al paradigma libertario que con el talento, tenacidad y espíritu de lucha, han construido muchos mexicanos, de los cuales él forma parte.

En la transición del país hacia las libertades democráticas, el hidalguense es pieza fundamental y bisagra en el tiempo.

Es un defensor incansable de la libertad de expresión, que con su ejercicio periodístico hace valer fielmente el espíritu del artículo sexto de nuestra Carta Magna, es decir ejercer la crítica y aportar al debate.

Celebramos que Miguel Ángel Granados reciba distinciones tan importantes por su trayectoria, su empeño y su compromiso, pues es un hidalguense que ocupa desde hace muchos años un destacado sitio en el panorama intelectual del México contemporáneo.




Elena Poniatowska
escritora

Es un hombre de una constancia admirable en su periodismo, sus rasgos de carácter y en su posición política. No ha dejado un solo día de escribir. Nadie mejor que él merecía la medalla Belisario Domínguez. Es un periodista nato que tiene una intuición, un instinto enorme, va directo a la noticia y sabe analizarla. Si hay un periodista absolutamente irreprochable es Miguel Ángel Granados Chapa. Lo quiero mucho. Es un ser humano extraordinario, de una gran lealtad a los amigos y a las causas.




Jesús Murillo Karam
ex gobernador de Hidalgo y senador priista

Puedo no estar siempre de acuerdo con él, pero me da certeza su neutralidad periodística.




Olga Pellicer
embajadora

El contacto con el trabajo de Miguel Ángel Granados Chapa proporciona cotidianas satisfacciones. La primera es tener el comentario acertado, basado en un sorprendente conocimiento de los hechos. No sé cómo hace Miguel Ángel para estar tan bien informado; supongo que de eso se trata, justamente, cuando nos referimos a él como un gran periodista. Otra satisfacción es conocer su toma de posición, su opinión siempre honesta y valiente, nunca resultado de componendas o verdades a medias. A través de Radio Universidad, Reforma o de Proceso, él ha contribuido a esclarecer los motivos, buenos o malos, que mueven las decisiones de nuestros líderes políticos y su trabajo ha sido fundamental para orientarnos en la difícil trama de la vida política nacional.




Federico Reyes Heroles
politólogo

De por sí la presencia impone. Barbado, de voz severa, vestido casi siempre con formalidad extrema, chaleco incluido, todo es sólo la puerta de entrada. La seriedad no permite fuga. Cuando se habla del país, de México, no hay margen para la guasa. A Granados Chapa lo recuerdo desde que fui estudiante en la UNAM, después en conferencias y charlas y finalmente en el Unomásuno, donde coincidimos hace más de un cuarto de siglo. Recorrimos juntos la diáspora: Unomásuno, La Jornada, El Financiero, La Jornada y, finalmente, Reforma. Después conocí a Miguel Ángel, él es otra persona. Le encanta la música popular y sinfónica, con frecuencia nos topamos en los conciertos de la OFUNAM en la Sala Nezahualcóyotl los sábados por la noche. Pero también le embruja la música popular. Nada más peligroso que un buen trío que ronde porque las dotes de cantante de Miguel Ángel no tardan en aparecer.

Por eso resulta un poco esquizofrénico referirse a él. El primero es maestro, siempre lo será, un hombre de infinita y apabullante memoria, una máquina de trabajo que pareciera no necesitar combustible, un gran navío con rumbo definido. El segundo es un hombre gozoso, que se acuerda de platillos populares, que hace bromas, que suelta una catarata de anécdotas, muy amigo de sus amigos y sobre todo orgulloso hidalguense. Nunca olvidaré la fotografía del reloj de Pachuca que cuelga en su lugar de trabajo.

Principios, ideas, una convicción pública muy fuerte. Por eso Granados Chapa (Miguel Ángel) es un referente. Muy merecida será la Belisario Domínguez. Un abrazo.




Alfredo Rivera Flores
periodista

Las cosas simples.

Miguel Ángel Granados Chapa, ubicado en la realidad, había aceptado que su destino académico tendría que ser de pocos alcances: la instrucción secundaria junto con los conocimientos prácticos para ser "técnico en máquinas y herramientas". Parecía ser el destino que los magros recursos familiares le permitirían, por dicha razón se inscribió en una escuela secundaria técnica.

La apertura de miras que alcanzó al término de dichos estudios y, sobre todo, la convicción de su madre para impulsarlo a que tuviera una licenciatura originó que una vez terminada la secundaria ingresara a la escuela preparatoria.

De inmediato destacó en todas las materias e impresionó de manera especial a su maestro de literatura, el culto doctor Pedro Espínola Noble. Por una afortunada circunstancia este médico se convirtió en propietario de la pequeña librería ubicada frente al reloj monumental. Miguel Ángel fue el principal beneficiado.

El doctor Espínola le entregaba un libro, que él, gozoso, se llevaba a leer a su casa cuidando de mantenerlo sin maltrato alguno; al término de su lectura lo regresaba, recibiendo a cambio otro de los libros sugeridos por su mentor. Indudablemente, una feliz circunstancia. Al singular médico no le bastaba con el ejercicio de la lectura ni con la pasión que desbordaba en cada clase al iniciar a sus absortos alumnos en las maravillas épicas de La Ilíada y La Odisea, sino que también gustaba del teatro. Por ello un día reunió un grupo de muchachas y muchachos y se puso a montar Las cosas simples, de Héctor Mendoza. Miguel Ángel por supuesto formó parte del selecto grupo. Su prodigiosa memoria y su magnífica voz le permitieron convertirse, por única vez, en actor. Si bien no pudo acceder a alguno de los papeles principales, representó al jefe de la pandilla de malosos.

Suerte que tuvimos todos de que no le haya gustado dicho papel.




Ricardo Rocha
periodista

Es un gozo trabajar con él, por el amor que le tiene a nuestra profesión, por su dedicación absoluta y su seriedad cada que aborda un tema, la forma en que revisa sus notas, lee y relee diversas obras para poder opinar sobre algo, es la precisión con que él maneja el lenguaje, es la verdad un diletante del lenguaje. Es realmente no sólo un conocedor muy profundo del derecho y de la crónica parlamentaria sino también un gozoso difusor del lenguaje en sus más acabadas formas.




Julio Scherer García
periodista

Unas palabras me son suficientes para expresarme sobre Miguel Ángel:
Camina al ritmo de la libertad y la verdad. De ahí su fuerza.



Rafael Rodríguez Castañeda
periodista

Condiscípulo, maestro, compañero de trabajo de muchos años, Miguel Ángel Granados Chapa forma parte de mi historia personal. Podría yo contar muchas anécdotas que nos unieron y otras, pocas por fortuna, que llegaron a distanciarnos. Pero la esencia profesional que ambos compartimos ha permanecido incólume a lo largo de más de 40 años. En el tiempo nacional de hoy, cuando buena parte de la prensa y de los medios electrónicos disputan la carrera de la mediocridad y la corrupción intelectual y económica, vale suscribir lo que Miguel Ángel expresó, como autor del editorial con el que Proceso vio la luz el 6 de noviembre de 1976: "Esta publicación surge al calor de la lucha por la libertad de expresión, lucha perenne entre la prensa que busca ser responsable y el poder que no se ciñe a la legitimidad". Hoy, como ayer, puede afirmarse que para Granados Chapa la libertad de expresión no es retórica cómplice: es una forma de vivir la vida.



Enrique Semo
historiador

Miguel Ángel ha creado un estilo periodístico que puede servir de modelo en una época de crisis del ensayo en México. Se distingue por la información fidedigna, el pensamiento crítico, agudo y la toma de posición clara. Ha estado siempre comprometido con los intereses y esperanzas de las mayorías. Su omnipresencia lo ha hecho ocupar un lugar insustituible en los medios de difusión.




Carlos Slim
empresario

Conocí a Miguel Ángel hace alrededor de 20 años a través de amigos comunes y lo traté un poco más de cerca cuando iniciaba su proyecto de la revista Mira. Desde entonces he seguido su admirable carrera periodística en que destaca su seriedad, arduo trabajo y convicciones, a pesar de los tantos y diversos temas que, día a día, aborda en su Plaza Pública, investigando con responsabilidad los hechos y temas que trata.

Pero cuando lo vi en el periódico Reforma al recibir la presea "Pedro María Anaya" del Congreso del estado de Hidalgo, a los 45 años de su vida profesional, me vino a la memoria mi infancia. La infancia de nuestra generación que nació en la Segunda Guerra Mundial y creció en la paz de la Guerra Fría.

A nuestra generación le tocó, al estudiar primaria, el centenario de la guerra de intervención que, junto con otras invasiones, le significó a México la pérdida de más de la mitad del territorio como consecuencia de nuestra debilidad y división durante los primeros 55 años de independencia. Es desunidos, peleando entre nosotros y "sin parque suficiente" como nos mantendremos débiles, limitando nuestro progreso y con dificultades para incorporarnos a esta nueva civilización con sus diferentes y generosos paradigmas: libertad, democracia, pluralidad, diversidad, derechos humanos, globalización, competitividad, productividad, tecnología, innovación, cuidado del medio ambiente y conservación de la biodiversidad, bienestar social y equidad de género.

Creo, como dijo Granados Chapa, que "el riesgo no es hoy una invasión militar que le arrebate tierras a la nación". Hoy el desafío es conquistar mercados y sectores económicos estratégicos y productivos, así como dominar tecnología y cultura.

Fueron nuestras maestras y maestros, con diversas personalidades y caracteres -severos, "barcos", buenos y regulares- pero todos con vocación, quienes nos enseñaron desde los primeros años a conocer y querer nuestra rica y milenaria historia. Ellos junto con la familia nos dieron con gusto y orgullo una identidad nacional y un sentido de pertenencia que significaron autoestima, seguridad, responsabilidad y compromiso.




Fernando Solana
ex canciller

Miguel Ángel Granados es uno de mis coetáneos que más he respetado, apreciado y disfrutado a lo largo de muchos años.

Lo conocí probablemente hacia 1963 o 64 en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional. Nuestra escuela, la más joven de la UNAM, vivía una etapa de gran entusiasmo y excelentes maestros. Nos tocaron Enrique González Pedrero, Víctor Flores Olea, Rubén Salazar Mallen, Henrique y Pablo González Casanova, Raúl Cardiel Reyes, Horacio Labastida, López Cámara, Nieto de Pascual, Duhalt Krauss, Enrique Velasco Ibarra y tantos otros.

Nuestra escuela era un auténtico centro de estudio, reflexión y debate. La integrábamos muy diversos grupos, pero habíamos aprendido a escucharnos los unos a los otros.

Nuestra cafetería era la envidia de otras escuelas de la UNAM por la calidad, inteligencia y gracia de algunas de las asistentes. En eso, competíamos con la de la Facultad de Filosofía y Letras. Había un excelente ambiente y un gran compromiso con México.

Yo practicaba ya el periodismo y logré ganar un concurso para quedarme como titular de la materia de Organización de Diarios y Revistas que se impartía en el 4º año de la carrera. Tenía la ventaja de alguna experiencia práctica.

Me tocó un grupo de gente con ganas, aunque reducido: unos 16 estudiantes.

Ahí identifiqué pronto a Granados Chapa, Miguel Ángel.

Miguel Ángel cursaba simultáneamente dos carreras: Derecho, en la Facultad correspondiente, y Periodismo en la de Ciencias Políticas y Sociales. Su dinamismo, buen criterio y agudeza dieron calidad a la actitud de todo el grupo y pronto, no recuerdo cuándo, lo invité a que me ayudara durante mis ausencias como profesor adjunto del grupo.

Nos acercamos, guardando siempre las formalidades del "usted", y pronto lo invité a que trabajara en Informac, despacho que habíamos creado el antropólogo Luis Lezur y yo.

En Informac hacíamos análisis políticos y económicos, encuestas y columnas periodísticas que distribuíamos a varios diarios de la República y asesorábamos a cuatro o cinco grandes clientes en lo que se llamaría hoy políticas públicas.

Miguel Ángel, junto con Luis Lezur, Horacio Flores de la Peña, Enrique Rubio y otros amigos, fue un factor determinante del éxito periodístico y comercial de Informac. Lo recuerdo y se lo agradezco.

Luego yo me fui a la UNAM de secretario general y Miguel Ángel a seguir su carrera periodística. Entró a Excélsior hace más de 40 años, en donde coordinó la mejor época de las páginas editoriales de ese gran diario, que dirigió Julio Scherer García. Luego fue cofundador del semanario Proceso. Poco después, inició lo que es hoy la columna más antigua del periodismo mexicano: Plaza Pública.

Leí Plaza Pública en Cine Mundial, en el Unomásuno, en La Jornada (diario del que es co-fundador), en El Financiero y en Reforma desde el nacimiento de este diario hace casi 15 años.

Una columna profunda y seria es de las tareas más exigentes y difíciles que yo pueda imaginar. Y Miguel Ángel ha producido una excelente, sólida, sin resquicios, como verdadera obra maestra, cada día desde hace 40 años. Es aquí, leyéndolo, ilustrándome, confrontando mis ideas, convenciéndome la más de las veces, en donde más he disfrutado a Miguel Ángel.

También lo he disfrutado mucho a la salida de los conciertos sabatinos de las orquestas sinfónicas de la Academia de Música de Ingeniería y de la Universidad Nacional, cuando con mi hermano Luis Javier nos vamos a cenar largo y a refle- xionar, disentir o coincidir sobre los temas de México y del mundo.

¡Qué privilegio es tener amigos con ese interés por la vida, y con esos conocimientos!

Tuve otras experiencias con Miguel Ángel pero no es éste el espacio para referirme a todas. Sólo quiero recordar y agradecerle que haya aceptado dirigir Radio Educación cuando tuve la oportunidad de ofrecerle la conducción de este medio de comunicación tan especial e importante. Fue una de las mejores épocas de esa radiodifusora, que en cadena cultural, alcanzaba prácticamente a toda la República.

Miguel Ángel Granados Chapa. Periodista ejemplar. Mexicano de excepción.




Felipe Solís
secretario técnico de la Junta de Coordinación del Senado

Conocí a Miguel Ángel Granados Chapa, pero tuve oportunidad de tratarlo entre mayo de 1994 y el 31 de julio de 1996, que fue el tiempo durante el que él se desempeñó como consejero ciudadano en el IFE, yo entonces era funcionario en el IFE y pude compartir ese espacio de tiempo y mi trabajo con el trabajo que él realizaba como consejero ciudadano.

Tengo la impresión de que se trata de una gente honorable, con una enorme rectitud y una vocación de imparcialidad auténtica.

Recuerdo bien que en la elección de 1994 se discutió el tema del padrón electoral y el representante del PRD entonces ante el Consejo Electoral, el doctor Samuel del Villar, discutía presuntas irregularidades en la integración del padrón electoral; recuerdo muy bien la respuesta de Granados Chapa: "Yo" -le dijo- "voy a votar por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, lo anticipo, pero eso no hace que no pueda determinar como consejero ciudadano, hoy, que el padrón electoral no tiene irregularidad alguna".

Creo que ése es un ejemplo muy claro de quién es Granados Chapa y la contribución, que desde diferentes trincheras, le ha dado el engrandecimiento de este país. El reconocimiento que el Senado hace, al determinar otorgarle la Medalla Belisario Domínguez, es un reconocimiento a la libertad de expresión, al periodismo libre de este país, que es muy importante, y es un reconocimiento a un hombre que ha dado su vida en el terreno del periodismo independiente, pero también en otros órdenes de la vida social, política y cultural del país en favor del engrandecimiento de la nación.




Luis Javier Solana
periodista

Periodista de profesión, mexicano de tiempo completo, Miguel Ángel Granados Chapa es el Francisco Zarco del siglo XX. Cuarenta años de ejercicio cotidiano de un periodismo lúcido e independiente avalan esta aseveración.

Desde su tarea en la coordinación de la sección de opinión de Excélsior, época en la que era el mejor periódico de América Latina; hasta su participación estratégica en el nacimiento de Proceso, el mejor semanario mexicano hace más de 30 años; desde su participación fundamental en la fundación de La Jornada con prácticamente un cuarto de siglo de vida y en la coparticipación en la sindicación en más de 50 periódicos en el país, de su columna Plaza Publica junto con Red Privada de Manuel Buendía, asesinado por el Estado mexicano en 1984. Plaza Pública es hoy la columna periodística más antigua, con 31 años ininterrumpidos y que se publica desde hace casi 15 años en Reforma.

Una linterna en la oscuridad es la obra periodística del maestro Granados Chapa, tanto por su brillantez estilística, literatura periodística, como por su capacidad analítica. Esto lo ha hecho sin adjetivar y sustanciando cada uno de sus argumentos, tanto escritos como hablados, confraternizando con literatos periodistas como Martín Luis Guzmán, José Vasconcelos, Salvador Novo.

Maestro en el aula, también lo ha sido como formador de periodistas. Ha dado la cátedra de periodismo en la UNAM, en la Universidad Iberoamericana y en la Escuela Carlos Septién García.

Miguel Ángel es el representante más consolidado y preciso del profesional auténtico de la información y del periodismo nacional. Ha ejercido la labor informativa de manera rigurosa, cabal y plena a lo largo de su vida. Sus ojos lo miran todo, lo escudriñan, lo hacen parecer fácil, cotidiano, claro. Son ojos que saben ver.




Juan Villoro
escritor

En Los periodistas, la imprescindible crónica de Vicente Leñero sobre el golpe a Excélsior, Miguel Ángel Granados Chapa aparece como un colaborador infatigable, que escribe al filo del cierre de edición mientras la gente entra y sale de su oficina: "Tú lees un buen editorial sin firma y apuesta sobre seguro: lo escribió Granados Chapa".

Su productividad es tan consistente que se corre el riesgo de darla por sentada. No parece el alarde de un hombre, sino un fenómeno atmosférico. Nada más común que despertar y saber que nos aguarda su columna. Si esto no ocurre, es que se trata de un sábado, día asombroso en que el polígrafo descansa.

Me he acostumbrado a leer a Granados Chapa para saber lo que pienso: sus razones anticipan el libre albedrío. Periodista contrarreloj, explica una realidad hermética en tiempo real, antes de que los hechos dejen de ocurrir. Como el rumor del mar o la humedad del aire, es algo con lo que contamos: el testigo cierto.

Los columnistas tratamos de llamar la atención una vez a la semana; ser, al modo de Chesterton, "el hombre que fue jueves". Miguel Ángel Granados Chapa, el mejor de nosotros, sorprende del modo opuesto: es una costumbre tan necesaria que desconcierta cuando no sucede. Amante de la verdad, ha logrado que triunfe una superstición: por su culpa los sábados parecen ilegales.




Josefina Vázquez Mota
secretaria de Educación Pública

El periodismo de las últimas cuatro décadas ha sido influido por Gra- nados Chapa. De Excélsior a Reforma. De Radio UNAM a Proceso. Maestro de la crónica, defensor de la libertad, sus ideas han tenido consecuencias. Ha sido protagonista de la transformación de México al final del siglo XX y arranque del XXI. Miguel Ángel es abogado y periodista. Ha hecho de la ley su fe y del periodismo su vida.

En él siempre he encontrado disposición al diálogo, trato fino y convicciones profundas. Siempre dispuesto a respetar y escuchar otras voces y no sólo la suya. No le basta mirarse sólo al espejo. Decidió hace mucho tiempo conjugar en plural y considerar en sus juicios y propuestas, en sus denuncias y sueños a otros, a muchos otros. Lo respeto y lo quiero por su valor, por su honestidad intelectual y su probado amor por México.



Raúl Vera
obispo de Saltillo

Miguel Ángel Granados Chapa es en el periodismo nacional e internacional un referente obligado para quienes queremos conocer lo que acontece en México y en el mundo. La certeza y seguridad de su palabra provienen de la seriedad de las informaciones que proporciona, de la cercanía y solidaridad con los más desprotegidos, y de la experiencia y sabiduría de un hombre honesto, comprometido a carta cabal con la verdad y la justicia.




Javier Solórzano
periodista

El maestro Granados Chapa ha de estar un poco abrumado con tantas muestras de cariño y admiración por sus 45 años como periodista. Para un hombre que ha enaltecido el ejercicio periodístico y que ha estimulado en muchos de nosotros la importancia de la libertad y la pluralidad, de la investigación y la claridad en los argumentos, es difícil encontrar palabras para agradecerle y reconocerle. Miguel Ángel es un extraordinario y solidario amigo de sus amigos. Ha entendido como pocos que la vida cotidiana, la que tiene que ver con la calle, es el eje desde donde se debe mirar al país. Miguel Ángel nunca ha dejado la máquina de escribir, la computadora y el micrófono, y quizá esté en el tiempo en que no olvide que lo que ha construido en su intensa vida es lo que hoy está cosechando. Todo puede resultar poco para hablar de un hombre que se levanta a diario para mirar al país y al mundo con cara de sorpresa y admiración. Es el maestro que ha hecho de su Plaza Pública la plaza pública de todos. Gracias, Miguel Ángel.




José Woldenberg
ex presidente del IFE, director de Nexos

Granados Chapa es ante todo un periodista. Coincidimos como consejeros ciudadanos en el IFE entre 1994 y 1996. E incluso en las sesiones públicas del Consejo General, Miguel Ángel no dejaba de redactar a mano su artículo del día siguiente. Pero a su dedicación hay que sumarle otro puñado de atributos: un conocimiento de la política y la historia del país amplio y sofisticado, un manejo del marco jurídico muy poco frecuente en el gremio, una capacidad expositiva capaz de trascender el maniqueísmo y una vocación para subrayar el sentido -no aparente- de los acontecimientos. Es una voz obligada, un referente diario, una fuente de información precisa.




Margarita Zavala
ex diputada del PAN y esposa del Presidente de la República

Comencé a leerlo desde que inició su columna Plaza Pública, así que podría decir que lo he leído toda mi vida. Lo conocí a través de mis padres, pues la suya era una editorial obligada en la casa y sin duda fue una parte importante de mi formación, de la de mis hermanos y de quienes son cercanos a mí. Fueron muchas las sobremesas en las que discutíamos alguno de sus artículos.

Aun cuando tenemos formas de pensar distintas coincidimos en lo más importante: en el sentido de democracia y amor a México, dos cosas que considero que nos unen, más allá de aquellos temas que nos separan.

Cómo no valorar a una persona congruente que dice lo que piensa. Es cierto que no siempre pensamos lo mismo, pero a él no le interesa que todos pensemos igual; de hecho, la seriedad y el gusto por leer sus escritos está en la claridad de sus ideas, la valentía de sus argumentos, la expresión de sus razones y sus motivos.

Disfruté mucho sus crónicas legislativas pero sobre todo disfruté de la oportunidad de ir a platicar con él en la Cámara de Diputados. Ahí, en "el corral" donde estaban los periodistas, podía uno encontrarse a Miguel Ángel Granados Chapa, periodista y académico.

Es tanto lo que representa en mi formación, en mi vida, y hasta en mi modo de ser, que es imposible no apreciarlo, no quererlo y no darle las gracias.

Le doy también las gracias porque en la historia del desarrollo de la democracia en México, su nombre estará grabado para siempre, por haber puesto su inteligencia y su cultura al servicio del pueblo de México.




Una vida consagrada al periodismo

Medalla Belisario Domínguez Cronología

Miguel Eloín Santos

(5 octubre 2008).- Granados Chapa recibirá la medalla Belisario Domínguez a los 67 años de edad y cuando cumple 45 años de ejercicio periodístico.


1941
Nace en Mineral del Monte, Hidalgo, el 10 de marzo.



1945-1960
Cursa la primaria en la escuela Teodomiro Manzano, la secundaria en la Escuela de Enseñanzas Especiales Número 15 y la preparatoria en el Instituto Literario Autónomo, de la ciudad de Pachuca.



1960
Emigra a la Ciudad de México para matricularse en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde estudia de manera simultánea las licenciaturas en Derecho y Periodismo.



1964
Hace sus primeras notas como reportero en el semanario Crucero, dirigido por Manuel Buendía.



1965
Es jefe de redacción y subdirector de la agencia Informac.



1966
Comienza a trabajar en Excélsior, donde conoce a Julio Scherer García, Vicente Leñero, Rafael Rodríguez Castañeda, Froylán López Narváez, entre otros.

Paralelamente, es profesor de la entonces Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. También imparte cátedra en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán.



1976
El 8 de julio sale de Excélsior, con el grupo de Scherer, tras el golpe orquestado por Luis Echeverría.



1976
Participa en la fundación del semanario Proceso, que circula a partir del 6 de noviembre.



1977
En mayo es nombrado jefe de noticieros de Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional.



1977
El 13 de julio aparece por primera vez su columna Plaza Pública en el diario Cine Mundial. El tema inaugural fue el relevo de dirigentes en el PARM.



1978-1979
Dirige Radio Educación, por invitación de Fernando Solana, entonces secretario de Educación Pública.



1979
Cuando José López Portillo nombra al director de Cine Mundial, Luis Javier Solana, titular de Comunicación Social de la Presidencia, la Plaza Pública hace su primera mudanza, a Unomásuno.



1980
Es subdirector del Unomásuno. Pero en 1983 las diferencias de Manuel Becerra Acosta con cinco subdirectores, entre ellos Granados Chapa, propician su renuncia.



1982
Es coautor del libro El desafío mexicano (Océano) y autor de La banca nuestra de cada día (Océano).


1984
Después de nueve meses de maduración, en la que Granados participa, el 19 de septiembre comienza a circular La Jornada, donde se publica su columna durante 16 años.

Publica la biografía Alfonso Cravioto, un liberal hidalguense (Océano).



1985
Publica los libros Prólogo y selección de textos de Francisco Martínez de la Vega y Votar, ¿para qué? Manual de elecciones (Océano).



1986
Publica el libro Comunicación y política.



1988-1990
Es subdirector de La Jornada.



1990
Carlos Payán se reelige en la dirección de La Jornada y Granados Chapa renuncia. Funda la revista Mira, que dirige hasta mayo de 1994.



1992
La columna Plaza Pública aparece en El Financiero hasta noviembre de 1993.



1992
Publica ¡Nava sí, Zapata no!: la hora de San Luis Potosí: crónica de una lucha que triunfó.


1993
El 20 de noviembre Plaza Pública comienza a publicarse en Reforma, donde aparece hasta la fecha.


1994
Es nombrado consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral, cargo que desempeñó hasta 1996.



1996
Publica ¡Escuche, Carlos Salinas!



1999
Es candidato a gobernador de Hidalgo, postulado por una coalición encabezada por el PRD, que pierde frente al PRI. Tras esta experiencia publica el libro Constancia Hidalguense.



2000
En plena efervescencia por la alternancia en la Presidencia, publica el libro Fox & Co. Biografía no autorizada.



2004
Se le otorga el Premio Nacional de Periodismo por trayectoria periodística.



2006
Se le otorga el Premio Nacional de Periodismo por columna.



2008
Ingresa a la Academia Mexicana de la Lengua en febrero.


Información: Miguel Eloín Santos