domingo, 26 de febrero de 2012

Acontecer diario



Sucesos y Sucedidos

SÍNTESIS PERIODÍSTICA ®


Domingo  26  de febrero de 2012
                       


SUPLEMENTO “ENFOQUE” REFORMA


Colaborador Invitado / ¡Que nos enseñen!

El documental '¡De panzazo!' provoca la reflexión, pero también llama a la acción: exigir a la autoridad elevar la calidad educativa

Colaborador Invitado

(26 febrero 2012).- Alberto Serdán Rosales
Coordinador de Activación Ciudadana en Mexicanos Primero AC.


Un joven de secundaria aparece en primer plano. Su reclamo es contundente, simple: "¡que nos enseñen!". Ahí resume el drama de 7 de cada 10 niños de secundaria que no entienden lo que dice una hoja escrita o que no saben hacer operaciones matemáticas básicas. Es uno de los saldos del sistema educativo mexicano que enumera ¡De Panzazo!.

El documental de Mexicanos Primero es dirigido por Juan Carlos Rulfo y codirigido por Carlos Loret de Mola. A lo largo de sus 80 minutos ofrece un desafío: la escuela es nuestra y la responsabilidad de mejorarla es de toda la sociedad. Nuestra niñez está desamparada. Nuestro futuro, también. No podemos pensar en un México justo y próspero si el sistema educativo no cambia. Tampoco en una vibrante ciudadanía o una vida democrática plena si nuestra niñez está condenada a seguir instrucciones, a pasar ¡de panzazo!

En el recuento de las responsabilidades, la película nos ofrece una visión en la que padres de familia no se involucran en las escuelas; los maestros enseñan con métodos basados en la memorización; la educación privada tiene resultados similares a las públicas; la clase política se llena la boca de discursos pero es inepta para llevar adelante reformas mínimas: más horas y años de clase, un magisterio profesionalizado, transparencia y eficiencia en el gasto educativo, mayor participación de la sociedad y autonomía de las escuelas. Y unos líderes sindicales que promueven el ausentismo y confirman que no pueden ser tocados debido al pacto político-corporativo que han cimentado con las autoridades.

Hoy la educación está secuestrada por una práctica muy poderosa que ofende y humilla a los maestros mexicanos al considerárseles botines electorales y corporativos, y no profesionales de la educación. Con la complicidad gubernamental y de una clase política que se beneficia electoralmente del SNTE, sus líderes controlan el ingreso, la permanencia y la promoción de los maestros. "Deciden todo", afirma la película.

Ante la crítica, en días recientes los líderes del sindicato han tendido un discurso viejo, retorcido y eficaz: si se toca con el pétalo de una coma a su presidenta vitalicia, Elba Esther Gordillo, ello se considera "una ofensiva al SNTE", una "difamación a los maestros", "un ataque a la educación pública", evidenciando que para ellos la educación pública es su propiedad privada.

Ante las carencias suele culparse a la falta de recursos. Pero, como se afirma la película, más dinero para la educación siempre será bueno, pero con el que tenemos podemos hacer mucho más. Con cifras oficiales en la mano, ¡De Panzazo! dilucida que más de 21 mil comisionados cobran como maestros sin dar clases; que los maestros mexicanos ocupan el primer lugar en ausentismo y que 8 de cada 10 reprueban sus cursos de actualización. La Auditoría Superior de la Federación nos acaba de recordar que, tan sólo en el 2010, más de 10 mil 676 millones de pesos se transfirieron ilegalmente al SNTE, equivalentes a 163 años de becas de apoyo a la educación básica de madres jóvenes y jóvenes embarazadas.

A través del lente que nos ofrece ¡De Panzazo! podemos advertir que hay esperanza. Hay maestros, muchos, comprometidos con hacer bien las cosas. La ciudadanía puede reclamar para sí su papel en la educación pública. Existe un contexto político electoral en el que los principales contendientes a la Presidencia pueden romper el acuerdo político-corporativo con el SNTE. Consta una sociedad civil más vigilante y especializada. Vemos padres de familia que participan en las escuelas de sus hijos para que las cosas cambien. Tenemos alumnos que demandan con vehemencia: "¡que nos enseñen!"

¡De Panzazo! invita a reflexionar, debatir, conversar y concluye con un llamado a la acción muy específico: exijamos a las autoridades elevar la calidad educativa, mejoremos la escuela, actuemos. Es hora de levantar la mano por la educación.


www.mexicanosprimero.org / @Mexicanos1o

www.depanzazo.mx / @DePanzazo






Todo por 'una vida mejor'

Crónica Historias de migrantes. La película por la que Demian Bichir está nominado al Óscar reabre el debate sobre el trato a los migrantes en Estados Unidos. Hollywood comienza a entender mejor que Washington el problema de la migración, aseguran líderes de las comunidades de indocumentados

Eileen Truax

(26 febrero 2012).- Periodista independiente.
www.eileentruax.info


LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Son las siete de la mañana y en la entrada del Home Depot ubicado en Sunset Boulevard, en el barrio de Hollywood, una docena de hombres, todos latinos, esperan a que llegue el primer cliente. Un tipo rubio se acerca y, tras una breve negociación, tres hombres se van con él en una camioneta que lleva materiales de construcción: el "jale", al menos por hoy, está asegurado.

Para quienes no están familiarizados con la realidad de los trabajadores indocumentados en Estados Unidos, la escena parece salida de una película: A Better Life, la cinta dirigida por Chris Weitz que aborda la vida de un trabajador indocumentado de Los Ángeles. Carlos Galindo es el personaje interpretado por el mexicano Demian Bichir, quien lo hizo tan exitosamente, que hoy se encuentra nominado a un Óscar como mejor actor.

Sin embargo, la vida de Galindo, el jardinero cuya fortuna pende de un hilo debido a que carece de papeles que le permitan trabajar legalmente, no es un asunto de ficción. Cada día a lo largo del país -afuera de un Home Depot, en las zonas de venta de materiales o en estacionamientos, en las paradas de autobús- 117 mil jornaleros viven su propia historia de película en busca de, en efecto, una vida mejor.

Pablo Alvarado conoce esta vida como pocos. Nacido en un hogar de campesinos en El Salvador, trabajó en la cosecha durante su infancia para ayudar a su manutención hasta los 12 años de edad, cuando en plena guerra civil se convirtió en profesor asistente de literatura. Con el paso de los años obtuvo sus credenciales de maestro, pero la necesidad de migrar a Estados Unidos sin documentos lo obligó a empezar de cero. En este país trabajó como jardinero, chofer, pintor y ensamblador, hasta que un día decidió organizar a otros trabajadores. Hoy es el coordinador de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), que promueve el liderazgo y la defensa de los derechos de los trabajadores inmigrantes.

Hace unas semanas Pablo viajaba de Los Ángeles a Nueva York, cuando en el avión proyectaron para los pasajeros A Better Life. La vio y le gustó.

"Sí es un reflejo fiel de lo que le pasa a un trabajador", responde entusiasmado cuando se le pregunta sobre la actuación de Bichir. Pablo asegura que la historia pone un rostro a las decenas de miles de trabajadores que viven en el anonimato, y que de alguna manera la llegada de esta historia a la pantalla grande los dignifica.

"Históricamente el jornalero ha sido catalogado como sucio, alguien que orina en la calle o tira basura. Para nuestros adversarios es bien fácil usar esa imagen como un símbolo, pero esta película ayuda a eliminar esa simbología dañina y a presentar una imagen humana de nosotros", agrega.

El asunto es que para cambiar la situación de los jornaleros indocumentados, una película no es suficiente. Datos de la Encuesta Nacional de Jornaleros publicados por UCLA confirman lo que ya se sabe pero a veces es cómodo ignorar: a los jornaleros indocumentados se les contrata para realizar actividades peligrosas sin las medidas de protección adecuadas -inevitable recordar al personaje de Bichir trepando a una palmera-; en muchas ocasiones se les niega el pago; suelen ser insultados por quienes los contratan, e incluso por transeúntes que les gritan consignas antiinmigrantes o les arrojan objetos desde vehículos en movimiento. Para más del 80 por ciento de estos trabajadores, hombres en su gran mayoría, el ingreso que obtienen por el trabajo informal es el único que perciben. Durante un mes bueno pueden llegar a ganar mil 200 dólares, pero en los malos perciben 500 o menos; el promedio de ingreso anual para un jornalero es de 15 mil dólares, lo que los coloca en, o por debajo, de la línea de pobreza en Estados Unidos.

"En términos concretos esta película no va a lograr que la vida de los jornaleros que piden un trabajo en la calle sea mejor", comenta Pablo Alvarado, quien a través de la red de NDLON planea realizar al menos 100 presentaciones de la película a lo largo del país en las próximas semanas, "pero logra presentar un lado diferente de la historia y es un inicio, porque ante el lenguaje de odio contra los inmigrantes que estamos viendo en Alabama, o en Arizona, la película presenta un lado humano ante el horror, como lo hizo el movimiento de derechos civiles de los afroamericanos. La gente se vio reflejada en él, pero eso tomó muchos años de lucha y sufrimiento. Realmente nosotros estamos en pañales, y el movimiento para reformar las leyes de inmigración va a estar más duro".



Jorge Mario Cabrera sabe esto por experiencia. Durante sus años de trabajo como director de comunicación de la Coalición de Los Ángeles para los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), le ha tocado lo mismo cabildear con legisladores en Washington D.C., que recibir amenazas de muerte por parte de organizaciones antiinmigrantes. Aún así, Jorge Mario considera que las cosas sí pueden cambiar, y para ello, esta película ayuda.

"Yo siento que, en ausencia de otros ejemplos, ésta es una representación positiva", comenta.

CHIRLA es una de las primeras organizaciones que han dedicado sus esfuerzos a educar jornaleros en el conocimiento de sus derechos laborales. Algunos de estos jornaleros participaron en la grabación de A Better Life. El activista cuestiona algunos de los estereotipos utilizados en la película, como retratar un Este de Los Ángeles dominado por las pandillas que, asegura, no necesariamente son la realidad de todos los barrios latinos ni de una ciudad multicultural. Sin embargo, ¿cuántas veces se ve en cine de Hollywood a un personaje inmigrante como Carlos Galindo, trabajador, con estándares éticos, conduciéndose con integridad?

"Algún día llegará el momento en el que el establishment de Hollywood tenga el valor y los apoyos para permitir que se represente a nuestra comunidad como es; por lo pronto esta película, al ser cine comercial, puede tener influencia en la opinión pública, en las salas de cine a donde asiste gente común y corriente; tenemos la esperanza de que los que votan por quienes proponen medidas antiinmigrantes lo piensen dos veces", señala Jorge Mario.

Pablo Alvarado es más directo: "Hollywood sí está entendiendo a los trabajadores, pero Washington D.C. no".



La comunidad de la preparatoria Panorama, en Los Ángeles, está de fiesta: maestros, estudiantes, y padres de familia se han dado cita para "ir al cine" en el auditorio escolar. Hoy se presenta A Better Life, y dada la poca difusión que tuvo la cinta durante su estreno comercial, todos tienen interés en verla. Ubicada en Panorama City, un vecindario con casi 70 por ciento de población latina, esta escuela brinda educación académica, física y artística a jóvenes de clase media baja y baja, en una zona en la que las pandillas y los altos índices delictivos son cosa común. Nueve de cada 10 estudiantes en la preparatoria Panorama son latinos.

La historia conmueve genuinamente a la audiencia. Al terminar la proyección todos aplauden, algunos tienen lágrimas en los ojos, y la expectación crece: Chris Weitz, el director de la película, entra en el auditorio para participar en un foro junto con algunos de los actores, una estudiante indocumentada y un par de políticos en campaña.

Weitz viene llegando de Washington D.C., en donde hizo una presentación del filme ante las autoridades del Departamento del Trabajo estadounidense. "Es nuestra manera de contrarrestar los estereotipos que promueven los republicanos", asegura Weitz, quien describe su película como "una ventana para que algunas personas vean un tipo de vida del que no sabían nada".

No es el caso de quienes están ahí. José Julián, el joven actor que da vida a Luis Galindo, el hijo del personaje que encarna Bichir; Myasha Arellano, la estudiante de Panorama que abiertamente reconoce no contar con documentos; el concejal de Los Ángeles, Tony Cárdenas, en cuyo distrito se encuentra este barrio; todos han vivido directamente, en su propia familia, la realidad indocumentada. Para quienes están en esta sala, A Better Life no es una obra de ficción.

"Yo crecí en la misma área donde se filmó la película, así que para mí esto es normal", explica José Julián. Su madre llegó indocumentada a Estados Unidos procedente de México, y él creció viviendo lo que vive su personaje. Por eso para el actor, la mayor sorpresa tras el rodaje ha sido descubrir cuánta gente en Los Ángeles no está familiarizada con la realidad de un jornalero inmigrante. "Ellos ahora tienen la opción de verla, y es su decisión si escuchan o no".

Los panelistas invitan al público a participar. De en medio de la sala se oye una voz que hace que volteen las miradas. Es un hombre maduro, vestido con ropa de trabajo, acompañado por dos niñas sonrientes.

-"Yo en esta película me sentí identificado cuando el señor iba manejando y llegó la policía y él estaba lleno de miedo", comenta. Se llama Guillermo y es originario de México, padre de cinco hijos y trabajador en la construcción. Parte de su trabajo consiste en manejar un camión, pero él, como Carlos Galindo, no tiene papeles. En dos ocasiones lo ha detenido la policía y, al no contar con una licencia para conducir, le han retenido el camión -que más tarde recupera la empresa para la que trabaja- y lo han citado en una corte para fijarle una multa. En la primera ocasión fue de 500 dólares; en la segunda, más de mil. "Estoy seguro de que la primera vez no me pararon por una infracción, sino porque me vieron mexicano".

Padres e hijos van compartiendo testimonios con los sentimientos removidos por la película del inmigrante de Bichir. El concejal Cárdenas habla de lo mucho que ha significado para él porque su papá, inmigrante, también fue jardinero. "Es parte de las personas que han trabajado fuerte para que la siguiente generación, gente como ustedes, pueda tener una vida mejor sin perder sus valores en el camino. Es más, de quienes estamos aquí, pónganse de pie aquellos cuyos padres vinieron a Estados Unidos buscando para sus hijos una vida mejor". La mitad de los presentes, incluido él, se levantan de sus asientos.



Es viernes por la noche y Hollywood Boulevard está a reventar. Frente al Teatro Kodak, el sitio en el que se celebra cada año la entrega de los Óscares, los turistas se toman fotografías sobre las aceras ante las estrellas con los nombres de sus artistas favoritos; o con los actores que, caracterizados como personajes de película -un Supermán aquí, un Darth Vader allá, dos o tres Marilyn Monroe-, posan para las cámaras en la foto familiar por una propina de uno o dos dólares.

Sin embargo, el domingo siguiente el ritmo en este lugar cambia. Falta una semana para la ceremonia y los preparativos empiezan desde ahora: las calles se cierran para instalar lo que será la alfombra roja, que se coloca de acera a acera a lo largo de una cuadra, impidiendo por completo el tránsito vehicular por esa zona. El paso de los peatones también se ve limitado: las estaciones de televisión montan tarimas, andamios y grúas para obtener el mejor ángulo desde varias horas antes del gran evento, y todo este borlote afecta a los negocios de la zona, a los trabajadores callejeros y a los vendedores ambulantes.

Rodolfo trabaja en uno de estos negocios. El local que alberga a Star Magnet, la tienda de souvenirs en donde atiende por las tardes, se encuentra a unos pasos del Teatro Kodak. Ahí, los turistas pueden comprar desde imanes y llaveros con su nombre grabado en una estrella como las del Paseo de la Fama, hasta una réplica de la estatuilla Óscar por 7.99 dólares. La suerte del negocio depende de la temporada: verano, las fiestas decembrinas y el mes de abril son bastante buenos; el resto del año los dueños del negocio batallan para que salga la renta. A la muy mala segunda mitad de febrero en términos de turismo, se suma la llegada del Óscar. Con el cierre de la calle, los autobuses de turistas que usualmente se paran frente a la tienda dejan de hacerlo, y con el cierre peatonal, ni siquiera caminando pueden llegar los clientes; quien quiera ir a su tienda tiene que dar un rodeo de varias cuadras.

Eso lo sabe Rodolfo, quien por ser indocumentado no puede conducir un auto; el autobús del transporte público que lo lleva al trabajo tampoco puede pasar, y él tiene que caminar diez minutos más para poder llegar. "Y el mero día del Óscar, los dueños de plano cierran, porque no se hace nada de dinero. La ciudad debería de pagarles a los dueños, porque la ciudad gana, pero ellos de todas maneras tienen que pagar la renta", dice convencido. Aunque algo bueno sale de todo esto: este día podrá estar en casa viendo la ceremonia, en donde, confía, el Óscar al mejor actor le será entregado a Bichir.

También Verónica espera que el Óscar lo gane Bichir. Vestida con un traje de la Mujer Maravilla que resalta su cuerpo de modelo, esta chica originaria de Tijuana recorre la acera frente al Teatro Kodak saludando a los niños, recibiendo las miradas de los papás, y posando con toda la familia para una foto. Verónica es otra de las trabajadoras afectadas por el cierre de las calles: el turismo no circula y su ingreso a veces se vuelve nulo. Al hablar sobre la posibilidad de tener una vida mejor de este lado de la frontera, la joven asegura que a ella en realidad no le gusta Los Ángeles. "Hay mucha gente loca en la calle, y sí es un lugar aparentemente mejor, pero te tratan mal, no puedes hacer nada. Muchos piensan que al llegar acá ya te va a ir muy bien, pero la realidad es que hay que trabajar mucho para poder sobrevivir".

Karla, de 19 años, lleva ocho aprendiendo esta lección. Empujando un carrito con una parrilla caliente encima, recorre la calle más glamorosa de la ciudad a la voz de "hot dogs, hot dogs, hot dogs". Mientras maneja una palita con destreza para que no se pegue el tocino en la parrilla, Karla mira de reojo a los turistas en bermudas, a las chicas rubias que se dirigen a los centros nocturnos, a las limusinas que pasan por Hollywood Boulevard como cada noche de viernes. También está atenta a la policía, porque en cualquier momento llegan y los corretean a ella y a sus compañeros para quitarles la mercancía. Si logran esquivarlos, venderá -en un día bueno- 80 dólares; en uno malo, apenas 30. Esto es mejor que cuando entregan el Óscar: ese fin de semana, asegura, ni siquiera se acerca, porque no los dejan pasar.

Para Karla, la idea de una vida mejor tiene que ver con su salida de su natal Puebla. "No te creas, no es tan fácil; hay que pagar renta, trabajar lejos de la familia, de la mamá, del papá. Pero primero Dios sí es una vida mejor para mi niña", reconoce. Aunque dice que no ha visto la película, Karla sabe que el protagonista de A Better Life está nominado y sonríe ampliamente: "ojalá gane el Bichir. A él no le cobraba el hot dog, a él se lo regalo; hasta dos", confiesa un poco chiveada y muerta de la risa. Después empuja su carrito y se para justo frente al Teatro Kodak, hasta donde vendrán los Óscar este domingo.

Por la alfombra roja caminarán los nominados: Brad Pitt, George Clooney y, desde luego, Demián Bichir. Pero Karla no estará ahí; lejos del glamour y las cámaras, este será un día perdido de trabajo.







Redes sociales: la otra batalla

Reportaje Los comicios en internet. Los candidatos a la Presidencia acumulan fans y seguidores; sus estrategas buscan la manera de convertir esos apoyos virtuales en votos el próximo 1o. de julio

José L. Leyva

(26 febrero 2012).- Sin saber claramente cuántos votos les generará su actividad en redes sociales, los tres principales aspirantes a la Presidencia han incursionado en Twitter, Facebook y YouTube buscando cautivar a algunos de los 11.2 millones de usuarios de estas plataformas que se estima son mayores de 18 años.

De las posibilidades que ofrecen las redes, los presidenciables apuestan a dos principalmente: persuadir a los usuarios para que se definan a favor de su proyecto, y dotar de herramientas a los simpatizantes duros para que hagan campaña a favor de ellos o en contra de sus adversarios, aseguran los responsables de redes sociales de los aspirantes. Hasta el momento se han concentrado en aumentar audiencia y no en dialogar o socializar.

Del 1o. de noviembre al 10 de febrero su público ha crecido exponencialmente: Josefina Vázquez Mota triplicó a sus seguidores en Twitter y duplicó los de Facebook. Enrique Peña Nieto, quien no tenía cuenta en Twitter hasta antes del 17 de noviembre pasado, ahora es seguido por más de 413 mil personas, y sus fans en Facebook crecieron 35 por ciento. Andrés Manuel López Obrador creció 160 por ciento en Twitter y 44 por ciento en Facebook.

La expectativa de los equipos de los presidenciables es que en las redes sociales fluyan los ataques y las descalificaciones que, como consecuencia de la más reciente reforma electoral, no podrán darse en medios tradicionales al estar prohibida la contratación de spots y la difamación al contrincante.

Dentro de esta "guerra", que ya en las elecciones federales del 2009 y en las recientes precampañas corrió por internet, los "bots" o cuentas falsas de Twitter controladas por programas informáticos se convierten en arma para inflar la presencia de los aspirantes o dirigir ataques específicos.

Según especialistas como Guillermo Perezbolde, vicepresidente de Marketing de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), internet no será un mercado digital de ideas 2.0 sino el lugar donde se desatarán batallas que, en la estrategia de quienes las echan a andar, buscarán llegar a los medios tradicionales una vez que exploten en la red.

Pero el alcance de las redes sociales no sólo estará limitado por el uso que les den los candidatos y sus simpatizantes, sino por el universo de cibernautas en México: sólo el 20 por ciento de los hogares tiene conexión a internet, unos 35 millones de habitantes según el estudio Hábitos de Internet 2011 realizado por AMIPCI, de los cuales 40 por ciento se encuentran en urbes del Estado de México, el Distrito Federal, Jalisco y Nuevo León.


De la pifia al @ectivismo


En lo que va del proceso electoral (que arrancó formalmente el 7 de octubre), el episodio más significativo de la contienda presidencial en internet fue el derivado del resbalón que cometió Enrique Peña Nieto en la Feria del Libro de Guadalajara, al ser incapaz de mencionar tres obras que hubiesen marcado su vida. Fue un error de tierra, magnificado en las redes desde el preciso momento en que lo estaba cometiendo.

El episodio, conocido desde entonces bajo el hashtag #LibreriaPeñaNieto, sembró en todos los equipos de precampaña una sospecha: probablemente no se ganará la elección del 1o. de julio en las redes sociales, pero sí se puede perder ahí.

En ese entonces el priista quedó indefenso ante una andanada de ingeniosas menciones, burlas y cuestionamientos. Y un retuit de su hija a un comentario de su novio agravó la crisis y creó otro potente hashtag en su contra: #soyprole.

El hecho hizo evidente para el PRI -y para todos los demás aspirantes a la Presidencia- la necesidad de tener ejércitos virtuales para defender a un candidato o machacar las pifias de los rivales.

Dos meses después, los ejércitos de Peña Nieto ya están en marcha y ensayan para la verdadera batalla: la campaña que arranca el 30 de marzo.

Peña Nieto (@EPN) fue el último de los presidenciables en incursionar en Twitter, pero actualmente es quien más seguidores tiene (más de 416 mil), y también quien tiene mayor presencia en Facebook (1 millón 500 mil fans).

Los Cibernautas PRI (@CibernautasPRI), encabezados por el ex diputado neoleonés Sergio José Gutiérrez (@sergiojose), se han propuesto identificar y coordinar virtualmente a 700 mil priistas dispuestos a movilizarse en los mundos online y offline alrededor de la candidatura del ex gobernador mexiquense. Los ectivistas (@ectivismo), por su parte, se encargan de impulsar a Peña Nieto a la lista de los Trending Topics en Twitter tres o cinco veces a la semana. Su vocero, Ricardo Pompa, afirma que ya activaron a 6 mil personas.

Del 13 al 20 de febrero, por ejemplo, frases como #ectivismoenlacima, #Soyectivistayexisto y #EPNypormucho se colocaron como lo más popular en Twitter, aglomerando menciones negativas y positivas, pues las etiquetas son usadas por simpatizantes y detractores.

Sobre los ectivistas, un grupo que dice no estar vinculado con el PRI, pesan las denuncias de que son los que más utilizan a los "bots" para inflar la presencia del priista en estas plataformas. De ahí que hayan lanzado ellos mismos la campaña #Soyectivistayexisto.

Gutiérrez asegura que los ectivistas no están afiliados al PRI y que tampoco están coordinados de forma alguna con la estructura del partido.

"Son una expresión de la sociedad civil", dice, aunque en una de las computadoras de su oficina luce una calcomanía con el logotipo de @ectivismo. Gutiérrez admite que la mercadóloga digital Alejandra Lagunes, la otra coordinadora de redes sociales del candidato tricolor, es quien avisa qué están haciendo los ectivistas.

Lagunes trabajó en la Presidencia durante el sexenio de Ernesto Zedillo y luego en Yahoo, Microsoft, Google y Televisa.

Peña Nieto también tiene en Twitter a un alfil de alto perfil: el coordinador general de la campaña, Luis Videgaray (@LVidegaray), que así como defiende al aspirante de ataques de figuras públicas, funge como un comunicador eficiente de sus actividades. Fue él, por ejemplo, quien fotografió y difundió las reuniones de Peña con diversas personalidades en el Foro Económico Mundial de Davos, a finales de enero.


Josefinamanía


Josefina Vázquez Mota (@JosefinaVM) ha sido la precandidata más "tuitera" y "facebookera", aunque su audiencia es menor a la de Peña Nieto. La ex diputada tiene más de 322 mil seguidores en Twitter y 1 millón 36 mil fans en Facebook, y en las últimas semanas, acaso presionada por la contienda interna panista, enviaba entre 7 y 14 tuits al día, y posteaba unos 30 contenidos en su página de Facebook, más que cualquier otro presidenciable.

El equipo de la panista en redes sociales, coordinado por el diputado federal Agustín Torres, ya atravesó la curva de aprendizaje durante la precampaña: lidió con ataques y "guerra sucia" en plataformas sociales, y también se colgó de un Trending Topic en Twitter para aumentar el daño a un rival político, al darle vuelo a la frase "Vicente Calderón", pronunciada por Ernesto Cordero en el segundo debate entre aspirantes panistas.

Fue Facebook, sin embargo, la plataforma a la que apostaron durante la precampaña para identificar, conquistar y organizar a sus seguidores.

"Uno tiene que empezar a platicar con la base, con el núcleo de simpatizantes más fuerte. Nosotros le hemos estado hablando a la gente más cercana y hemos ido generando una base de simpatizantes y no de detractores", afirma Torres.

Mediante la aplicación en Facebook "Josepuntos", los partidarios de la ex diputada acumularon puntos por cada contenido relacionado a ella que compartieron en esta red social. Los 12 más activos ganaron una cena con Vázquez Mota y, además, la acompañan a algunos de sus mítines. Actualmente, la panista es la más mencionada en esa red social: unas 250 mil personas comparten fotos, posts, comentarios o ligas relacionadas con ella.

Torres afirma que en el "ecosistema digital" que han conformado alrededor de su candidatura, también compuesto por un canal de YouTube, dos páginas de internet y algunos blogs, conviven de manera intensa 5 mil fans, fuera de la estructura partidista. La apuesta es incrementar esa base lo más posible antes que inicie el periodo de campaña, etapa en la que se buscará que los ciberfans hagan proselitismo en tierra.

Próximamente, el equipo lanzará en la página http://www.josefinamania.mx/ un concurso para componer el jingle que abrirá la campaña de la ex diputada.

Torres asegura que ellos no difamarán ni atacarán utilizando las plataformas sociales, a pesar de que lo que pudiera pensarse al albergar en el equipo de campaña al publicista español Antonio Sola, responsable de la "campaña negra" que en 2006 echó a andar el PAN en contra de Andrés Manuel López Obrador.

El diputado se queja, incluso, de que son los panistas quienes ya son blanco de una andanada difamatoria por parte de sus adversarios en Twitter y Facebook.


La red de AMLO


Andrés Manuel López Obrador (@lopezobrador_)tuitea poco, cuando lo hace es para resumir lo que hizo en alguno de sus eventos de tierra, y su página de Facebook tiene por lo menos un millón de fans menos que las de sus contrincantes. Sin embargo, existe una red de tuiteros influyentes organizados en torno a redes virtuales como Regeneración y Radio AMLO que le ayudan a librar las batallas en estas plataformas. Él se comunica con ellos mediante YouTube principalmente, en donde el aspirante tiene 6 mil 200 suscriptores, por 2 mil de Peña Nieto y 600 de Vázquez Mota.

Cada lunes, el perredista sube un videomensaje en esta plataforma (hospedado en el canal ReneraciónTV) dirigido a sus "amigos en las redes sociales", como él los llama, en donde los conmina a organizarse y combatir los mitos alrededor de él, entre otras cosas. Esos mensajes, en los que también aborda algunas de sus propuestas, llegan a ser vistos por hasta por 50 mil personas.

El coordinador de redes sociales de López Obrador es el periodista Jesús Ramírez Cuevas, pero a diferencia de los equipos de Vázquez Mota o Peña Nieto, no existe un esfuerzo partidista jerarquizado que gestione la imagen del perredista en Twitter, Facebook, YouTube o su página de internet.

Los que apoyan a AMLO en las redes se comunican de forma más horizontal y orgánica, y muchos de ellos no pertenecen a ningún partido político. Quizás esto influya en que él sea el único aspirante sobre el cuál no pesan denuncias sobre uso de "bots" en Twitter.

La red Radio AMLO (http://portal.radioamlo.org/), por ejemplo, se comenzó a construir desde el plantón en Paseo de la Reforma, en el año 2006, y está administrada por voluntarios como Ayocuán Anáhuac y Abril Mora, que no están afiliados a ningún partido.

"Nuestro objetivo era romper el cerco informativo, ahora colaboramos para mantener una comunidad informada sobre los eventos y propuestas de López Obrador", afirma Anáhuac, un profesionista independiente de 44 años que dedica su tiempo libre a mantener el portal Radio AMLO, que transmite todos los eventos del aspirante vía internet.

@CiudadanoOscar, @saldanajorge, @toliro, @kikesma y @La_War son algunos de los tuiteros influyentes que defienden a AMLO, promueven su mensaje o critican y acusan a sus adversarios políticos.

@kikesma (24 mil seguidores) advierte que lo que predominará durante la campaña en las redes sociales será un intercambio de ataques entre simpatizantes de los candidatos. Las propuestas y el debate escasearán.

En eso coincide con los demás equipos: la guerra sucia en la campaña se escribirá en 140 caracteres.




Un sector reducido

A diferencia de lo que ocurre en países como Estados Unidos, la influencia de las redes sociales en los procesos electorales en México se ve limitada por el acceso a internet entre la población.

80 MILLONES
Lista nominal de electores

34.9 MILLONES
Internautas en México

28 MILLONES*
Usuarios de redes sociales

11.2 MILLONES
Usuarios de redes sociales mayores de 18 años

18 MILLONES
553 mil usuarios de Facebook

14.3 MILLONES
Usuarios de Youtube

3 MILLONES
436 mil usuarios de Twitter


* Estimado AMIPCI.

Fuentes: Instituto Federal Electoral, Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) y comScore.





¿Quién es quién en Twitter?


Peña Nieto es el más seguido, pero ninguno de los candidatos compara su popularidad con la de los personajes más seguidos en México.

Datos al 23 de febrero de 2012.


EL POLÍTICO MÁS SEGUIDO EN MÉXICO

@FelipeCalderon
Seguidores: 1,469,180
Sigue a: 233
Tuits: 1,794




CANDIDATOS

@EPN
Seguidores: 416,516
Sigue a: 74
Tuits: 320


@JosefinaVM
Seguidores: 322,716
Sigue a: 704
Twits: 1,746


@lopezobrador_
Seguidores: 283,006
Sigue a: 861
Tuits: 1,524


@g_quadri
Seguidores: 8,284
Sigue a: 102
Tuits: 446




LOS CUATRO PERSONAJES MÁS SEGUIDOS EN MÉXICO

@Anahi
Seguidores: 3,684,929
Sigua a: 403
Twits: 4,264


@Thalia
Seguidores: 3,209,872
Sigue a: 745
Tuits: 4,524


@paurubio
Seguidores: 3,185,803
Sigue a: 487
Tuits: 2,125


@ChespiritoRGB
Seguidores: 2,511,697
Sigue a: 43
Tuits: 2,382








'Casi todos tienen bots'

Reportaje Los comicios en internet. José Merino: politólogo

José Luis Leyva

(26 febrero 2012).- "Todos tienen 'bots', excepto López Obrador, no le he encontrado ninguno", afirma José Merino, politólogo, especialista en Twitter y creador de la iniciativa #CazaunBot, con la que busca denunciar a aquellos candidatos que recurren a esta práctica para ampliar su influencia en la red.

Los "bots" son como los acarreados: una práctica de campaña tan común como evidente, pero que todos dicen no usar.

Bautizados como una derivación de la palabra robot, los "bots" son cuentas falsas de Twitter controladas por programas informáticos que se utilizan para incrementar los seguidores de algún personaje, crear Trending Topics, distribuir links a sitios web y detectar, enviar o responder automáticamente a frases o hashtags.

A través de un software, es posible controlar miles de cuentas "bot", encubrir desde qué IP están siendo controladas y buscar seguidores en función de la ubicación geográfica o uso horario. Inicialmente fueron utilizados para colocar "spam"; ahora son un arma política. El uso más común que se les ha dado es el de impulsar temas del momento con menciones positivas o negativas para los candidatos, aunque también se han identificado "bots" plantados a equipos de campaña contrarios.

El objetivo de colocar un Trending Topic impulsado por "bots", según Merino, es simular que hay una discusión pública sobre un tema.

"No te venden un producto. Te venden la idea de que hay consumidores de ese producto, por eso es perverso", afirma el también coautor, con Ana Francisca Vega, del libro Ciudadanos.Mx: Twitter y el cambio político en México (De Bolsillo, 2011).

Conocido en la red como @PPmerino, el especialista considera que el uso de estas cuentas falsas y la obsesión por aparecer como Trending Topic refuerza la premisa de que los aspirantes presidenciales aún no deciden explotar las posibilidades de interacción, deliberación y socialización que ofrece Twitter.

Merino asegura que, a pesar de que no se sabe exactamente cómo se reflejan las interacciones en redes sociales en las urnas, es un hecho que influyen en el comportamiento de las personas, de forma similar a como repercuten las opiniones y puntos de vista de familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo en las decisiones que se toman diariamente.

Algunos de los Trending Topics tras los cuales se han identificado más "bots" son: #prefieroPRI, #PeñayporMucho, #hoyganajosefina y #JosefinaMadredelaPobreza.

Las denuncias que más abundan sobre el uso de "bots" es contra los priistas y Ectivistas.

Pero ese mismo equipo afirma que detectó, hasta diciembre, unas 12 mil cuentas falsas que, según ellos, generaban contenido en su contra. Y la cuenta de @CibernautasPRI denunció recientemente a Twitter la existencia de 4 mil "bots" que los siguen.

Durante las campañas podrían entrar en acción hasta 50 mil "bots" en México, según la consultora de redes sociales Mente Digital con base a la actividad que analizaron durante el periodo de precampañas.







Impacto electoral limitado

Encuesta Los comicios en internet. El alcance poblacional de las redes sociales aún es reducido, pero su peso en la definición de agenda puede ser mayúsculo

Alejandro Moreno y Yuritzi Mendizábal

(26 febrero 2012).- Facebook, Twitter y otras redes sociales que han cobrado importancia aún no son los medios primordiales por los que el grueso del electorado mexicano se informa de la política, pero no por ello su impacto en estas elecciones será limitado. De acuerdo con la encuesta nacional que Grupo Reforma realizó en el mes de noviembre pasado, apenas el 4 por ciento de los entrevistados, todos mayores de 18 años en todo el país, afirmó que ha seguido información sobre campañas electorales en las redes sociales. El listado nominal de electores en este año tendrá 80 millones de personas según el IFE, lo que quiere decir que el porcentaje que dijo que ha seguido información electoral en las redes puede equivaler a 3 millones.

Esta cifra no es nada despreciable en términos electorales, y ciertamente podría incrementarse a lo largo del trimestre de campañas que va de abril a junio. En la misma encuesta, el 23 por ciento de los consultados manifestó que aunque no ha seguido información política en las redes sociales, estaría dispuesto a hacerlo.

Las proporciones de mexicanos que reportan haber realizado otras actividades de tintes políticos a través de las redes sociales son todavía menores: el 3 por ciento manifestó que ha usado las redes sociales para apoyar a algún candidato o partido político, otro 3 por ciento dijo que ha acudido a un evento político convocado por las redes sociales y el 2 por ciento confesó que se ha unido a una manifestación o protesta convocada por esos medios.

A pesar de lo reducido que es el alcance poblacional de las redes sociales en México, su impacto electoral podría darse por el creciente protagonismo que éstas han cobrado en la definición de la agenda informativa. Los medios tradicionales de comunicación, como la televisión, la radio o los periódicos, se han dado a la tarea de reproducir información que tiene su origen en las redes sociales, sin mayores filtros. En ese sentido, la información que se destila por las redes sociales y que crea un alto nivel de atención, ya sea por las fuentes, por las temáticas o por los objetos de comentario, tiene el potencial de llegar a una masa de electores mucho más amplia que el segmento de usuarios directos. La información de las redes sociales podría fijar agenda de temas en el torrente de información electoral que está por venir.

Las redes sociales ofrecen un canal para que el ciudadano se vuelva vigilante y muestre a otros sucesos que los medios tradicionales no necesariamente captarían si no fuera por las propias redes sociales.

El potencial que las redes sociales tienen en México para movilizar políticamente a la gente está aún por verse. Ya a nivel mundial se han visto señas de ese potencial: desde la Primavera Árabe hasta las más recientes manifestaciones en Rusia. En México, las redes sociales han podido convocar a grupos en diversas ocasiones y por distintos motivos, pero ninguna de esas manifestaciones ha sido de la magnitud que se ha visto en otros países. De nuevo, el impacto electoral de las redes sociales podría no ser solamente por su alcance o por su potencial de movilización política, sino por su impacto en la agenda informativa. Eso podría marcar un cambio notable en los patrones de información e intermediación política en el país. El ciudadano como un agente de monitoreo.

Buena parte de la información electoral a la que el votante mexicano estará expuesto en este 2012 tendrá su origen, como siempre, en los candidatos y sus partidos, en los medios, en los analistas y comentaristas políticos, en los editorialistas gráficos... pero también en un actor colectivo aparentemente más anónimo y menos centralizado: los usuarios de las redes sociales. Habrá que estar al pendiente y seguir tomándole el pulso a esta modalidad de información durante las campañas.




La acción política y las redes sociales en México

Permítame preguntarle algunas cosas respecto a las redes sociales como Facebook o Twitter. Para cada cosa que le voy a leer, dígame si usted lo ha hecho, estaría dispuesto a hacerlo o no lo haría.


Seguir información sobre campañas electorales en las redes sociales.




NO LO HARÍA
64%
Estaría dispuesto a hacerlo
23%
Lo ha hecho
4%
No sabe
9%

 
 
 
Usar redes sociales para apoyar a algún candidato o partido.


NO LO HARÍA
68%
Estaría dispuesto a hacerlo
20%
Lo ha hecho
3%
No sabe
 9%

 
Fuentes: REFORMA, Encuesta Nacional en Vivienda, noviembre 2011 (n=1,515)

 
 






La cultura política





(26 febrero 2012).- Téngalo presente

Debates contemporáneos de las ciencias sociales. Serie de conferencias con Rafael Calduch, Michel Wieviorka, Mauro Cerbino, Saskia Sassen, Randall Collins. Lunes 27 a viernes 2 de marzo. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ciudad Universitaria. Informes: http://bit.ly/sBhbu y 5622 9470.



Conferencias

La construcción de políticas educativas en México: ¿hacia una nueva gobernanza? Gloria del Castillo. Lunes 27, 16:00 horas. Flacso. Carretera al Ajusco 377, Héroes de Padierna. Informes: 3000 0200.


Rezumando nacionalismo. La repatriación de mexicanos de Estados Unidos durante la Gran Depresión, 1930-1933 Fernando Saúl Alanís y Paolo Riguzzi. Lunes 27, 17:00 horas. Salón 5524 de El Colegio de México. Informes: 5449 3000.


Transparencia y proceso electoral. Robert Biersack e Issa Luna. Lunes 27, 17:00 horas. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Circuito Mario de la Cueva s/n. Ciudad Universitaria. Informes: 5622 7474 ext. 1735.


América Latina ante los distintos escenarios de salida de la crisis global. Lorenzo Meyer, Bruno Théret, Frank Priess, Gonzalo Almeyda, Graciela Bensusán, Gerardo Esquivel, entre otros. Organizan El Colegio de México y Fundación Konrad Adenauer. Martes 28 y miércoles 29, 8:30 horas. El Colmex. Informes: 5449 3000 ext. 4232 y http://bit.ly/yWHBHO

Democracia, redistribución y (des)igualdad. Adam Przeworski. Miércoles 29, 16:00 horas. El Colegio de México. Informes: 5449 3000.


Imaginario social y racionalidad científica. Gilberto Giménez. Palacio de Minería. Jueves 1o., 18:00 horas. Informes: 5622 7390.


Retos de la transparencia electoral en 2012. Salvador Guerrero. Sábado 3, 11:00 horas. Facultad de Derecho de la UNAM. Informes: 5636 2120.



Congresos

Congreso Nacional de Ciencias Sociales. Boaventura de Sousa, Rodolfo Stavenhagen, Lorenzo Córdova, Elena Azaola, José del Val, María Fernanda Somuano, entre otros. Domingo 26 a jueves 1o. Escuela de Medicina, Colegio de San Ildefonso y Escuela de Jurisprudencia. Informes: 5622 7559 y http://bit.ly/rkS2od



Libros

Egipto contemporáneo: economía, política y sociedad de José Carlos Castañeda Reyes. Colmex. Estudio de las condiciones sociales y los factores políticos que antecedieron al estallamiento de las protestas que terminarían con el régimen de Hosni Mubarak.


El moderno sistema mundial Vol. I de Immanuel Wallerstein. Siglo XXI. Segunda edición aumentada de la obra que reconstruye la historia de la sociedad capitalista partiendo de una perspectiva global.


El mundo del trabajo y el poder político. Integración, consenso y resistencia en la Ciudad de México a fines del siglo XIX de Florencia Gutiérrez. Colmex. Investigación de las formas de negociación y resistencia presentes en la interlocución de los trabajadores y el gobierno porfiriano.


Los límites de la escuela. Educación, desigualdad y aprendizajes en México de Emilio Blanco. Colmex. El autor reconstruye la complejidad educativa en México a partir del análisis que hace de las pruebas recientes de aprendizaje. Destaca el peso del origen social de los alumnos en los resultados.



Mesas redondas

El medio ambiente, las ciencias sociales y la política ambiental en México hoy. Boris Graizbord, Adrián Fernández, José Luis Lezama, Leticia Merino y Sergio Puente. Lunes 27, 10:45 horas. Palacio de la Escuela de Medicina. República de Brasil 33, Centro Histórico. Informes: 5449 3000 ext. 4155.



Presentaciones

Migrantes somos y en el camino andamos. Informe de Naciones Unidas, Consejo de Jornaleros y Jornaleras de la Montaña de Guerrero y Centro de Derechos Humanos Tlachinollan. Martes 28, 10:30 horas. Cencos. Medellín 33. Roma. Informes: 5533 6475 y cdhm@tlachinollan.org


Luchas "muy otras". Zapatismo y autonomía en las comunidades indígenas de Chiapas coordinado por Bruno Baronnet, Mariana Mora y Richard Stahler-Sholk. UAM/CIESAS. Maya Pérez, Márgara Millán y Rachel Sider. Martes 28, 18:00 horas. CIESAS DF. Juárez 222, Tlalpan. Informes: 5487 3570 ext. 1344.


Las políticas públicas del agua en la región poniente del Valle de México coordinado por Araceli Parra. UNAM. Úrsula Oswald. Miércoles 29, 11:00 horas. FES Acatlán. Alcanfores y San Juan Totoltepec s/n, Santa Cruz Acatlán. Informes: 5623 1775.



Revistas

Revista Mexicana de Derecho Electoral. No. 1 Enero-Junio. Lorenzo Córdova analiza la reforma electoral a cuatro años de su implementación. Diego Valadés destaca la necesidad de una reforma institucional para la consolidación democrática en México. Ciro Murayama examina los pendientes en materia económica a partir de la reforma electoral.


Si desea difundir alguna actividad de cultura política, comuníquese al 5628 7245. Correo electrónico: enfoque@reforma.com









Amigo candidato:

La cultura política. Enroque



(26 febrero 2012).- ¿Andas tras una curul y te faltan recursos?

¿Quieres un escaño pero no te da la cartera?



Banco de Cocoa te ofrece la solución:

· Crédito a la palabra y distribución de "billetazos" a domicilio o distrito.

· Variedad de denominaciones ya que, sabemos, del tamaño del sapo es la pedrada.

· Transporte blindado de "billetazos" a Convenciones, Consejos y Asambleas.

· Tarjetas de canje de voto por inscripción a programas sociales.



Aplican restricciones (de presupuesto), una vez que hayas ganado la elección.
En caso de derrota, se aplicarán tasas de interés a largo plazo.
Precaución: No hables de los "billetazos" si crees que te están grabando.






Yo sé lo que le digo

La cultura política

Victoria Schussheim

(26 febrero 2012).- Cada vez voy oyendo más hombres (y algunas mujeres) que aquí, en el país donde inventamos a los machos, piensan que no estaría tan mal votar por Josefina. "Las mujeres no son tan violentas", dicen. "Las mujeres no son tan corruptas".

Hágame caso, señor, yo sé lo que le digo. Las mujeres somos bien jijas, de veras. Y si no me cree, dele una repasadita a la historia, la mitología o la literatura. La bruja de Hansel y Gretel, por no hablar de la madrastra de Blancanieves; Jael, la que le atravesó la cabeza con una estaca y dejó clavado en la tierra, cual vil vampiro, al derrotado general Sisara de la Biblia, al que le había hecho creer que le daba refugio. Catalina la Grande, que era bravísima. ¿Y la bruja mala del Oeste?

Ya más cerca de nuestros tiempos y suelos, ¿qué tal Isabelita Perón (su nombre artístico, porque era bailarina exótica. Todavía no inventaban el tubo). Terminó gobernando y saqueando Argentina, apoyada por su amante José López Rega. Creó la Triple A: Alianza Anticomunista Argentina, dedicada a la tortura, la desaparición y el asesinato de gente de izquierda. Cedió poder a los entrañables Videla y Massera, que a la larga la derrocaron y fueron responsables de la guerra sucia que costó unos 30 mil desaparecidos.

¿Y la señora Thatcher? Hace 20 años los militares argentinos, en busca de popularidad barata, invadieron las Malvinas (así, de meros machos que son, aunque no tengan tanta fama), seguros de que ni un manazo les daban. Y riájatelas, que doña Margaret les deja ir toda la fuerza del imperio. Sin que se le moviese ni uno de los pelos perfectamente embalsamados que usaba.

Vote a Josefina por las razones apropiadas. Digo, si es que quiere votarla. Pero no porque es mujer (encima el otro día destapó a un marido de aspecto muy viril, cuando yo pensé que ya Dios le había hecho la gracia de volverla viuda).

Vótela porque no le gusta debatir. Porque si no sabe qué decir es sensible y no quiere agraviar a nadie.

Vótela porque donde se las vio en aprietos telefónicos (en el programa radial de Aristegui) tuvo los arrestos de colgarle el teléfono, por lo visto para siempre.

Así como los tuvo para contratar de asesor a Antonio Sola, el español de bien ganada mala fama que no se detiene ante nada para impulsar a su cliente.

Vótela porque parece tener todas las virtudes de eso que Jorge Ibargüengoitia llamó alguna vez "noble espejo de mujer mexicana". Modosita, siempre impecable, con el traje sastre del color correcto.

Es más, si quiere vótela por la sarta de babosadas que dijo el otro día un cantante que se llama Santana y que me hicieron ruborizarme de mi condición de mujer.

Si la va a votar, vótela, pues. Pero no porque vaya a ser tierna y dulce, no porque pondrá fin a la violencia con una tierna sonrisa. No porque sea incapaz de alianzas indecentes y de caer en la corrupción. Vótela porque se le da la gana.

Pero, ¡conste que se lo advertí!: las mujeres somos muy jijas. Lo que pasa es que casi nunca nos dan el poder de demostrarlo.


Twitter: @vschussheim









REVISTA PROCESO 1843



Toda la estructura de seguridad, infiltrada
ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA

La presencia del narco en las instituciones de seguridad y procuración de justicia, que no pueden ocultar ni en sus discursos el presidente Felipe Calderón y la procuradora general Marisela Morales, es algo más que infiltración. En el caso de Los Zetas, es una toma por asalto de las estructuras de mando, de las que disponen a su antojo los capos de ese cártel. Así lo muestra un expediente judicial en el que se describe –con detalles, nombres y montos de sobornos– cómo los mandos federales y locales de las policías y el Ejército no sólo protegen a los narcos sino que trabajan para ellos como escoltas, halcones, informantes, pagadores y hasta sicarios.

La detención de cuatro integrantes de la organización criminal de Los Zetas puso al descubierto que operaciones suyas son ejecutadas, y no sólo solapadas, por elementos del Ejército Mexicano, la Procuraduría General de la República (PGR), la Agencia Federal de Investigación (AFI) y la Policía Federal (PF), así como por las policías estatales y municipales, tanto de Coahuila como de Nuevo León.

A cinco años de iniciada la guerra de Felipe Calderón contra el narco, que ya acumuló más de 50 mil muertos y una cantidad similar de desaparecidos, los cuerpos de seguridad federales no escaparon a la corrupción que el presidente atribuye insistentemente a policías e instituciones locales.

De acuerdo con la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/041/2012, integrada apenas el pasado 8 de febrero, soldados de la Sexta Zona Militar ejecutaban a ciudadanos que denunciaban a criminales y desaparecían sus cuerpos, además de ocultarle a la PGR cargamentos de droga.

La indagatoria añade que lo mismo hacían agentes de la PF, quienes asimismo identificaban y enfrentaban a los adversarios de Los Zetas, colocaban puestos de vigilancia donde éstos les indicaban y custodiaban cargamentos. Además, establecían las nóminas de las Fuerzas Federales de Apoyo (FFA) que envía el gobierno de manera temporal a combatir al narco.

Por su parte, otros efectivos de la PGR y la AFI, con sobornos a todos niveles, se encargaban de consignar con cargos débiles a los miembros de Los Zetas, liberar a los que estaban detenidos e informar a los jefes sobre todo tipo de denuncias, incluidas las anónimas.

En el caso de las corporaciones de Nuevo León, Los Zetas presenciaban el pago de la narconómina a los policías estatales o municipales y tenían un enlace con el gobierno estatal para mantener a salvo su estructura.

En Coahuila, el teniente coronel Manuel de Jesús Cícero Salazar, quien se desempeñó como titular de la Policía Estatal Operativa y protegió a Los Zetas, era recomendado del secretario de Defensa, Guillermo Galván Galván.

La corrupción en la Fiscalía General del Estado (FGE, que concentra la anterior Procuraduría de Justicia y la Secretaría de Seguridad Pública coahuilenses) era conocida desde hace años por Felipe Calderón, cuyo gobierno no actuó hasta la segunda quincena de febrero.

La mañana del 15 de ese mes, en las instalaciones de la FGE los federales detuvieron al comandante ministerial Sergio Tobías Salas, Tobogán, y al policía estatal Julio César Ruiz Esquivel, Chicho, quienes también se encargaron de ejecutar y desaparecer personas. Horas después cayó la subdelegada de la PGR en Saltillo, Claudia González López, quien fue llevada a la Ciudad de México. Los tres, como Cícero, están acusados de colaborar con Los Zetas y el jueves 23 se les dictó formal prisión.

El jueves 16, la procuradora general Marisela Morales dijo: “Estamos dando un combate frontal a toda la corrupción que se pueda dar en todos los niveles en nuestra propia dependencia. Somos los primeros en poner el ejemplo y tenemos (acciones) sin precedente en el combate que estamos dando contra los agentes federales de investigación, contra los ministerios públicos, contra quien sea en cualquier nivel (que sean corruptos)”.

Morales adelantó que hay más implicados, pero aclaró que no pertenecen a su corporación. Sin embargo, el mismo expediente que permitió la consignación de los elementos ya mencionados también implica a otros integrantes de la PGR.

En cuanto a la corrupción militar, el domingo 19, durante la conmemoración del Día del Ejército, Calderón encomió a los soldados pero admitió: “Es cierto que se han dado casos excepcionales de algunos malos elementos que se apartan de los valores que ennoblecen al instituto armado, que con ello traicionan su uniforme y la confianza en ellos depositada”.

Esos “casos excepcionales” ocurrieron en dos de las entidades que registran mayor violencia: Coahuila y Chihuahua, que conforman la XI Región Militar. Los casos documentados hasta ahora son las desapariciones y ejecuciones presuntamente ordenadas por el general Manuel de Jesús Moreno Aviña, jefe de la guarnición de Ojinaga, así como la implicación en ejecuciones del 39 Batallón de Infantería, de Nuevo Casas Grandes y, ahora, el caso del 69 Batallón de Infantería, radicado en Saltillo.

Poder corruptor

Las declaraciones incriminatorias de los soldados y oficiales detenidos en marzo de 2011 revelaron cómo el poder corruptor de Los Zetas escaló por toda la estructura de la Sexta Zona Militar, con sede en Saltillo, hasta llegar al general Juan Manuel Vallejo Malibrán, quien se desempeñaba como jefe del Estado Mayor en la zona y luego fue enviado a Guanajuato.

Así, el miércoles 8 de febrero la PGR inició la averiguación previa 041/2012, acumulando testimoniales y probanzas de las averiguaciones 197/2011 y 101/2011, esta última integrada tras la detención, el 12 marzo de 2011, de Pedro Toga Lara, El Guacho, y Gerardo Hernández Sánchez, El Gerry, identificados como mandos de Los Zetas.

Los dos son ahora testigos protegidos de la PGR. A Toga Lara se le asignó la clave confidencial Escorpión y a Hernández Sánchez la de Sagitario. En la averiguación mencionada se identifica a otro testigo protegido como Sérpico, y de las declaraciones de los tres se desprendió lo que en la PGR se juzgó “información veraz y confiable, por haber sido de utilidad para la captura de otros integrantes de Los Zetas”.

En su declaración del 4 de mayo de 2011, Sagitario incriminó, con todo y sus narcosueldos, a los tenientes Javier Rodríguez Aburto, Sócrates Humberto López González y Julián Castilla Flores, que “ganaban” 50 mil pesos, y a Marcos Augusto Pérez Cisneros, que sólo obtenía 30 mil porque “era muy flojo”.

Los Zetas les pagaban 30 mil pesos a los subtenientes Alexis Ríos Cruz, Francisco Javier Soto Núñez, Carlos Miguel Gallardo Ibarra, Édgar Sánchez Ruiz, Édgar Valencia Cárdenas y Evencio Castillo Castro.

Al sargento José Luis Cerecedo Cruz, al cabo Pedro Montes Vázquez y al soldado Omar Alejandro Martínez Rivera les entregaban 20 mil. La función de Montes consistía en operar las comunicaciones para transmitir las órdenes de Los Zetas.

Otro sargento, Sergio Treviño Ríos, conocido por Los Zetas con la clave Tauro, fue quien presuntamente vinculó a todos los integrantes del 69 Batallón de Infantería con la organización criminal y se encargaba de pagar la narconómina.

Los soldados detenidos se acusaron mutuamente, con lo que salieron a flote varios delitos, como el asesinato de un teniente de apellido Hoyos.

A la lista de implicados se incorporaron así los tenientes Julio César Montiel Rumbo y Jesús Alberto Córdoba Ríos, el subteniente Francisco Javier Beltrán Luna, los sargentos Guillermo Flores Arrazate y Cecilio Ambros Antele, el cabo Salomé Juárez Cuéllar, los soldados Eleaquín Rubio Bautista y otro de apellido Vinalay. La lista sigue.

En el caso del teniente Soto Núñez, al ser detenido se le aseguraron 300 mil pesos en efectivo y armas que no eran de cargo. Según las declaraciones del sargento Treviño Ríos asentadas en el expediente, Soto pertenecía al equipo de Montiel Rumbo, comandante del batallón.

“Junto con otros tenientes y tropa, de los cuales no sé el nombre, (Montiel Rumbo) se encargaba de levantar y desaparecer a personas contrarias a la organización de Los Zetas, ignorando lo que hacía con las personas levantadas, y estos jales los hacía en Saltillo, Monclova y Torreón”, declaró Treviño.

Añadió: “Tengo conocimiento de que el Rumbo y su gente, hace aproximadamente tres meses (es decir, en enero de 2011), levantaron a tres personas que eran maestros o ingenieros, gente con algún tipo de profesión, en la ciudad de Monclova, porque le habían puesto el dedo a Los Zetas”.

El martes 21, el diario Reforma publicó otras revelaciones de Treviño, asentadas en la causa penal militar 279/2011, en las que afirma que el general Vallejo Malibrán está relacionado con Los Zetas, que no daba parte a la PGR de droga decomisada y portaba un radio de comunicación Kenwood que le entregaron los narcos.

Respecto al teniente Hoyos, quien fue asesinado, Treviño dijo que aseguró armas, dinero y celulares, pero le reclamó al general Vallejo que reportara menos objetos y montos a la PGR, por lo que el general ordenó matarlo.

Narcosueldazos

Las declaraciones de Escorpión, Sagitario y Sérpico coincidieron con las de Luis Jesús Sarabia Ramón, Pepito Sarabia, detenido el pasado 11 de enero en los límites de Coahuila y Nuevo León.

Ante el Ministerio Público Sarabia narró su carrera delictiva, iniciada en 2005 como encargado de las tienditas en Nuevo Laredo. Es compadre de Miguel Ángel Treviño Morales, L-40, quien al contratarlo le asignó la clave L-44. A finales de 2007 se integró a “la operativa”, es decir, a la escolta de L-40 y de su hermano Omar Treviño Morales ( L-42) mientras se escondían en las ciudades de Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros, cuando el Cártel del Golfo, aún unido con Los Zetas, luchaba por el control de Nuevo Laredo contra el ahora preso Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, y Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, asesinado en Cuernavaca.

En 2007 Sarabia fue enviado a Piedras Negras con L-42 para fungir como “tranca” o encargado de las comunicaciones de la organización en la ciudad. En 2008, L-40 lo convirtió en jefe de plaza de Monclova y, en 2009, Heriberto Lazcano lo envió a Saltillo también como jefe de plaza, pero para entonces “ya formaba parte de la polla”, es decir, invertía dinero y se le daba una ganancia de unos 100 mil dólares mensuales. Según el testigo, la clave L seguida de un número se asigna a quienes responden al mando de Nuevo Laredo.

En su declaración, Sarabia confirmó la corrupción en la PGR y la AFI. También Sérpico asentó que en la AFI, en Coahuila, un comandante obtenía un narcosueldo de 100 mil pesos mensuales; un comandante segundo, 70 mil pesos; y los ministerios públicos federales 30 mil. Además se les regalaban costosos vehículos.

Para identificar a los miembros de la AFI, Los Zetas utilizaron la clave “tres letras”. Además de tener bajo su control a los mandos y policías, pagaban a la subdelegada de la PGR en Saltillo, Claudia González López.

Cuenta Sarabia que un día El Gerry (el testigo Sagitario) llegó al bar Carlos’n Charlie’s –que el primero utilizaba para sus reuniones– con la subdelegada, a quien le daban 100 mil pesos mensuales, y las agentes del ministerio público federal Blanca Isabel Dueñas Beltrán (con pagos de 25 mil pesos) y Gladis Feliciana Leyva Quintero (50 mil). En total eran cinco agentes del ministerio público y la subdelegada.

En febrero de 2010 la subdelegada González López y la MP Leyva Quintero se encontraron con Sarabia y El Gerry en la agencia Chevrolet de Saltillo para comprarle un carro a la funcionaria de la PGR. Ella salió de ahí a bordo de una pick up azul de doble cabina.

Los vehículos que se obsequiaron a los AFI, y en ocasiones también la narconómina, se entregaban en la parte posterior del edificio de la subdelegación de la PGR en Saltillo, en la colonia Topochico.

Y contra la afirmación de la procuradora general Marisela Morales de que no está implicado más personal de la PGR, los testigos y el indiciado revelaron que pagaban 50 mil pesos al agente de la AFI José Guadalupe Ballesteros Huescas, a quien conocían desde 2009. Señalaron por lo mismo a David Corral Huerta y a Enrique González Nava, este último responsable estatal de la AFI, radicado en Torreón y quien recibía 600 mil pesos mensuales para repartirlos entre los policías asignados a Coahuila. Según Sarabia, así los jefes de su grupo delictivo andaban por el estado sin ser molestados.

Además, los elementos de la PGR y la AFI debían liberar mercancías vehículos y armas aseguradas en operativos, o bien consignar mal y quitarles cargos a los zetas detenidos, informar sobre todas las denuncias formales o anónimas contra sus miembros, y compartir la información enviada o solicitada por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR.

En enero de 2011 se les retuvo el pago debido a que las FFA detuvieron en Saltillo a El Risas, que desde mayo de 2010 era el “cocinero” o encargado de calcinar cuerpos para dejarlos inidentificables. El L-40 ordenó liberar a El Risas, quien junto con Sarabia y otros zetas eran sus escoltas personales en los años de la guerra contra los Beltrán Leyva por la plaza de Nuevo Laredo.

No fue posible liberar a El Risas porque las FFA ya habían dado aviso al mando en la Ciudad de México. La subdelegada González López tuvo que explicar personalmente lo ocurrido y liberar el soborno retenido.

El capitán Valbuena

Los cuatro zetas detenidos coinciden en señalar como uno de sus operadores al capitán Jorge Luis Valbuena Flores, mando de la PF en Coahuila y antes en Nuevo León. De acuerdo con Sérpico, el capitán estaba a cargo de la PF en Nuevo León cuando lo conoció y empezó a entregarle la nómina a través del Comandante Lino, subalterno de Sérpico y abatido por el Ejército el 25 de enero de 2011 en Monterrey.

Escorpión afirma que conoció a Valbuena en 2008 y que en Nuevo León recogía también la nómina para Coahuila, entidad a la que fue enviado en 2010 como mando de la PF.

El mismo testigo señala que Valbuena llevó con Los Zetas al comandante Enrique González Nava, de la AFI; Azulejo, el comandante de las FFA que llegaron a Saltillo en enero de 2011, y al jefe de inteligencia regional. En esa reunión los mandos zetas le entregaron 2 millones de pesos a Azulejo y acordaron el monto que les darían a los oficiales durante su estancia en los dos estados.

Según esta declaración integrada en el expediente, Valbuena facilitó la corrupción de ministerios públicos locales en Arteaga, Coahuila, para liberar a delincuentes detenidos, pero también encabezó acciones directas para Los Zetas. Incluso señalan que Valbuena dirigió la búsqueda de Pepito Sarabia en Nuevo León, donde escapó, haciéndose pasar por muerto, tras una balacera contra militares en 2010.

El capitán de la PF recibió órdenes del grupo armado para colocar los filtros de vigilancia de la PF en la entrada a Saltillo procedente de Monterrey, así como en la caseta de la autopista 57 Saltillo-México y en las inmediaciones de la carretera libre a Torreón, a la altura de General Cepeda, todo con el fin de identificar a comandos rivales o sus cargamentos, y asegurarse el libre tránsito.

Valbuena proporcionaba información sobre operativos que se planeaban en la Ciudad de México, de la PF y de otras corporaciones (“estaba muy bien conectado en el Distrito Federal”). Según el testigo, el oficial daba indicaciones sobre los vehículos, vuelos, horarios y cantidad de personas, así como del objetivo de los operativos federales en la zona.

El capitán también “resolvía los problemas que llegaba a tener la Compañía en las carreteras. En esa ocasión, cuando le pagué, a principios de enero de 2011, 70 mil pesos para él, y para la tropa se le entregó más de 1 millón de pesos, ya que toda la corporación se encuentra comprometida con Los Zetas”, señala Escorpión.

Agrega que a Valbuena se le entregaban entre 800 mil y 1 millón de pesos en sobres rotulados con los nombres de los beneficiarios. El testigo Sagitario le atribuye al capitán el robo de cinco camionetas blindadas en la carretera libre Saltillo-Torreón, en abril de 2009, tras lo cual desapareció a los choferes y le entregó los vehículos a quien identifica como el Comandante Chabelo.

La misma fuente declaró que el capitán de la PF escoltaba cargamentos de droga, armas y vehículos blindados hacia las ciudades de Miguel Alemán, Reynosa y Nuevo Laredo, así como tráileres con “cargas chinas”, nombre que dan Los Zetas a la fayuca que tiene como destino el Distrito Federal.

Según Sagitario, el capitán se encarga asimismo del transporte de la mercancía de contrabando mediante la empresa Senda y del paso de la misma a San Luis Potosí por un proveedor independiente. De igual forma, el mando federal ha participado en la ordeña de ductos de Pemex, pues además de brindar protección a la extracción de gasolinas en Hipólito, Coahuila, Valbuena tiene gasolineras en Monterrey y le entregaba al ahora testigo protegido una pipa grande de tres ejes al mes.

Los Torres Charles

Por la información de los testigos mencionados se conoció también que en Nuevo León operaba El Cabrito, quien repartía la nómina a policías ministeriales, estatales y municipales en presencia de representantes de Los Zetas. Uno de los individuos que así recibía su soborno era el “Licenciado Muñoz”, enlace con el gobierno estatal.

En Coahuila el peón de Los Zetas era el teniente coronel retirado Manuel de Jesús Cícero Salazar, Viejo Loco. Formaba parte del llamado Modelo Coahuila y a mediados de 2008 fue designado titular de Seguridad Pública en Ramos Arizpe, municipio conurbado de Saltillo.

El Modelo Coahuila fue un programa coordinado por la periodista Isabel Arvide, que consistía en la designación de 11 generales, cinco coroneles, nueve mayores y otros oficiales que sumaban casi 200, todos en retiro, a quienes se les entregaron todas las jefaturas de seguridad pública municipales.

Arvide lo describió así en Torreón, el 17 de febrero de 2010: “Todos los jefes militares, dentro de este modelo, vienen comisionados, después de pasar pruebas de confianza, por la Secretaría de la Defensa Nacional. La mayoría han sido compañeros generacionales del general Galván, han servido bajo sus órdenes o han coincidido con su mando en diversas comisiones”.

Las policías estatales, los penales y las jefaturas de los municipios se llenaron de militares que operaron con total libertad y gozaron de vehículos blindados, armas de alto poder, viáticos, seguros y sobresueldos que nunca se transparentaron. Su “jefe moral” era el entonces comandante de la región militar general Mario Marco Antonio González Barrera, hoy inspector y contralor general de la Sedena.

Arvide terminó su relación laboral con el gobierno de Coahuila en mayo de 2010, tras acusar al entonces fiscal del estado, Jesús Torres Charles, de estar coludido con el hampa. Algunos de los militares que llevó a Coahuila reaparecieron tiempo después en otras entidades, como Tamaulipas y Quintana Roo. Fue el caso de Cícero, quien fue designado subsecretario de Seguridad Pública, pero dejó el cargo tras un escándalo callejero en Cancún.

Cícero se hizo notar en Coahuila a raíz de un tiroteo que, ahora se sabe, fue contra la escolta del L-40. Los medios locales lo apodaban El Rambo y vivía en las instalaciones de la Policía Municipal porque tenía amenazas de muerte. Sin embargo, de las declaraciones de los testigos protegidos se desprende que Pepito Sarabia le entregaba 500 mil pesos mensuales (200 mil de esos para otra persona cuyo nombre no se menciona), además de regalarle una camioneta Cherokee.

Otro implicado era Emanuel Almaguer, comandante de la Policía Municipal de Saltillo, quien pagaba la nómina y recibía apoyos para gastos de las patrullas. Fue ejecutado el 5 de diciembre con su hijo de 12 años.

Los testigos y Sarabia coincidieron en señalar a Humberto Torres Charles (hermano del exfiscal general del estado), a quien apodan Glenda y que fue subprocurador en los años noventa, bajo el mando del procurador Humberto Medina Ainsley, padre del actual gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz.

Humberto Torres era director jurídico de la Secretaría de Salud estatal. Hoy está prófugo. Los declarantes sostienen que le entregaron sobornos altísimos (el primero por 100 mil dólares) y le regalaron un automóvil BMW y un Mustang.

El lunes 20 la periodista Isabel Arvide dijo al periódico Vanguardia de Saltillo que la corrupción del exfiscal Jesús Torres fue advertida personalmente por Felipe Calderón a Humberto Moreira, quien lo ignoró y mantuvo al funcionario en el cargo desde 2010.

Pese a estos antecedentes y a las confesiones e imputaciones hechas por los detenidos, que llevan casi un año en poder de la PGR, esta dependencia no ha integrado ninguna indagatoria contra el exfiscal Torres Charles ni ha resuelto caso alguno de desaparición forzada de personas, aunque el propio presidente Felipe Calderón se comprometió desde mediados de 2011 a acelerar las investigaciones y dar respuesta a las familias que exigen justicia.





Historias de sangre
ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA

La guerra entre cárteles del narcotráfico produce personajes que siempre están en medio de los enfrentamientos más violentos, entre disparos, sangre y muerte. Uno de ellos es el Comandante Pepito, un zeta recientemente aprehendido que en su declaración ante la PGR da detalles, entre otros, de dos sonados episodios: el tiroteo durante una carrera de caballos en el que murió un jefe de su organización y el asesinato del agente estadunidense Zapata, del ICE, hace un año.

Las declaraciones de Luis Jesús Sarabia Ramón, Pepito Sarabia o Comandante Pepito, explican algunos hechos de violencia de los últimos años en regiones del norte del país; esto por su cercanía con Miguel Ángel Treviño Morales, L-40, su compadre, así como por su ascenso en la organización criminal de Los Zetas, de la que llegó a convertirse en asociado.

Detenido el pasado 11 de enero en un operativo incruento, Sarabia está en calidad de indiciado según la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/041/2012, en la que se asienta que hasta marzo de 2011 fue mando regional de Los Zetas, con influencia en San Luis Potosí, Zacatecas, Jalisco y Coahuila.

A lo largo de su declaración, Sarabia da cuenta de operaciones en las que participó directamente o de las que tuvo conocimiento al formar parte de la también llamada Compañía, operaciones que en su momento se convirtieron en noticias de repercusión internacional.

Uno de esos casos es el ataque a dos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) el 15 de febrero de 2011.

Ese día los agentes Jaime Zapata y Víctor Ávila fueron tiroteados en un paraje de la autopista federal número 57, en San Luis Potosí. Zapata murió.

El 23 de febrero de ese año la investigación a integrantes de Los Zetas derivó en la detención de Julián Zapata Espinoza, El Piolín, quien según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) era el mando de la organización delictiva en la zona.

Ricardo Treviño, vocero de la Sedena, aseguró aquel 23 de febrero que el ataque se debió a una confusión, pues por el tipo de vehículo en el que viajaban los agentes del ICE, los sicarios asumieron que se trataba de miembros de un cártel rival.

El 28 de febrero de 2011 el gobierno presentó a Sergio Mora Cortés, El Toto, detenido por la Marina. A El Toto se le atribuyó estar a las órdenes de El Piolín. Con inusual premura los zetas implicados iban cayendo.

Durante un año nadie mencionó que los agentes del ICE iban armados, hasta que el pasado miércoles 15 The Washington Post dio a conocer otros pormenores del ataque. Por ejemplo que la camioneta en la que viajaban era blindada y hubiera podido resistir los disparos de AK-47 y la detonación de granadas, pero el vehículo tenía una falla técnica: al poner la palanca en “parking” se levantaban los seguros de las puertas.

Los agentes del ICE no pudieron responder la agresión, pues eran superados en armamento.

Con las declaraciones de Sarabia la información complementa lo que ya se había asentado en la indagatoria PGR/SIEDO/UEIDCS/051/2011, integrada a partir de la detención de El Toto y El Piolín, ya que explica cómo se vivió la tensión por lo ocurrido en las horas que siguieron al homicidio de Zapata.

Sarabia, indiciado ahora por diferentes delitos federales, explicó que El Toto era el contador de la plaza y se había quedado a cargo aquella semana cuando atacaron a los agentes del ICE.
La averiguación 051/2011 establece que Sarabia pidió a El Toto que explicara lo ocurrido y le ordenó reunir a El Piolín con su “estaca (comando) para darle piso (matarlo) o montarlo” (entregarlo a las autoridades).

Esto último fue lo que ocurrió, por lo que la Sedena y la Marina pudieron tener detenidos rápidamente y no por los trabajos de inteligencia presumidos por Felipe Calderón, a quien inclusive felicitó Barack Obama tras las detenciones.

Sarabia estaba en Monclova, a donde lo había convocado Heriberto Lazcano para que se encargara de organizar una protesta contra la construcción de un penal federal que se realiza en esa ciudad, según se establece en la averiguación 041/2012.

El asunto había hecho crisis. La noche del 15 de febrero de 2011, horas después del asesinato del agente Zapata, L-40 y El Lazca convocaron a Sarabia para pedirle una explicación, por ser el mando principal de esa región. El primero en llegar fue L-40.

De la declaración de Sarabia: “Mi compadre 40 me pregunta qué fue lo que pasó en San Luis Potosí, que quién se había chingado a los de Migración, refiriéndose a los güeros del ICE, porque yo era el encargado, a lo que yo le dije que no sabía cómo estaba el pedo, ya que se había quedado encargado El Toto”.

El Piolín y otro sicario mencionado sólo como El Tarta han sido identificados por las autoridades mexicanas como los ejecutores del ataque. De la declaración de Sarabia se desprende que eso es cierto.

“Toto me dijo que había mandado a Piolín y a Tarta a robarse trocas a la carretera de San Luis a México, y al parecer había valido madre porque era gente del otro lado, es decir de los güeros. Después de eso, mi compadre 40 le habló a Lazcano para que checaran qué iban a hacer conmigo. Una vez que llega Lazcano le explicamos cómo están las cosas y Lazcano explica que él me había mandado llamar a Monclova para lo de las pancartas, por lo que queda mi compadre 40 conforme con lo dicho y me dejan seguir haciendo lo de las pancartas.”

Días después, a principios de marzo, L-40 lo cambia de asignación y entonces Sarabia opta por desertar de Los Zetas.

“(L-40) me dejó dicho con El Abuelo (jefe de plaza en Monclova) que le migre para la guerra (llaman así al enfrentamiento contra el Cártel del Golfo en la frontera tamaulipeca), que ya no regrese a San Luis Potosí y me ponga a las órdenes de El Gallo y La Papa (ambos ejecutados y calcinados en la carretera Laredo-Monterrey), pero no obedecí y a finales de marzo de 2011 dejo de formar parte de la organización de Los Zetas.”

Carreras en Fresnillo

Unos meses antes de su detención, Sarabia empezó a tener problemas dentro de la organización criminal, según dice en su declaración.

El 15 de diciembre de 2010 hubo carreras y fiesta entre zetas. Se reunieron en un hipódromo en las inmediaciones del penal de Fresnillo los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño, L-40 y L-42, respectivamente; Iván Velásquez Caballero, El Talibán o Comandante 50; El Diamante, operador de Zacatecas; otro sujeto conocido como El Gordo, quien se hace cargo de los caballos de la organización, y La Ardilla, jefe de plaza en Zacatecas.

El Talibán le preguntó a Sarabia si le había hecho algo a su compadre L-40, porque andaba muy enojado y le quería montar “a aquel hombre”, refiriéndose a Lazcano.

“Yo lo único que le dije fue que estaba enojado porque me había visto con una muchacha que yo traía y que era de Veracruz, era una teibolera, pero al parecer le había gustado a mi compadre Miguel (L-40)”, explicó Sarabia.

No hubo reclamo, porque de repente recibieron reportes de la presencia de militares en la zona y se acabó la fiesta.

El Ejército reventó la carrera, pero todos los zetas lograron escapar y enfrentaron a los militares a lo largo de la carretera estatal Jerez-Fresnillo. Sólo murió un pistolero. L-40, L-42, Lazcano y La Ardilla volaron en aviones privados a Monclova. Sarabia huyó por tierra y se fue a esconder a Saltillo.

La información oficial sólo dio cuenta de que un grupo de hombres armados había enfrentado un convoy militar que los repelió, dejando como saldo un sicario muerto.

Villarín y Cañada Park

El gusto por las carreras de caballos de Heriberto Lazcano y Miguel Ángel Treviño ha sido ampliamente referido, sobre todo porque en diferentes ocasiones se han visto atacados o cercados por el Ejército al ser espectadores de justas ecuestres.

Una de las primeras menciones sobre esa afición ocurrió en El Villarín, Veracruz, cuando un desencuentro entre los apostadores terminó en balacera. Aquella vez se especuló con que uno de los muertos podría ser Heriberto Lazcano, pero en realidad se trataba de Efraín Teodoro Torres, Comandante 14 o Z-14.

Villarín es un rancho cuya carretera reducida apenas está pavimentada. Al transitar por ahí es frecuente que salgan al paso gallinas o cerdos, antes de penetrar el breve y paupérrimo caserío. Sin embargo en ese lugar se instaló un hipódromo abatible, con capacidad para unas 10 mil personas y que entre sus curiosidades contaba con arrancaderos profesionales.

La bolsa era de unos 9 millones de pesos, pero al final de la carrera los apostadores no quedaron conformes con el resultado. De ahí surgió la balacera en la que murió el Z-14.

Dos años después, en el Futurity 2009 del Cañada Park, en Ramos Arizpe, Coahuila, asesinaron a balazos a Javier Urióstegui Román, El Gato Urióstegui, un tahúr profesional originario de Morelos.

Dos días después, en una finca de Allende, Nuevo León, donde lo velaban, un comando acribilló a los dolientes. Ahí murió su hermano José Carmelo, además de que otros familiares y amigos del apostador –procedentes de Teloloapan, Guerrero– resultaron heridos.

En su huída del Cañada Park, un convoy encabezado por el teniente coronel Manuel de Jesús Cícero Salazar, entonces director de Seguridad Pública de Ramos Arizpe, se encontró con los delincuentes. Su vehículo iba equipado con cámara y grabó el enfrentamiento. Bajo el fuego se escuchan las desesperadas peticiones de apoyo por radio a otras corporaciones. La ayuda no llegó.

De acuerdo con las declaraciones de Sarabia, fue El Gato Urióstegui quien mató al Z-14 o al menos así lo entendía L-40.

“Conocí a esta persona (Cícero) el 30 de agosto de 2009 ya que hubo una balacera entre la escolta de Cícero en contra de la gente de la Compañía, entre los que nos encontrábamos mi estaca (comando) y yo.

“Fue en la carretera Los Pinos, ya que ese día hubo carreras de caballos a las que fue El Comandante 40, porque sabía que en ese lugar iba a estar un apostador que un año antes (en realidad dos años antes), había matado en unas carreras de caballos que se hicieron en Villarín, Veracruz, al Comandante 14.”

Sarabia estaba estacionado en las inmediaciones de un convento ubicado por la carretera a Los González, en Saltillo, cuando recibió la orden de acercarse al Cañada Park, pero en el trayecto se dio cuenta de que había patrullas esperando el convoy de L-40 que ya había ejecutado a El Gato Urióstegui y venía de regreso. Sarabia fue quien hizo la custodia del convoy de L-40, haciendo frente a los policías y resultando herido.










Funcionarios de doble cara
MARCELA TURATI

Cuando se enteraron por las noticias de que al exfiscal de Coahuila Jesús Torres Charles y a la subdelegada de la PGR en el estado, Claudia González, se les relaciona con Los Zetas –el primero por parentesco, la segunda por brindarles protección–, a cientos de familias de todo el país se les heló la sangre.

Entendieron que a la par que aportaban nuevos datos a los funcionarios para que buscaran a sus familiares desaparecidos estaban entregando información a los propios criminales.

Comprendieron también por qué, a pesar de sus esfuerzos, el gobierno no ha encontrado a ninguna de las personas reportadas como desaparecidas en la entidad en estos tiempos de la guerra contra el narco.

“Siento frustración por la impunidad, por la omisión, por el cochinero y la colusión de todas las autoridades procuradoras de justicia del estado de Coahuila, no nada más las personas que ya aprehendieron, sino las que nos pusieron innumerables obstáculos a las familias que hicimos pesquisas, investigamos con esfuerzos sobrehumanos por ser simples ciudadanos. Y seguramente todo lo que presentábamos al fiscal lo tiraba a la basura”, dice indignada la señora María Guadalupe Fernández Martínez.

Es madre del ingeniero Jorge Antonio Robledo Fernández, un defeño desaparecido en Monclova el 25 de enero de 2009. Tenía 32 años y trabajaba en ICA Fluor Daniels, en el Proyecto Fénix de Altos Hornos de México. Desde entonces la pareja Robledo-Fernández se volcó en la búsqueda de su hijo y viajó cada semana a Coahuila para entregarle pruebas al fiscal.
Le dieron un video del antro sospechoso, de ventanas selladas, que comparte estacionamiento con la tienda de autopartes donde desapareció su hijo. Las llamadas que, durante un año, se hicieron desde los dos teléfonos celulares de su hijo y hasta la ubicación de los dos cajeros automáticos en los cuales se hicieron retiros bancarios con sus tarjetas. Pero no hizo nada, ni siquiera incluyó los datos en la averiguación previa 002/2009.

“Siempre nos preguntaban qué cosas nuevas habíamos investigado y muchas veces les dijimos: ‘Ustedes tienen que investigar; esa es su labor, no la nuestra’”, dice a Proceso esta mujer, que forma parte de la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec), que tiene 230 casos documentados en el estado de 2007 a enero de 2011.

Los cálculos preliminares del gobierno estatal arrojan que en el estado han desaparecido más de mil 600 personas durante el sexenio de Felipe Calderón.

“Nosotros hacíamos esfuerzos sobrehumanos por obtener información: hicimos un análisis de las llamadas que salían del celular de mi hijo y se los llevábamos cada 10 días para mostrarles que estaban activos, que los recargaban, que tenían dados de alta como amigos a varios celulares; llevábamos estados de cuenta de tarjetas bancarias y les avisamos la semana en la que ininterrumpidamente se presentaron a sacar dinero. Nosotros estábamos esperanzados de que iban a poner a un agente encubierto a esperarlos, porque Monclova es una ciudad pequeña. Pero llegó el sábado y esos animales-infelices-desgraciados que habían sacado de 3 mil en 3 mil le sacaron los últimos 100 pesos que quedaban”, dice.

El asco, la desilusión, la indignación, la sensación de estafa es compartida por las familias que, como la suya, se dedicaron a juntar pistas que ayudaran a las autoridades a ubicar a sus seres queridos. Sin saber que tenían a los enemigos en casa.

La directora del Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios, de la Diócesis de Saltillo, Blanca Martínez, también asesora de Fuundec (hoy Fuundem, porque aglutina ahora a desaparecidos en todo México), informa que, ante la noticia reciente, las familias están desconcertadas e indignadas.

“Ya entendemos por qué estos años no se encontró a nadie a pesar de que la gente ha puesto información que no ha servido para nada.”

Crece el desencanto

La Fuundem programó varias asambleas regionales urgentes con el propósito de tomar una postura sobre ese caso. Sin embargo, queda claro que pedirán que se investigue al exgobernador Humberto Moreira que sostuvo a Jesús Torres Charles en el cargo a pesar de su negligencia.

“La primera desaparición fue hace cinco años y a la fecha no hay nada. Hay una clara responsabilidad, como mínimo, por omisión y muy probablemente una deliberación de no buscarlos, y eso implica responsabilidades institucionales y de estado. No dudamos que haya responsabilidades directas de funcionarios de alto nivel, como la subdelegada. Por eso vamos a pedir que se investigue al exfiscal, a todos los funcionarios involucrados en las presuntas investigaciones de los desaparecidos y, obviamente, al exgobernador Moreira”, señala Blanca Martínez.

Durante todo 2011, las familias establecieron mesas con funcionarios estatales y federales en las que participó la subdelegada Claudia González. “(Ella escuchó) todos los casos, dando su opinión, comprometiéndose con las familias a buscar a sus desaparecidos, diciendo –con un manejo emocional poco ético– que entendía a las madres de ellos por ser mujer”.

A raíz del anuncio de la semana antepasada de los vínculos de los dos exfuncionarios con Los Zetas, la desconfianza entre las familias se afianza.

“Desde que nos sentamos la primera vez con Moreira, en septiembre de 2010, una de las demandas de las familias era la renuncia de Torres Charles por sus claros actos de omisión en procurar justicia. El entonces gobernador hizo caso omiso y cuando dejó la gubernatura para irse como presidente del PRI todavía nos dijo: ‘Quédense tranquilas, aquí está el fiscal, él va a seguir buscando’”, dice Martínez.

A pesar del mal desempeño de Torres Charles como procurador estatal, el sucesor de Humberto Moreira, su hermano Rubén, lo nombró jefe de la Oficina de Asuntos Jurídicos, donde se vigilaban las nuevas leyes a aprobarse. En ese lapso se tipificó el delito de desaparición forzada que no cumple los lineamientos de la Organización de las Naciones Unidas.

“La definición está amañada para salirse por la tangente. Vamos pa’trás, dejaron muy ambiguos los castigos a los responsables directos del delito y la responsabilidad del estado para garantizar la justicia”, señala.

El desencanto no es nuevo. Conforme pasa el tiempo y las familias peregrinan de institución en institución para solicitar la búsqueda de sus seres queridos, se han ido dando cuenta de las complicidades entre autoridades y delincuentes. Sin embargo, hasta este momento se hizo explícito.

“Mucho tiempo confiamos en la palabra de esas personas que, dicen las noticias, están inmiscuidas. A nosotros Dios nos iluminó: el 27 de abril de 2009 nos dimos cuenta de que el fiscal no iba a hacer nada. Descubrimos que los nuevos datos que llevábamos, las sábanas telefónicas, las fotografías, no las incluía en la averiguación previa, aunque le dábamos todo en sus manos. Además nos paralizaba, diciéndonos que no buscáramos porque nuestro hijo corría peligro”, dice la madre de Jorge Antonio.

La familia del ingeniero decidió acudir a la PGR; hasta ahora la institución no ha avanzado en el caso de su hijo. La familia Robledo-Fernández y los demás miembros de Fuundec tuvieron pláticas con el subsecretario de Gobernación, Felipe Zamora, con quien planeaban la creación de una fiscalía estatal que se dedicara a la búsqueda de los desaparecidos. Pero todo se interrumpió cuando él murió en el accidente aéreo con el secretario Francisco Blake Mora.

“Nos interesa que se investigue a estas personas que ahora son señaladas, porque puede ser el hilo de esta madeja tan dolorosa para nosotros”, dice la señora María Guadalupe.







Testimonios desde el infierno
LUCIANO CAMPOS GARZA

Deshecha por la pena, una pareja de Monterrey relata la estremecedora historia de su hijo, quien fue encerrado a la mala por federales en el penal de Apodaca, donde recibió maltratos y extorsiones permanentes. Su familia sostiene que no pertenecía a Los Zetas ni al Cártel del Golfo. Aun así, el joven fue masacrado junto con otros 43 reos en el ambulatorio Delta. Los padres describen el poder que los capos del narco ejercen en las cárceles donde deberían purgar sus condenas.

MONTERREY, NL.- En el penal de Apodaca las llaves de las celdas y los accesos eran controladas por los malos. Uno de ellos estaba en cada puerta, tomando apuntes de quién entraba y salía. El comandante en el interior no era un guardia, sino un interno designado por los líderes de los presos. Los locutorios eran territorio tomado, con espías que reportaban lo que se decía en cada visita personal.

Todo eso lo supieron Sofía y Arturo a partir de lo que les contaba su hijo Mario Humberto Ramírez Calderón, asesinado la madrugada del 19 de febrero junto con otros 43 internos.
Arturo había solicitado el 29 de julio de 2011 que trasladaran a su hijo de 19 años al penal de Cadereyta porque estaba en peligro. Le envió una carta a Ernesto García Guerrero, entonces comisario general de Administración Penitenciaria, en la que le decía que quería el cambio “por motivo de soborno y golpes que me le dan. (…) Tiene mucho miedo mi hijo, ya que el día que estamos con él todo parece bien, y nomás nos vamos retirando del penal lo golpean y le preguntan todo, si habló mal del penal. Por favor, ayúdenos con el traslado”.

El 1 de agosto le contestaron con un oficio firmado por José Anastacio Fuentes Rojas, comisario de apoyo, dirigido al director del penal, maestro Gerónimo Miguel Andrés Martínez, que dice: “Le solicito realice las acciones necesarias para su debida atención y remita a la brevedad informe escrito de lo consumado. Sin otro particular, le reitero mi atenta y distinguida consideración”.

Los padres dicen que nada se hizo para proteger a su hijo. Hablaron con el director para que acelerara el traslado, pero les respondió –dice Sofía– “que era un buen chavo, que para qué lo trasladaban, que estaba bien, que no tenían problemas… y que él (el director) no mandaba adentro; que él sólo mandaba a los azules, a los uniformados. No nos dijo nombres de organizaciones ni de personas, no nos dijo ni zetas ni del Golfo ni alguna otra organización que esté adentro. Nomás nos dijo que mandaban los que estaban adentro”.

Pero lo seguían golpeando y por eso decidieron “ya no moverle”, porque podrían desencadenar más agresiones hacia el muchacho. Cada vez que iban a visitarlo había una persona sentada a su lado para escuchar lo que platicaban. Por eso Mario Humberto tenía que hablar con sus padres en susurros o con señas; les decía que se la pasaba bien, pero tenía en la nuca moretones que su madre veía al abrazarlo.

“Contaba que se había golpeado porque se caía –dice Arturo–. Uno lo conoce. Yo le decía: ‘A ver, si estás bien, descobíjate’. Pero contestaba que no podía”. Él piensa que, en caso de levantarse, el oreja lo hubiera reportado a sus jefes y la consecuencia sería una golpiza peor que las habituales.

Mario Humberto, a quien le decían El Gavilán, fue detenido el 16 de junio de 2011. Vivía con sus padres en la colonia La Estanzuela, en el sur de Monterrey. Estaba separado y tenía una hija de dos años. Había dejado trunca la escuela mecánica para trabajar.

En la versión de sus padres, aquel 16 de junio, a las 14:00 horas, el joven salió del taller automotriz donde trabajaba para ir a comer. Frente al local de alimentos vivía un amigo ocasional con el que Mario Humberto intercambiaba películas y, cuando fue a entregarle algunas, lo detuvieron policías federales.

Según la familia, bastó que al Gavilán le sembraran un cargador de ametralladora para que lo procesaran por portación de arma de uso exclusivo del Ejército y le dieran siete años de prisión.

También lo acusaron a él y a su amigo de tener secuestrado a un Luis Maldonado Méndez, pero esto se estaba desahogando en una averiguación previa por privación ilegal de la libertad en su modalidad de “secuestro a un no servidor público” (sic).

Sus padres afirman que él es inocente. No tenía antecedentes penales y se dedicaba a trabajar, pero de pronto lo encarcelaron y afirmaba que su estancia en prisión eran los ocho meses más horribles que había vivido. “Decía que había recibido más golpes ahí que en toda su vida”, cuenta su madre.

El día de la masacre, que primero se difundió como “un motín”, el gobernador nuevoleonés Rodrigo Medina estaba a unos cuantos metros del penal de Apodaca, brindando con los soldados en el campo militar. “Lo vi en las noticias levantándose el cuello, sentado ahí, diciendo que los penales son seguros”, añade Sofía.

“Los narcos mandan”

Sofía y Arturo son nombres falsos. Sus identidades han sido alteradas por seguridad. Ella es empleada en un centro comercial y él mecánico automotriz que hace trabajos ocasionales. Durante la entrevista tienen con ellos las cenizas de su hijo, que les entregaron el miércoles 22 por la mañana.

“Mario me decía que cuando saliera, nada nos iba a separar. Por eso pedí que me lo cremaran y que me dieran las cenizas. Así cumplimos lo que habíamos dicho, que cuando saliéramos nadie nos iba a separar. Ahora siempre va a estar conmigo”, dice Sofía con la mirada fija en la urna.
Toda la información de los padres sobre las condiciones que prevalecían en el penal de Apodaca procede de Mario Humberto, que vivía atemorizado. Dicen que tan pronto ingresó al presidio le ofrecieron jalar con los malos, adentro y cuando saliera.

Los padres declinan precisar quién es el grupo que manda adentro del penal, Los Zetas o el Cártel del Golfo. Sin embargo, fue el gobernador Medina quien precisó que Los Zetas controlan la cárcel y que habían cooptado a los mandos (incluido el director) y a los celadores con dinero.
Para Sofía, Mario Humberto rechazó la orden de unírseles y por eso lo golpeaban: “Fue muy hombre, el canijo, y les dijo que no. Por eso buscábamos el traslado, mi esposo escribió esa hoja. Fuimos con el director y nos dijo que si no tenían problemas con él no había por qué trasladarlo; que sí trasladaban a los reos problemáticos”.

Cuando llegó al reclusorio, el muchacho fue asignado al ambulatorio Delta. Preguntó por qué, y las autoridades penitenciarias respondieron que se debía a que él era de La Estanzuela y que esa era una zona dominada por el Cártel del Golfo, así que él pertenecía a éste. Así sellaron su suerte.

“Teníamos ocho meses de estar peleando su inocencia. Todos nos decían que teníamos todo para sacarlo, pero que había que esperar un proceso y eso tardaba un año, lo que él tenía que estar para que los jueces dijeran que podía salir”, dice ella entre suspiros.

Ni siquiera pudieron trasladarlo y sólo les quedó un recurso para aliviar la situación de su hijo: “Pagábamos para que lo golpearan menos. Dimos una vez 3 mil pesos. Luego nos pidieron unos tenis de 2 mil 600, de los Nike Choice, que ni conocíamos. Luego 500 por semana. Se los dábamos a él. Los otros, lógico, no iban a dar la cara”, expone Sofía.

“Lo amarraban para golpearlo. Lo sacaban a un campo los mismos malos. Por eso digo que no es cierto que los custodios tenían las llaves adentro, las tenían los malos.”

Secunda Arturo: “Si mi muchacho quería ver a un amigo, tenía que pedirle permiso al comandante, pero no al de la justicia, sino al de la injusticia. Ese daba la orden y hablaba por teléfono”.

El 20 de diciembre del año pasado fue asesinado Ramón Gumaro Garza, un reo conocido en la localidad e implicado en el maxiproceso contra Mario Villanueva, exgobernador de Quintana Roo. Llevaba encerrado 15 años, de una condena de 40, cuando fue asesinado con una puntilla por otro interno.

Los papás dicen que, inexplicablemente, tras ese crimen recluyeron a Mario Humberto en su celda, bajo llave, y lo dejaban salir nada más cuando ellos lo visitaban. El resto del tiempo lo pasaba encerrado y no veía el sol durante días.

En las visitas siempre tenían vigilancia, dice Arturo, “por eso queríamos trasladarlo a Cadereyta, porque se supone que ahí no es territorio de nadie. En Apodaca, en cada acceso había una persona sentada con una libreta y una pluma, anotando los movimientos: a dónde van, quién es, qué hace, cuántos son. No eran celadores, sino internos”.

Y cuestiona lo que todos: ¿por qué le han permitido tanta libertad a personas que están purgando penas? Los pandilleros pueden inconformarse cuando quieren, queman colchones, se amotinan y asesinan.

En su afán de salvar a su hijo de la violencia del penal, la pareja cayó en manos del abogado Gonzalo Reséndiz, que les pidió 35 mil pesos en varias entregas, con la promesa de que conseguiría la preliberación del Gavilán.

Ansiosos de ver a su hijo libre o por lo menos trasladado a un penal donde no lo acosaran, Arturo y Sofía estaban dispuestos a mudarse a cualquier estado para seguir demostrando su inocencia. Pero después de la última entrega de dinero el abogado ya no les contestó el teléfono.

“Querían destazarlos”

En el ambulatorio Delta, los internos hacían rondas de vigilancia durante las 24 horas. Cubrían las ventanas de sus dormitorios con cartones para prevenir ataques con bombas molotov. El propio Mario Humberto dormía de día para estar alerta durante la noche, por eso sus padres suponen que estaba despierto cuando ocurrió la masacre.

Ellos acostumbraban visitarlo los lunes, pero el de esa semana iba a tener un careo como parte de uno de los procesos que enfrentaba, así que anticiparon el encuentro para el domingo 19.
Precisamente esa mañana los noticiarios matutinos de televisión informaron del asesinato masivo de reos en el penal de Apodaca. A las 9:00 horas Sofía y Arturo ya estaban afuera del penal. Era un caos de aglutinamiento, desesperación y exigencias de información.
Un empleado del gobierno de Nuevo León salió a decirles que pronto revelaría listas de fallecidos. Luego salió y dijo que había 40 muertos, todos del ambulatorio Delta, y que no había otros lesionados.

Entraban y salían elementos de la Fuerza Civil y federales.

A las 14:00 horas la pareja no tenía información concreta sobre su hijo. Sofía, igual que los demás familiares, exigía nombres, pero la información llegaba con exasperante lentitud.

Mientras esperaban, una persona que dijo trabajar en derechos humanos la cuestionó: ¿por qué no había denunciado lo que ocurría adentro del penal? “Yo le dije que, cuando detuvieron a mi hijo, le di una carta al propio gobernador en su mano para que checara el caso de mi hijo y viera que era inocente, y hasta ahorita no me han hablado de su parte. Por eso no me digas ahora que no hablé: lo hice y nadie escuchó”.

Los familiares de los internos, desesperados, apedreaban los coches que entraban o salían de la prisión. A Sofía le tocó una pedrada en la pierna.

A las 16:30 horas tenían claro que en el penal no les darían dato alguno y se trasladaron al Hospital Universitario, en Monterrey. Ahí se encuentra el Servicio Médico Forense, adonde se enviaban los muertos y lugar en que el gobierno estatal instaló una mesa de orientación.

A las 19:00 horas tuvieron que ver fotografías de los cadáveres deshechos. Vieron 36 antes de encontrar a Mario Humberto. A decir de Arturo, reconocieron el tatuaje de un dragón que tenía en el brazo izquierdo y los dibujos dérmicos de una mano. La cabeza y el rostro eran irreconocibles.

“Nos mostraron las fotos y sí eran los tatuajes –relata Sofía–, pero por lo que nos mostraron no se podía reconocer. Lo quería abrazar, verlo, pero el ataúd estuvo sellado y no se pudo abrir. Sus amigos querían verlo en el velorio. ‘Ábralo, doña’, me decían, pero yo no quería que lo vieran. No lo iban a conocer. ‘Quédense con el recuerdo de la foto, porque lo que hay adentro no es su cara’, les dije.”

Arturo exigió ver el cadáver completo. “Hasta ahorita no se me hace que sea su rostro, no se me hace que es él… Pero sí eran su cuerpo y sus tatuajes. Su cabeza estaba unida por una parte, pero estaba casi cortada. Sí era la de él. Pero al principio yo les decía (a los empleados del Semefo) que no era su cabeza, porque es mi hijo y lo conozco”.

Se lo habían advertido: “Es muy duro lo que usted va a ver”. Pero él les contestó que “quería saber qué me estaban entregando. Lo descobijaron y sí estaba unida la cabeza, pero definitivamente no era la persona que yo conocía. Lo vi un día, y cuatro después me lo dejaron muy diferente. Y así estaban los cuerpos de todos los que nos enseñaron”.
Sofía se hace una idea de lo que sufrió Mario Humberto: “Me imaginaba a unos perros que les avientas un trozo de carne. Como que decían: ‘Ten, golpéalo tú. ¿Ya te cansaste? Ahora golpéalo tú’”.

Arturo piensa lo mismo: “No era cuestión de matarlos, sino de destazarlos. Tuvieron tiempo para soltárselo a 15, pienso. Y háganle lo que quieran, y otros 15 agárrense a otro. Porque tuvieron el tiempo”.

Unos trabajadores del DIF de Nuevo León que la atendieron afuera del Semefo aun se atrevieron a decirle a Sofía que el gobernador estaba de su lado. “Le dije que al gobernador le entregué una carta en su mano y no me escuchó –recuerda ella–; por eso no me digas que ahora el gobernador está conmigo. Aunque me digas que está de mi lado, cuando lo ocupé no estaba ahí”.

Les entregaron el cuerpo el lunes 20 y lo velaron en la casa de la madre de Sofía. Recibieron el ataúd sellado a las 7:00 horas y la funeraria quería llevárselo esa tarde, pero los padres pidieron más tiempo. Finalmente se llevaron el cuerpo 24 horas después. Ese martes lo cremaron.
Ahora piden que el nombre de su hijo sea reivindicado, que se castigue la corrupción de las autoridades penitenciarias estatales y federales, y que el gobierno de Nuevo León contribuya a la manutención de la hija de Mario Humberto.

Arturo y Sofía deben cuidar lo que les queda de familia. Otro de sus hijos, Ramón Martín, desapareció el 13 de agosto de 2010. Salió a comprar unas salchichas a la tienda, allá en La Estanzuela, y ya no apareció. Les queda otro de 12 años, al que se proponen educar para que sea “un buen muchacho”.






Los Zetas siguen dueños del penal
LUCIANO CAMPOS GARZA

Partidos políticos, la clase empresarial de Nuevo León, activistas locales y la propia ombudsman estatal, Minerva Margarita Martínez, reprueban al gobernador Rodrigo Medina por su torpeza política y su falta de eficacia para enfrentar a la delincuencia en el estado. Prueba de ello es la matanza y fuga multitudinaria de sicarios de Los Zetas del penal de Apodaca, donde son los grupos criminales los que imponen su ley. Medina culpa de estos hechos a la federación, y el PAN le pide que renuncie.

MONTERREY, NL.- El lunes 20, al día siguiente de la masacre en la que murieron 44 reos y una treintena más se fugó, un grupo de visitadores de la Comisión de Derechos Humanos de Nuevo León acudió el penal de Apodaca para comprobar las condiciones de los internos.

Un funcionario del gobierno estatal que presenció la visita asegura que los celadores advirtieron a los visitantes que no podían ingresar a todas las áreas debido al alto grado de peligrosidad prevaleciente, sobre todo en las que el autogobierno impuesto por Los Zetas y por los internos del Cártel del Golfo (CDG) anula toda autoridad, aun la del gobierno estatal.

Luego del ataque al casino Royale el 25 de agosto último, a raíz del cual perecieron 52 personas, la ejecución tumultuaria en Apodaca es el segundo ataque más oprobioso del crimen organizado.

El mismo lunes 20, pasmado aún por los acontecimientos, el gobernador Rodrigo Medina declaró a los medios que la culpa era de las autoridades federales “por retacar los reclusorios estatales”, si bien es cierto que su administración ha hecho muy poco para remediar el hacinamiento y el autogobierno en ese centro penitenciario y en el de Topo Chico.

Y aun cuando el vocero de Seguridad del estado, Jorge Domene Zambrano, intentó limpiar la imagen del gobierno de Nuevo León, las declaraciones de Medina detonaron las inconformidades. La presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Minerva Margarita Martínez, aliada del gobernador, pidió a las autoridades locales trabajar en serio para “tener el verdadero control de las penitenciarías”.

El alcalde de García, Jaime Rodríguez, fue más allá. Dijo que los penales son centros de consumo de droga; incluso comentó que a Medina le ha faltado carácter para enfrentar al presidente Felipe Calderón y solicitarle que sea el gobierno federal el que se encargue de los reos federales.

Riña, fuga y confusión

La madrugada del domingo 19 el guardia de la torre 6 del penal de Apodaca reportó a dos custodios que se sentía enfermo. Cuando acudieron a auxiliarlo, fueron sometidos por varios internos. Hasta ahora se desconoce si el celador estaba amenazado o fue presionado por ellos.
Así empezó la trifulca en este penal, ubicado a 20 kilómetros al norte de Monterrey. Poco después, a las 1:13 horas, el acceso a la torre, próxima al ambulatorio Coca, fue abierto. Por ahí salieron los 30 presos, 25 del fuero federal y cinco del común, todos ellos pertenecientes a Los Zetas, quienes tienen el control del penal.

Uno de ellos es Óscar Manuel Bernal Soriano, alias La Araña, operador de esa organización en la entidad, quien purgaba una condena por su participación en la muerte del general retirado Juan Arturo Esparza García, secretario de Seguridad Pública del municipio de García, y de cinco escoltas el 4 de noviembre de 2009.

De acuerdo con las versiones recabadas por el reportero entre autoridades y familiares de los reclusos, éstos subieron al puesto de vigilancia y se deslizaron por medio de sogas hacia el exterior, donde abordaron varios autos que los estaban esperando.

Aproximadamente a las dos de la madrugada, armados con objetos contundentes y punzocortantes, los del ambulatorio Coca enfrentaron a los del Delta. Según los testimonios, no hubo una confrontación abierta; al parecer las víctimas ya habían sido seleccionadas.

Domene Zambrano declaró que los muertos eran del CDG. Los cuerpos mutilados fueron colocados en un rincón que servía de criadero de cabras. Una hora más tarde, cuando había concluido la matanza, alguien dio la voz de alerta. Los primeros en llegar fueron los agentes de la Fuerza Civil del estado y los de la Policía Federal.

Para las nueve de la mañana del domingo 19, familiares de los internos acudieron al penal a pedir información acerca del amotinamiento; algunos lanzaron piedras contra los uniformados, sobre todo contra los de la Fuerza Civil, que custodiaban el enrejado de la entrada.
En medio del caos, el gobierno de Nuevo León instaló una mesa única de orientación a los familiares en el Servicio Médico Forense, ubicado en el Hospital Universitario de Monterrey, donde fueron trasladados los cuerpos.

Al día siguiente, Medina organizó una conferencia de prensa en la que se dedicó más a exaltar los logros de su gobierno. Dijo que de 2009 a la fecha en la entidad se ha consignado a 8 mil 500 delincuentes, la mayoría por delitos federales, y culpó a la federación de los males que le ocurren a Nuevo León, en particular por el sobrecupo de internos federales que, expuso, fue lo que causó el homicidio masivo.

Medina afirmó que la evasión fue producto de una traición del personal interno, pues su administración había comprobado que Los Zetas controlaban el penal tras haber comprado con cuotas a directivos y a los custodios.

Incluso cesó a Ernesto García Guerrero, comisario de la Agencia de Planeación Penitenciaria; mientras que Gerónimo Miguel Andrés Martínez, director del penal, así como el subdirector, Juan Hernández Hernández, y el jefe de Seguridad, Óscar Deveze Laureano, permanecerán arraigados en tanto se investiga su presunta participación en los hechos. El mandatario anunció que 26 de los 70 custodios también serán interrogados.

Los reporteros le preguntaron por qué había contratado a Andrés Martínez, toda vez que en 2009 fue destituido como titular del penal de Santa Martha Acatitla, en el Distrito Federal, por corrupción. Medina respondió que lo hizo porque “aprobó las pruebas de confianza”.

La tensión aumentó. El martes 21 en el penal de Topo Chico fueron asesinados con armas blancas los reclusos Alán Josué González Rojas, de 24 años; Jorge Eduardo González Salas, de 32, y Dewin Vianey Rojas Martínez, una mujer de 28 años; todos ellos relacionados con el CDG. Habían ingresado al penal el día anterior.

El martes 21 por la noche el traslado de tres internos federales vinculados a Los Zetas –Marcos de León Quiroga, alias El Chabelo; Mario Andrés Alcorta Ríos, El Junior, y José Francisco Gámiz Vega, El Extraño– provocó nuevos disturbios dentro y fuera del centro penitenciario de Apodaca. En el incidente cuatro internos fueron lesionados; uno de bala y los demás con armas punzocortantes.

Al día siguiente el gobernador tuvo dos actos públicos. En el del Centro Internacional de Negocios (Cintermex) dijo a los reporteros que los sistemas de seguridad de los penales de Topo Chico, ubicado al norte de Monterrey y con una población de 4 mil 500 internos, así como el de Cadereyta, 40 kilómetros al oriente de esta capital y ocupado por mil 100 prisioneros, se habían reforzado.

También declaró que el estado cuenta con mil 100 celadores y que el déficit para los tres centros de reinserción social es de 4 mil. Consultado al respecto, un funcionario que pidió omitir su nombre dice que sólo 20% de los trabajadores penitenciarios han sido sometidos a exámenes de confianza.

El diputado local priista Héctor Gutiérrez de la Garza hace sus propios cálculos y responsabiliza al gobierno federal de la sobrepoblación penitenciaria en la entidad. Dice que son ya 8 mil 862 los internos en los tres centros, si bien la capacidad es para 6 mil 108; de ellos, asegura, 2 mil 254 son federales.

De acuerdo con el legislador, el estado resolvería su problema de internamiento de prisioneros del fuero común si se construye un penal en Mina, 50 kilómetros al oriente de la capital, que podría tener un cupo para 2 mil 300 personas.

Su correligionario Raymundo Flores presentó recientemente un punto de acuerdo en el Congreso local para pedir a la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) que se haga cargo de los presos que le corresponden, o que convierta el de Apodaca en un penal federal. Su moción fue aprobada por el pleno.

Luis Farías, presidente del partido local Cruzada Ciudadana, se sumó a los reclamos contra la federación y señaló que es tiempo de que se haga cargo de todas las penitenciarías del país, porque es la única instancia con poder para solucionar esta emergencia nacional.

El miércoles 22, el titular de la SSP, Genaro García Luna, respondió al gobernador en una entrevista radiofónica que el problema de las fugas masivas en los estados se debe a la corrupción, no a la sobrepoblación, como alega el nuevoleonés. Recordó incluso que cinco entidades –Distrito Federal, Estado de México, Jalisco, Baja California y Sonora– concentran casi 50% de los internos estatales y federales.

“Ahí no ha habido ningún incidente de este tipo –expuso García Luna–. Es decir, no corresponde que la variable donde hay fugas sea por la perspectiva de la sobrepoblación. En todas las fugas no ha sido porque tiren una pared o entre un comando por ellos, sino porque siempre hay alguien que los libera.”

El viernes 24 por la tarde García Luna anunció que el general retirado Javier del Real Magallanes, quien hasta 2010 fue comandante de la Cuarta Región Militar con sede en Escobedo, sustituía al también general Jaime Castañeda Bravo como titular de Seguridad Pública en Nuevo León.

Presión a Medina

Desde que inició la gestión de Medina, los medios locales lo han criticado por su frivolidad e insensibilidad política. El 4 de octubre último, por ejemplo, se le vio con su familia en las instalaciones de Disney World, en Orlando, Florida, cuando debía estar trabajando.

Meses atrás, el 23 de enero de 2011, el mandatario voló a Chicago para presenciar el juego de futbol americano entre Osos y Empacadores, aun cuando la entidad estaba inmersa en una “crisis de seguridad”. Y en estos días, mientras se define quiénes serán los candidatos del PRI a diputados locales y federales, el PAN estatal se lanzó contra él.

En un boletín difundido el lunes 20, Acción Nacional calificó al gobierno de Medina de ser institucionalmente frágil y débil:

“Ante su incapacidad, insensibilidad y superficialidad públicamente demostrada en numerosos ejemplos, queremos exhortarlo a que nos conteste a los ciudadanos una simple pregunta: ¿Puede o no puede con el manejo del estado? Estos son tiempos de sumar, señor gobernador: si de verdad en algún momento le importó Nuevo León, es hora de que conteste esta pregunta.”

El alcalde de García, el priista Jaime Rodríguez Calderón, ha sobrevivido a dos atentados.
Cuando tenía cuatro días en el cargo Óscar Manuel Bernal Soriano, alias La Araña, quien se fugó de Apodaca el domingo 19, ejecutó a su secretario de Seguridad y a sus escoltas.
Consultado sobre la matanza, dice que todo indica que Nuevo León no puede con los criminales: “La autoridad tiene que atreverse a quitar a todos los que manejan; es lo que yo haría si fuera gobernador. Los penales son centros de consumo de droga muy grandes, son productores de delincuentes. Hay que rediseñar todo esto”.

–¿Hay un autogobierno en los penales? –se le pregunta.

–Ya lo vimos. El problema de los penales aquí es el dinero. La federación no ha dado suficientes fondos; lo que urge es que ambas instancias –la federal y la estatal– se pongan de acuerdo en ese tema.

Aldo Fasci Zuazua, exsecretario de Seguridad estatal y ahora candidato a diputado federal por la alianza PRI-PVEM, asegura que la crisis en el penal de Apodaca se originó porque no está diseñado para alojar presos de alta peligrosidad.

Consuelo Morales Elizondo, directora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (Cadhac), considera que la crisis en los penales es resultado de la impunidad con que se manejan los internos y los celadores. Dice que le llegan reportes de personas que se quejan de cobros constantes ahí. “Hasta por dormir cobran adentro, pero las autoridades no sancionan a los culpables”, dice.

Morales Elizondo confía en que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos investigará los acontecimientos del reclusorio apodaquense, tal como lo anunció el organismo, y dice que es mejor que eso lo haga el ombudsman nacional y no el estatal, porque tiene capacidad técnica y mayor libertad para hacerlo.

El miércoles 22, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos instó al Estado mexicano a “adoptar las medidas pertinentes para evitar la repetición de hechos similares”, y le pidió “investigar y sancionar a los responsables”.

Al día siguiente, la clase empresarial arreció sus críticas contra el gobierno de Medina en rueda de prensa. Sus dirigentes locales señalaron que los niveles de inseguridad son alarmantes y exigieron al mandatario atender con rigor los problemas de la entidad.

José Mario Garza Benavides, director de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex); Eugenio Clariond Rangel y Guillermo Dillon, presidente y director de la Cámara de la Industria de Transformación (Caintra), y Víctor Zorrilla y Miguel Treviño, presidente y director del Consejo Cívico de las Instituciones de Nuevo León (Ccinlac), estuvieron en ese acto.

Garza Benavides expuso: “Al gobernador Rodrigo Medina le manifestamos que debe quedar muy claro que la prioridad es Nuevo León, no los procesos partidistas. Le exigimos ocuparse en el trabajo que la ciudadanía le asignó, además de comprometerse de manera que responda a la gravedad del problema que enfrentamos”.

Lo secundó Clariond Rangel: “Hoy estamos encendiendo el foco de alerta y la última llamada al gobierno del estado. El tema de la seguridad no se deslinda a secretarios ni se delega a voceros. Queremos ver al gobernador liderando y resolviendo los grandes problemas que enfrentamos, en lugar de solamente aparecer en eventos de otra índole”.

Horas antes, en la asamblea de accionistas, el presidente de Cemex, Lorenzo Zambrano, dijo que en Nuevo León la seguridad es mediocre:

“Hay mucha mediocridad en el área de seguridad en el estado y se manifiesta de esta manera; es increíble y me lastima. En general yo diría que falta muchísimo en la capacidad (…) Tenemos mucho por hacer todavía y mientras no haya personas claramente capaces y responsables de las áreas de seguridad en Nuevo León no vamos a avanzar con la rapidez que debiéramos.”

La noche del jueves 23 el gobernador convocó a una conferencia de prensa en la que dijo que ya fueron identificados 10 de los agresores en la riña del penal de Apodaca.






Narcopanteón privado Narcopanteón privado
RICARDO RAVELO

Los primeros días de este mes se descubrieron varias fosas con los restos de al menos 14 personas asesinadas por Los Zetas en un predio de Acayucan, Veracruz. Capturado poco antes del hallazgo, el jefe de los sicarios en esa sureña región de la entidad, El Pollo H, confesó los crímenes sin empacho; pero resulta que el predio donde estaban las fosas clandestinas tiene un dueño, al menos nominalmente: un ganadero que se vio forzado a abandonar la finca para salvar su vida y la de su familia, y sobre el que ahora se ciernen las sospechas.

ACAYUCAN, VER.- “Yo soy gente de trabajo y me sigo preguntando por qué me pasó esto tan horrible. Se robaron mi tranquilidad y temo que un día vengan y me maten. Esta gente ya no respeta nada. Hoy les pagas y al rato vienen y masacran a toda tu familia. Así no puede uno vivir tranquilo.”

Habla René Reyes Ramírez, ganadero y dueño del rancho La Poma Rosa, a dos kilómetros de esta cabecera municipal. Sicarios del cártel de Los Zetas lo secuestraron y luego lo despojaron de su propiedad para usarla como cementerio clandestino.

En entrevista con Proceso, René Reyes narra lo que padeció hace un año y medio, cuando lo secuestró “un grupo de encapuchados” que, según se supo después, eran sicarios al servicio de Los Zetas afincados en el corredor petrolero Coatzacoalcos-Acayucan, en el sur de Veracruz.

Cuenta que lo plagiaron en pleno centro de esta ciudad. “Ese día”, recuerda, “tomé mi camioneta y fui al pueblo a dar una vuelta, como siempre lo hacía; de pronto me interceptaron esas personas y me llevaron a la fuerza”.

–¿Qué le dijeron? –se le pregunta.

–¿Qué me van a decir? Lo que le dicen a la gente que secuestran. Que cooperara o me mataban. Me llevaron a dar vueltas y más vueltas. No sabía ni dónde estaba porque me vendaron los ojos y me golpearon. Luego me llevaron a una casa y ahí estuve tres días. Querían que les diera dinero, que le dijera a mi esposa que llevara una cantidad y se las entregara para que me dejaran libre.

–¿Cuánto le pidieron?

–No quiero hablar de ese tema.

–En otros casos han exigido hasta 5 millones de pesos…

–Fue menos. Pero perdí lo más importante de mi vida: mi tranquilidad. Ya nada es igual.
En medio de la constante amenaza de muerte, siempre encañonado, los plagiarios le exigían el dinero para dejarlo libre. Pero había un problema: su esposa no tenía acceso a su cuenta bancaria. Reyes negoció con Los Zetas: les pidió que lo liberaran y se comprometió a liquidar el pago tan pronto reuniera el dinero. Sus plagiarios aceptaron pero le advirtieron que si no pagaba, los matarían a él y a toda su familia.

Una vez liberado le contó lo ocurrido sólo a su esposa. Luego vendió unas vacas, pidió prestado, dispuso de lo que tenía en una cuenta bancaria y finalmente pagó. Pero la pesadilla no terminó ahí. Los Zetas le exigieron que les entregara el rancho, localizado a un kilómetro y medio de su casa. No se pudo negar.

–Sólo te pedimos que no vuelvas al rancho, que no te pares por ese lugar –le dijeron.
Reyes accedió.

–¿Por qué no denunció el secuestro y el despojo del rancho? –le pregunta el reportero.

–¿Para qué? Aquí no hay justicia para nadie. Más iba a tardar en denunciar que ellos en saberlo y mi vida vale más que lo que tengo. Les di el rancho porque pensé que así podía vivir tranquilo con mi familia. Es un ranchito de 10 hectáreas donde tengo un ganadito, ya no mucho porque todo se ha ido acabando; pero yo sólo pensaba en mí, en mis hijos y mi esposa, y lo demás no me importó.

–¿Desconfiaba de las autoridades?

–Sí. Aquí ya no sabe uno quiénes son los buenos y quiénes los malos. Sólo Dios sabe y a él me encomiendo todos los días.

Reyes cuenta que al paso de los días comenzó a observar que de día o de noche vehículos con gente armada y encapuchada entraban y salían del rancho que, supone, les servía de refugio. Ahí sólo vivía un matrimonio, dice el ganadero, que cuidaba la propiedad; pero no aguantaron las presiones, se asustaron y se fueron.

“A veces pasaban seguido por aquí y en ocasiones tardaban varias semanas en regresar. Desde mi casa yo veía que pasaban y pasaban vehículos y suponía que eran ellos. Yo no me quise enterar de nada y hasta la fecha no me he parado por el rancho.”

–¿Qué suponía usted que hacían ahí?

–Que se escondían. No me quise enterar porque durante todo un año y medio no se metieron conmigo y así vivía tranquilo.

–¿De verdad vivía tranquilo?

–Bueno… más o menos tranquilo; no se puede vivir tranquilo en medio de todo esto. Uno nunca sabe cuándo van a venir a matarlo a uno, pero pensaba que ya no se iban a meter conmigo y yo, la verdad, me desentendí del rancho y me olvidé del predio.

Asegura a este semanario que no denunció los hechos ni piensa denunciarlos ante las autoridades porque no tiene confianza en la justicia.

Se autodefine como una “persona de trabajo que suele ayudar a la gente” y niega estar ligado al crimen organizado, aunque reconoce que después de su secuestro ya carga con la mala fama de estar metido en el narco y todo esto ha surgido –reconoce– sólo “porque a veces ayudo a la gente, le regalo un poco de carne”.

Reyes es propietario de varias carnicerías en Acayucan. Cada fin de año y cada 10 de mayo suele matar unas 15 vacas para vender el kilo de carne a 20 pesos o regalar alimentos a la gente que lo necesita.

“Esto lo he hecho porque me siento bien dándole alimento a la gente pobre, pero esta decisión me ha acarreado muchos problemas. Un día me vinieron a ver los marinos y me llevaron a un cuartel. Me preguntaron si yo era narco. Les dije que no, que sólo ayudo a la gente que lo necesita. Y me dijeron que eso que yo hacía también lo hacían los narcos.

“Y por hacer un bien salí hasta perjudicado, porque mucha gente ahora piensa mal de mí, aunque aquí en el pueblo también hay muchas personas que me estiman. Soy muy conocido aquí porque patrocino equipos de futbol, beisbol y, la verdad, son buenos equipos.

“Como le digo, yo no tenía problemas. Aquí se vivía muy bien. Todo eso de los secuestros y matanzas sólo lo veía en la televisión y en los periódicos, pero jamás pensé que esta pesadilla fuera a llegar hasta acá. Hoy ya no se puede hacer nada. Aquí no hay seguridad más que la que Dios le da a uno y para eso hay que pedirle todos los días, porque uno se puede acostar tranquilo pero no sabe si va a amanecer vivo.

–¿Conoce usted otros casos como el suyo en la zona?

–Se oye hablar mucho de eso por aquí y no sé ahora. Eso ya tiene un buen rato, como año y medio o dos años que se descompuso la cosa, y feo. Pero nada más se oye el ruido, yo no sé de nadie en particular. Ahora parece que se está medio componiendo esto con la llegada de los marinos, que andan por todos lados; vamos a ver cómo termina todo esto porque, no se crea, está muy mal.

“Cocinados” y calcinados

René Reyes pensaba que con la entrega del rancho La Poma Rosa los sustos y las sorpresas habían llegado a su fin. Pero se equivocó. En realidad Los Zetas que lo plagiaron no sólo usaban el predio como casa de seguridad, sino como cementerio.

En ese sitio fue enterrado un número aún no precisado de personas, hasta ahora no identificadas, presuntamente policías municipales de Acayucan, sicarios que traicionaron a la organización delictiva o víctimas que no pagaron su rescate.

El tema de los entierros clandestinos salió a la luz entre el domingo 5 y el martes 7 de febrero cuando fue detenido Juan Francisco Alvarado Martagón, El Pollo H, identificado por la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Veracruz como líder de Los Zetas en el sur del estado.

Según las autoridades, este hombre era el artífice de muertes y secuestros en esa región ganadera, y su detención ocurrió cuando a bordo de un vehículo sin placas intentó evadir un retén a la entrada de Acayucan.

El Pollo H fue llevado a la Agencia Segunda del Fuero Común de la PGJ con sede en Acayucan, donde se integró la averiguación previa ACA/1/123/2012.

En el interrogatorio confesó ser miembro de Los Zetas y jefe de Los Halcones en la zona sur del estado. También dijo que en el rancho La Poma Rosa habían enterrado a 15 personas.
Con base en estas declaraciones las autoridades estatales y un equipo de peritos acudieron al predio, aún propiedad de René Reyes Ramírez, donde El Pollo H señaló los lugares en los que estaban enterrados los cuerpos. Los peritos excavaron y comenzaron a extraer restos humanos en descomposición.

Se hicieron 20 excavaciones de donde extrajeron los restos casi completos de 14 personas, aunque el número de enterrados clandestinamente podría ser mayor: en el fondo de las fosas excavadas se observó una sustancia blanca que hizo sospechar a los peritos de la procuraduría que los sicarios cocinaban a sus víctimas; es decir, las deshacían con ácido o sosa cáustica. Había también restos de cadáveres quemados.

Los peritos no han podido identificar a nadie hasta ahora, pero trascendió que entre los 14 cuerpos que extrajeron están los que presuntamente corresponden a tres policías municipales –María del Carmen Domínguez Cadena, Ceferino Santiago Jiménez y uno más apodado El Palillo. Los dos primeros desaparecieron en junio de 2010 luego de participar en un operativo para recuperar un taxi robado.

También se cree –aunque las autoridades estatales no han podido confirmarlo– que ahí podrían estar los restos de Gabriel Manuel Fonseca Hernández, Cuco, de 17 años, reportero del diario local El Mañanero y desaparecido en este municipio desde el 17 de septiembre de 2011.
Los despojos fueron trasladados al Servicio Médico Forense de Minatitlán, donde aún está en curso el proceso de identificación.

Bajo sospecha

–¿Qué pensó cuando supo que su rancho servía de cementerio de Los Zetas? –se le pregunta a René Reyes.

–No lo podía creer.

–¿Usted sabía de esos entierros clandestinos?

–¡Para nada! Ni he ido al rancho desde que me lo quitaron. A mí me dijeron: “No te pares por el rancho”. Y no he ido ni iré hasta que un sacerdote venga a hacer una misa. Ese lugar está perdido. Creo que con todo lo que pasó ni lo podré vender. ¿Usted cree que alguien pueda vivir tranquilo ahí?

–¿Lo interrogó la PGR sobre lo ocurrido? ¿Le notificaron que su rancho podría quedar asegurado?

–A mí no me vino a ver nadie. Los marinos vinieron a verme dos o tres veces, me llevaron a un cuartel y me interrogaron. Les conté todo lo que me pasó y cómo me pasó y eso fue todo. No me han dicho que el rancho está asegurado ni nada.

“Yo ya no quiero problemas, todo esto me ha perjudicado mucho y lo que deseo es vivir tranquilo con mi familia. Y aquí la voy pasando, vivo el día como Dios me lo presenta y eso es todo.”

–¿Ha pensado irse del pueblo?

–¿A dónde voy a ir? Sólo sé trabajar la tierra y criar ganado. Aquí me voy a quedar. No tengo por qué ir a otro lado a dar lástima. Sé que estamos viviendo una dura crisis, tengo 48 años y siento que me quedan muchas fuerzas para seguir trabajando y salir adelante.

“Esto fue como una maldición, y créame usted que no se lo deseo a nadie. Le roban a uno la tranquilidad, el sueño, la vida. Después de lo que viví ya no se puede vivir en paz.”
–¿A qué le teme?

–A la muerte. Tengo mucho miedo de que esas gentes (Los Zetas) vengan otra vez y me maten con mi familia.

–¿Ha pedido apoyo a las autoridades para que le den seguridad?

–No.

–¿Por qué?

–No confío en nadie. Así está mejor.






LeBarón pinta su raya ante Sicilia LeBarón pinta su raya ante Sicilia
JOSÉ GIL OLMOS

En octubre Julián LeBarón mandó la primera señal de inconformidad al ausentarse del segundo encuentro con el presidente Calderón. Pero no fue sino hasta el viernes 24 cuando envió una carta a sus compañeros del Movimiento por la Paz, que encabeza Javier Sicilia, para comunicarles que lo dejaba porque no está de acuerdo en que dialogue con el gobierno y los partidos y les exija soluciones. Dice a Proceso: “Estoy dispuesto a participar en el movimiento, con cualquier ciudadano que adopte una actitud de accionar”.

Por considerar que el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad está siendo utilizado con fines políticos al recurrir al gobierno y los partidos para resolver el problema de la violencia que azota el país, Julián LeBarón, una de sus principales figuras junto con Javier Sicilia, decidió separarse de él.

Poco antes de anunciar su decisión, el agricultor y constructor chihuahuense comenta a Proceso: “Yo estoy dispuesto a participar con el movimiento siempre que las víctimas y los ciudadanos podamos resolver nuestros propios asuntos. Lo que ya no quiero es que se utilicen mis esfuerzos, mi nombre y mi dolor para estarle exigiendo al gobierno y a los partidos resolver algo que no pueden”.

Comenta al reportero que habló con Javier Sicilia para anunciarle de su decisión y asegura que el poeta estuvo totalmente de acuerdo: “Yo respeto mucho a Javier, es como un padre para mí, lo considero un gran líder. Le dije que estoy dispuesto a participar en el movimiento, con cualquier ciudadano que adopte una actitud de accionar… Pero creo que exigirle a las autoridades sólo es estar reaccionando; desde la reacción no podemos lograr nada”.

Aclara que no se va del movimiento por problemas personales, sino por una diferencia de posiciones ideológicas y morales; e insiste en que está dispuesto a seguir colaborando, siempre y cuando no haya de por medio algún interés político:

“No, yo no tengo ningún problema con las personas del movimiento ni tampoco problemas con los políticos como personas. En lo que me estoy enfocando es en los principios, en las ideas.”
Consultado al respecto, Sicilia asegura que durante un encuentro con LeBarón en la casa del poeta en Cuernavaca le expuso que no estaba de acuerdo con sus argumentos, y tras recomendarle que no hiciera pública su decisión, le dijo que la respetaba.

Sicilia considera errónea la apreciación de LeBarón respecto del uso político del movimiento. “Se equivoca –dice–. Nunca ha habido intereses políticos en sentido partidista. El movimiento es político en el sentido de la polis, de la participación ciudadana, pero no partidista. De hecho hay que recordar que rechazamos las candidaturas que nos ofrecieron”.

Sicilia se muestra asombrado por la decisión de LeBarón, quien le envió una carta el viernes 24, sobre todo porque, dice, lo hizo en un momento en el cual el movimiento busca fortalecerse para sentarse a dialogar con los candidatos a la Presidencia de la República. No obstante, confía en que esa decisión no impacte al movimiento de manera negativa.

LeBarón, líder de una comunidad mormona que su numerosa familia fundó en el municipio de Galeana, Chihuahua, participó más en las marchas y caravanas, no tanto en la organización interna ni en la planeación del movimiento, puntualiza Sicilia, y reitera que seguirá teniendo las puertas abiertas para que colabore como él quiera. De manera similar se expresa Emilio Álvarez Icaza Longoria, otro de los representantes del movimiento:

“No coincido con eso de que el movimiento ha centrado sus acciones sólo frente al gobierno. Me parece que esa es una lectura muy reducida y quizás eso obedece a que (LeBarón) está en Chihuahua y desde allá no se ven las cosas igual. Desde allá, por ejemplo, no toma en cuenta la campaña ‘En los zapatos del otro’, que se construye desde la sociedad y las víctimas”, dice.

El exombudsman capitalino relata que después del diálogo con el presidente Felipe Calderón y con el Poder Legislativo se avanzó en la creación de la Procuraduría de Atención a Víctimas de la Violencia y en el reconocimiento de 15 casos consignados de desaparecidos en Nuevo León.
Al igual que Sicilia, considera que no cree que la salida de Julián LeBarón tenga un impacto negativo en el movimiento. “Lo vamos a extrañar, pero las comisiones y los trabajos tienen su ritmo. Vamos a seguir trabajando por la paz y las víctimas, y aunque él no vaya en el mismo barco, sabemos que vamos por el mismo camino”.

Fines políticos

Casi siempre de botas, pantalón vaquero y camisa a cuadros, Julián LeBarón se convirtió en uno de los referentes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad al que dio vida el poeta Javier Sicilia en abril de 2011, luego del asesinato de su hijo Juan Francisco Sicilia y otras seis personas en Cuernavaca, Morelos.

Constructor de casas en Chihuahua, Julián se sumó de inmediato a esa organización como una más de las víctimas de la violencia del crimen organizado y la guerra declarada por el presidente Calderón al narcotráfico desde diciembre de 2006.

En 2009, su hermano Benjamín y su cuñado Luis Widmar fueron asesinados por un grupo de secuestradores que un año antes habían plagiado a Eric, otro de sus hermanos de sólo 17 años. Los delincuentes dejaron una manta en la que decían que las ejecuciones eran en represalia por el activismo de Benjamín y Luis.

Desde entonces, Julián LeBarón y su familia comenzaron con su activismo en demanda de justicia, hasta que se unió al movimiento liderado por Javier Sicilia. La mañana del 6 de mayo de 2011 enarboló una bandera nacional y al lado de Sicilia inició en Cuernavaca la marcha de la paz hacia la Ciudad de México.

A partir de entonces, asistió a las principales acciones del movimiento: estuvo en las caravanas del norte y sur; también en el primer diálogo con Calderón del 23 de junio de ese año, aunque ya no asistió al segundo encuentro con el presidente, el del 11 de octubre, en el Castillo de Chapultepec. Esa fue la primera señal de su desacuerdo.

“Ya no fui al segundo diálogo porque me di cuenta de que era un desperdicio de esfuerzos. Si (Calderón) quisiera resolver el problema, ya lo hubiera hecho, pero no puede porque es imposible hacerlo con la misma herramienta, con la misma filosofía que crea el problema: la violencia”, comenta LeBarón.

El líder mormón confía en que su salida no tenga efectos negativos para los demás integrantes del movimiento: “Mi decisión no es para hacerle daño a nadie, es para poner en claro mi posición. Desde un principio acordamos que (la organización) no iba a utilizarse para fines políticos y creo que ha habido mucho de eso. Yo no quiero participar así”.

–¿Puede precisar esta idea?

–¡Claro! Cuando el movimiento exige a Estados Unidos que deje de mandar armas a México, estamos pidiendo algo abstracto; no creo que vaya a funcionar. Me parece que pone a las víctimas en una posición de porristas para un régimen, para ciertos fines políticos. Yo no estoy de acuerdo con eso.

Dice que le incomoda que se le tome como bandera en la caravana en territorio estadunidense que Sicilia prevé realizar en agosto próximo para exigir un alto al contrabando de armas.
“Mira, esa caravana es para exigir a los estadunidenses que dejen de mandarnos armas; creo que eso no resuelve nada. Si las armas fueran el problema, entonces Estados Unidos sería el país más inseguro, el más violento y tendría el nivel de secuestros más alto del mundo.”

E insiste en que enfocarse en ese tipo de demandas es hacerle el juego al sistema que ha propiciado el clima de violencia y muerte en el país. “Me parece que ésta no es una forma efectiva de hacer las cosas. Creo que el gobierno es una buena herramienta para la comunicación social, pero no lo es para asuntos morales o económicos”.

Muestra de ello, argumenta, es que el gobierno calderonista nos ha dejado 60 millones de pobres y desde que el presidente declaró la guerra al crimen organizado tenemos 60 mil muertos y más drogadictos que nunca.

–¿Esencialmente es ésa su diferencia con el movimiento, la demanda de que Estados Unidos deje de vender armas?

–No sólo esa, hay otras más. Yo me he fijado en eso desde un principio y he llegado a la conclusión de que no puedo seguir apoyándolo. Tampoco me gustó esa idea de la reforma política y algunas otras cosas más que se han planteado. Yo no creo que nuestro sistema político vaya a cambiar así; tiene que haber un cambio de fondo, y para eso hay que ver dónde se contradice y dejar de apoyarlo.

–¿Por dónde cree entonces que vaya el camino?

–Precisamente por la organización ciudadana, por gente que ya no está esperando que llegue Quetzalcóatl, el mesías o el cuadillo, y asume la responsabilidad de cambiar por sí mismo su destino.

Insiste: “Creo que esta idea de delegar el poder a las autoridades que no funcionan no está bien. Hace unos días el presidente puso un anuncio en la frontera para decir que no quiere más armas de Estados Unidos, aunque de manera simultánea en Coahuila se descubrió que el Ejército ha sido corrompido por el crimen organizado”.

–¿Observa usted que el movimiento se está inclinando hacia un partido o candidato?

–No es tanto eso, como que tiende a esperar que el gobierno resuelva nuestros problemas. La idea de educación universal y seguro social, por ejemplo; no creo que resuelvan las cosas, porque forman parte de un sistema criminal que ve a las personas como objetos. Eso es lo que se necesita cambiar de fondo. Si no se hace, nunca vamos a salir de este precipicio.

–¿Hay una supeditación hacia la clase política y gobernante?

–Sí. Pero es más que eso. Siento que queremos resolver el problema de la violencia con las mismas herramientas que crearon el problema. Para un cambio verdadero necesitamos una conciencia social que reconozca que todos los seres humanos somos iguales. Los políticos nos ven como ganado, como objetos de sus experimentos. Yo no quiero ser eso.

Por un movimiento ciudadano

Julián LeBarón relata que aún tiene presente el día de abril de 2011 en que Javier Sicilia emplazó a las autoridades de Morelos a que presentaran a los responsables de la muerte de su hijo en 13 días; de lo contrario, les dijo, tendrían que presentar su renuncia.

Cuenta que le pareció que por fin la ciudadanía estaba asumiendo la responsabilidad de resolver sus propios problemas: “Por eso me uní al movimiento y también porque después de eso nos fuimos por todo México a mover conciencias. Ese aspecto de la caravana me pareció muy positivo, pero cuando nos sentamos con las autoridades más falsas del Estado para exponer nuestras inconformidades, ya no me gustó… Así no se puede resolver el problema de la violencia”.

A diferencia de Sicilia y de Álvarez Icaza, LeBarón piensa que no tiene caso seguir buscando el diálogo con las autoridades, porque forman parte de un sistema “criminal” que realiza “actos dañinos de gran irresponsabilidad”.

–¿Tiene usted la idea de formar otro movimiento?

–Antes de que conociera a Javier yo ya era parte de uno. Eso es lo que me impulsó a marchar y participar con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, porque observé que ellos estaban haciendo efectivo lo que pienso: que los ciudadanos empezaran a tomar el control de su propio destino.

–¿Cómo ve las acciones del movimiento?

–Para que pueda justificarme, tengo que hacer las cosas en las que creo. Yo respeto y quiero a toda la gente del movimiento, no creo que tengamos diferencias en los fines, pero creo que es importante ser claros en nuestra posición.

–Los medios que propone el movimiento son la resistencia civil pacífica, los diálogos con el gobierno, ¿en eso no está de acuerdo?

–No estoy de acuerdo en que se busque al gobierno para que resuelva nuestros problemas, porque no puede. ¡Es como querer reparar un auto con un serrucho!

Y pone un ejemplo: “Hace como dos semanas el presidente mandó el Ejército a Ciudad Juárez con maquinaria para reconstruir el tejido social. Nada más veo eso, camiones llenos de soldados armados, y digo: es como mandar a cirujanos a operar corazones con motosierras. Las cosas no jalan de esa manera”.

–¿Está de acuerdo con las acciones de resistencia civil pacífica?

–Yo no creo en la violencia de ninguna forma. Creo que en el momento en que se levanta un arma para cualquier causa, esa causa ya está perdida.

Tomada su decisión de salir del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Julián LeBarón refiere que por el momento piensa terminar un documental, Encender el corazón, en el que aborda la violencia en México.

Dice que incluso planea realizar una gira por el país para promover la cinta y hablar de las causas de la violencia. “No más odio, no más rencor, no más política”, dice el dirigente mormón, cuya religión considera la compasión como elemento fundamental para salir del atolladero.

–¿Reiniciaría sus propias acciones ciudadanas?

–Sí, eso es lo que quisiera hacer, participar con cualquier movimiento. Me gustaría impulsar a todos los ciudadanos para que hagan lo mismo: luchar por las cosas en las que verdaderamente creemos.

–¿Qué le propondría a la gente?

–Más que nada que estemos conscientes de que cada una de nuestras acciones afectan al resto de la humanidad para siempre, que debemos ser conscientes de que, actuemos o no, eso afecta a los demás.






La sucia lista del PAN
ÁLVARO DELGADO

El Partido Acción Nacional sigue perfeccionando las trapacerías que en otros tiempos denunció. Ahora, en su proceso interno de selección de candidatos a senadores campearon las más añejas prácticas priistas, ya usuales en el panismo: uso de dinero público para comprar votos, acarreos, amenazas e inducción del sufragio. La lista resultante de aspirantes blanquiazules incluye, sobre todo, a militantes que tienen alguna cercanía con el presidente Felipe Calderón o con su hermana Cocoa.

Intimidaciones, amenazas, coacción, inducción y sobre todo compra masiva de votos con recursos gubernamentales, entre otras prácticas de fraude electoral, caracterizaron la elección de candidatos a senadores del Partido Acción Nacional (PAN) el domingo 19, dos semanas después de la contienda de los aspirantes presidenciales, marcada también por el desaseo.

Con base en demandas de impugnación presentadas ante la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) del PAN, entrevistas y pronunciamientos públicos de los panistas, puede afirmarse que en la jornada electoral no sólo se registraron prácticas antidemocráticas –incluyendo el voto de personas muertas–, sino conductas delincuenciales por el uso clientelar de programas sociales.
Oportunidades, el programa del gobierno federal de combate a la pobreza, fue el más utilizado por candidatos, dirigentes y militantes del PAN para la obtención del voto de los mexicanos más pobres, pero también entregaron leche Liconsa y estufas ecológicas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

Según las denuncias de los panistas, las acciones de mapachería electoral –entre ellas el masivo reparto de despensas y el acarreo de electores aun sin ser militantes, como en Chihuahua– se presentaron en numerosos estados como Veracruz, Guanajuato, Jalisco, Michoacán,

Tamaulipas, Oaxaca y Yucatán, donde funcionarios federales, estatales y municipales actuaron de manera facciosa.
Veracruz es un ejemplo claro del uso clientelar de los programas sociales para beneficio de un candidato y una facción del PAN: Fernando Yunes Márquez, quien ganó la mayoría de los votos para la senaduría, es hermano de Miguel Ángel, coordinador estatal de Oportunidades, programa federal usado para comprar votos.

De acuerdo con Alejandro Vázquez Cuevas, quien contendió para senador y quien ya solicitó a la CNE que anule la elección, los dos hijos del expriista Miguel Ángel Yunes, en complicidad con el delegado de la Sedesol, Abel Cuevas Melo, utilizaron clientelarmente los programas sociales, como lo acreditan numerosas pruebas documentales y videográficas.

“No es posible que usemos el recurso de los que más lo necesitan para un propósito electorero”, puntualiza Vázquez Cuevas, uno de los dos principales operadores electorales de Josefina Vázquez Mota en el país para la elección presidencial. “El PAN no puede seguir caminando hacia el abismo”.

Consciente de la gravedad de la acusación, sobre todo porque Cuevas Melo es amigo de Felipe Calderón, Vázquez Cuevas advierte sobre la aplicación de esta estrategia interna en la elección constitucional: “Es evidente que si lo hacen adentro lo van a hacer afuera. Sería estúpido no hacer esa consideración”.

Sabe que en la CNE hay quien dice que anular la elección de Veracruz sería reconocer el uso de programas sociales por el PAN –“que sería como hacerse el hara-kiri”–, pero cree que debe haber una “autocorrección, a pesar del costo político. De lo contrario acudirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

“El dinero del pueblo que ejerce el gobierno federal para disminuir la pobreza se está usando de manera interna en un proceso electoral y eso acaba con la razón de fondo de por qué nacimos los panistas.”

–Son delitos.

–Sí, el desvío de recursos es uno de los delitos más claros y está demostrado plenamente por la forma en que se votó, por cómo cuadra el padrón panista con el programa.

–Cuevas Melo es allegado de Calderón. ¿Cree que puede haber impunidad?

–Sí. Lamentablemente son esos riegos… Es cercano al presidente Calderón desde que fueron diputados federales. El tema de la impunidad, sin duda, está presente.

“Pero como yo actúo en conciencia (…) tengo que ir por lo que jurídicamente puedo probar y no detenerme por cuestiones de que, porque hay una relación cercana y personal, mejor cobardemente me callo y veo cómo me acomodo en una posición política. No.
“Si no somos autocríticos los panistas, el ciudadano sí. El ciudadano relevó al PRI del poder porque abusó de los recursos públicos, porque generó tanta pobreza para abusar de la misma, porque la Sedesol se convirtió en un instrumento electoral, y si eso hace Acción Nacional, entonces se convierte en el PRI, queramos o no. Nos convertimos en lo que combatimos.”

Chihuahua impune

Estas prácticas de mapachería electoral, que se han multiplicado desde que el PAN llegó al gobierno federal en 2000, han ofendido a la militancia, sobre todo porque no se sanciona a quienes las cometen.

Chihuahua es un ejemplo de esta impunidad: En la elección para candidatos a diputados federales plurinominales, en marzo de 2009, hubo prácticas fraudulentas, como el voto de muertos en Batopilas, donde nació Manuel Gómez Morín, y se identificó al entonces presidente local del PAN, Cruz Pérez Cuéllar, como uno de los responsables.

“Lo que pasó en Batopilas es un escupitajo a la cara de Gómez Morín”, dijo Javier Corral en aquella ocasión y aseguró que fue Calderón el que ordenó evitar que lograra la candidatura a diputado.

Tres años después, en la elección del domingo 19, Pérez Cuéllar fue el beneficiado, junto con Carlos Borruel Baquera, no sólo de un operativo de acarreo de miles de personas, sino de “una cadena de delitos, pues a la compra y coacción del voto, al condicionamiento a través de una despensa, se le sumó el abierto y descarado rebase de los topes de campaña”, como aseguró Corral.

El mismo agrega que “cada día sale más mugrero” y ya solicitó la nulidad de la elección ante la CNE, con base en un expediente de 189 fojas que documentan las prácticas clientelares y delincuenciales de Pérez Cuéllar y Borruel Baquera, que le ganaron en votos.

“La coalición que se armó entonces en mi contra, alentada desde Los Pinos, estuvo integrada por Carlos Borruel y Cruz Pérez Cuéllar, ahora precandidatos”, afirma. “Son exactamente los mismos, incluido en el mismísimo Batopilas: El ejecutor del fraude, el responsable material de los 59 votos falsos, es ahora el presidente del Comité Municipal del PAN, el profesor Chito Aguilar”.

Corral dice que cada día que pasa se sorprende de la que supone una “confabulación” más amplia de lo que mucha gente cree. “¿Por qué se atascaron así? ¿Tan burdos? ¿Por qué alguien les dijo: de nuevo con todo, a pararlo de nuevo? Pero dejaron suciedad por todos lados”.

Corral se hace preguntas que arrojan indicios de los responsables del fraude en el PAN de Chihuahua que, en 1986, fue baluarte de la defensa del voto. “¿Quién animó esto? ¿Quién financió los cientos de camiones y las miles de despensas de Borruel y de Pérez Cuéllar? ¿Las televisoras? ¿Peña? No tengo elementos aún, pero nadie me quita de la cabeza esa posibilidad, porque la base de apoyo tanto de Borruel como de Cruz fueron seccionales priistas”.

Las mismas preguntas formula, y no tiene respuesta, sobre la identidad de quienes garantizaron impunidad a los autores del fraude de 2009: “¿Quién protegió a los responsables de Batopilas que hasta ahora no hay un sólo sancionado?”.

En Guanajuato, el estado emblema del panismo, ocurre algo análogo: En 2000 se impuso mediante métodos clientelares y fraudulentos a Juan Carlos Romero Hicks como candidato a gobernador; el presidente local del PAN era Juan Manuel Oliva.

Actualmente Oliva es gobernador y con su apoyo Romero Hicks resultó electo candidato a senador el domingo 19; el derrotado fue el diputado federal Javier Usabiaga, secretario de Agricultura de Vicente Fox, confrontado con Calderón.

“Hemos convertido el voto en una mercancía”, acusó Usabiaga tras denunciar el uso clientelar de la estructura del gobierno de Guanajuato para derrotarlo, como ocurrió también con José Ángel Córdova Villalobos, precandidato a gobernador, en la elección del domingo 5.

Exsecretario de Salud de Calderón, Córdova fue vencido por Miguel Márquez Márquez: “Lo he manifestado desde la elección anterior, ahora se corrobora la elección de Estado, donde hay participación de todas las autoridades”.

Otra alta funcionaria de la Secretaría de Salud con Córdova Villalobos, la subsecretaria Maki Ortiz, fue derrotada como candidata a senadora de Tamaulipas por Francisco Javier García Cabeza de Vaca, debido presuntamente al uso de programas sociales federales.

Desde el miércoles 15 Ortiz declaró públicamente que presentó ante el CEN del PAN evidencias de que personal de Oportunidades visitaba a militantes panistas para presionarlos a sufragar en favor de García Cabeza de Vaca, porque de lo contrario se les retiraría el apoyo federal.

Y luego de la elección del domingo 19 su equipo de campaña denunció que durante la jornada se registraron irregularidades, como la coacción del voto a favor García Cabeza de Vaca. En Reynosa, Aldama, Mante y San Fernando, dijeron, los militantes aceptaron votar a favor del exdiputado local porque les prometieron incorporarlos a Oportunidades.

El área jurídica de Ortiz anunció también que documenta y sustenta las denuncias que presentará ante la CNE del PAN para anular el proceso.

Los mapaches de “Cocoa”

Precisamente Maki Ortiz había sido considerada por el CEN del PAN, junto con María Elena Álvarez de Vicencio, como su propuesta de senadora plurinominal, pero Luisa María Calderón, quien fue derrotada en la elección de gobernador de Michoacán, fue la beneficiaria.

Por esa razón en Michoacán no se realizó elección de aspirante a senador, aunque sí de candidatos a diputados federales plurinominales, en cuyo proceso y jornada electoral se registraron prácticas fraudulentas por parte del grupo de los Calderón, según la impugnación de Epigmenio Jiménez Rojas para la nulidad de la elección.

El diputado local aseguró que entre las “múltiples irregularidades” se encuentran el uso de programas de la Sedesol para comprar votos, como la entrega de estufas ecológicas, leche Liconsa y despensas. Afirmó que además del robo de una urna en Ario de Rosales, en Lázaro Cárdenas votaron hasta muertos o panistas que residen en Estados Unidos.

Jiménez Rojas condenó a los panistas que pretenden “ganar las candidaturas a billetazos y no sólo eso, ofreciendo despensas, apoyos de cocinas ecológicas y de programas, aprovechándose de la necesidad de otros miembros del partido”, en referencia a un audio en el que se escucha que Cocoa Calderón instruye a su equipo a contrarrestar con “billetazo” al senador Marko Cortés, su adversario en la contienda interna.

En ese audio, filtrado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y por el cual ella anunció que presentará una denuncia por espionaje, se escucha la voz de Antonio Plaza, delegado de la Sedesol en Michoacán y operador electoral, junto con el delegado de la Sagarpa, Esteban Cruzaley.

Apenas el miércoles 22 unos 100 panistas tomaron las instalaciones del PAN michoacano para exigir que se les cumpla la promesa de recursos de la Sagarpa que funcionarios de esa dependencia ofrecieron por apoyar a Cocoa Calderón en la elección interna, hace un año, y a Cordero.

En Oaxaca el exgobernador priista Diódoro Carrasco se impuso al exdelegado de la Sedesol, Humberto Aldaz, presuntamente mediante prácticas clientelares, como la compra de votos –tasados entre 200 y 300 pesos– así como a cambio de cemento, láminas y despensas.

El equipo de campaña de Aldaz aseguró también que en San Felipe Usila los militantes panistas fueron obligados a votar por Carrasco, con la complicidad de los funcionarios electorales. En la Costa, además de la compra de voto se ofrecía trabajo en dependencias federales.

En Jalisco además de elegirse candidatos a senadores, se definieron aspirantes a diputados federales, locales y a alcaldes, y la parcialidad del gobernador Emilio González Márquez fue manifiesta en Lagos de Moreno, su municipio natal.

A tres días de la elección, el miércoles 15, el gobernador presidió la reunión del Comité de Festejos del 450 aniversario de la fundación de Lagos, cuya mesa fue coordinada por José Guadalupe Atilano Magdalena, quien había renunciado a un cargo en la burocracia estatal en diciembre para ser candidato del PAN a presidente municipal.

No sólo eso: González Márquez anunció más de 100 millones de pesos en obras para ese festejo y, más tarde, visitó a la familia del candidato, hijo de su compadre Víctor Atilano, quien lo inició en el Partido Demócrata Mexicano.

El domingo 19, tras el acarreo de militantes, ganó Atilano en medio de acusaciones de reparto de despensas, entrega de dinero en efectivo en la zona rural del municipio, llamadas telefónicas intimidatorias y promesas de empleo.

Sin embargo para el presidente de la CNE, el poblano José Espina, la jornada del domingo 19 “se desarrolló con mucha tranquilidad y con una importante afluencia de electores…”






El juicio ya empezó
ÁLVARO DELGADO

A nueve meses de dejar la Presidencia de la República, cargo que asumió “en medio de escándalos e impugnaciones”, Felipe Calderón enfrenta ya el juicio sobre su sexenio, y el libro de Julio Scherer García, Calderón de cuerpo entero, es un elemento fundamental para esa valoración histórica, advirtieron Carmen Aristegui, Manuel Espino y Alfonso Durazo en la presentación de la obra, el jueves 22.

Manuel Espino, expulsado del Partido Acción Nacional (PAN) que presidió cuando en 2006 Calderón asumió la Presidencia de la República, afirmó que decidió aportar información al periodista, porque los mexicanos tienen derecho a saber y porque Scherer García “quería escribir historia con la verdad”.

Testigo directo durante años de la manera de hacer política de Calderón, el político duranguense aclaró que en el más reciente libro del fundador de Proceso, del que es protagonista con sus testimonios, “no hay chisme, no hay mitote, son páginas de historia”.

A su vez, Durazo advirtió que Calderón –“una persona que sintetiza absolutamente todos los vicios de la política nacional”– intervendrá en el proceso electoral aún más que el expresidente Vicente Fox, de quien fue secretario particular.

“Creo que las dimensiones que tomará con Calderón resultarán inéditas”, vaticinó Durazo, quien afirmó: “Me queda claro que Calderón ha degradado aún más la ya de por sí baja credibilidad de la política mexicana, no estaba preparado emocionalmente para llegar a esa responsabilidad y que parece no tener una línea roja que respetar. Es decir, el haiga sido como haiga sido en estado puro”.

En el marco de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, cuyo Salón de Actos fue abarrotado por alrededor de 350 personas –otra cincuentena se quedó a las puertas-, Aristegui abrió la presentación, moderada por Julio Scherer Ibarra –hijo del periodista–, y justamente aludió al inicio de la valoración histórica de Calderón y su gobierno.

“El juicio de la historia, para decirlo en términos en los que se suele hablar, evidentemente ya empezó y don Julio es de los primeros que escribe precisamente para este ejercicio”, puntualizó Aristegui. “Sin duda va a ser un sexenio a analizar de una y mil maneras, de todos los ángulos posibles. Desde el ángulo periodístico don Julio aporta Calderón de cuerpo entero”.

La conductora evocó la suspensión de su noticiario en MVS, hace “un año y días”, a raíz de que preguntó si Calderón tenía problemas de alcoholismo, a raíz de que el diputado petista Gerardo Fernández Noroña desplegó en el salón de sesiones de la Cámara de Diputados una manta que decía: “¿Tú dejarías conducir a un borracho tu auto…? ¿No, verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir al país?”

Expuso: “Se señalaba algo obvio: El estado de salud de un mandatario es, desde luego, un tema de interés público. No hubo respuestas a las preguntas específicas. Lo que hubo fue una reacción autoritaria y desmesurada. Un berrinche de notables dimensiones. Una personalidad retratada”.

Aristegui agregó: Scherer García, “el legendario periodista mexicano, ha puesto, por este y otros temas, su incisiva mirada en la figura de Felipe Calderón Hinojosa, el hombre que llegó, en medio del escándalo y las impugnaciones, a la Presidencia de México en 2006”.

En su libro, puntualizó, “se muestran ciertos comportamientos del hombre público y algunos rasgos de personalidad inquietantes de quien hoy ejerce el más importante cargo de poder político en este país”.

Una de las “voces implacables” recogidas por Scherer García en su libro, como las llamó Aristegui, fue la de Espino, quien, dijo, no quiso desaprovechar la oportunidad de hablar “no sólo con un gran periodista, sino con un periodista extraordinario que estaba haciendo historia y que quería escribir historia con la verdad”.
Reveló que Scherer García lo invitó a su casa para entregarle el manuscrito, pero no quiso revisarlo antes de la impresión. Luego, cuando lo leyó, se emocionó del resultado: “Ahí se mezcla al periodista y al historiador, y a ambos personajes los une un gran mexicano, y los tres son la misma persona: don Julio Scherer”.

Se trata de un libro histórico, precisó, que inquietó a panistas y algunos periodistas aun antes de que saliera, en la Presidencia de la República, la Secretaría de Gobernación, el PAN y la casa de campaña de Josefina Vázquez Mota:

“Yo lamento, pero al mismo tiempo celebro, que los testaferros del calderonato hayan trabajado horas extras desde que se publicó el avance del libro en la revista Proceso, y de Bucareli, de Los Pinos, de una oficina de partido de la colonia Del Valle y de una oficina de campaña de la colonia Del Valle comenzaron a diseñarse jugadas de comunicación para neutralizar, contrarrestar o desprestigiar a un libro que todavía no estaba en las librearías, pero que ya se sabía que pronto iba a aparecer.”

Añadió: “Y quienes lamentablemente como periodistas reaccionan en contra del libro, sin haberlo siquiera conocido, evidenciaron a quién estaban sirviendo, y periodistas a los que yo tenía aprecio y respeto por su objetividad, comenzaron a poner énfasis en un tema, en un enfoque de un tema, el tema del alcoholismo, y el enfoque de que era injusto hablar del alcoholismo del presidente.

“Yo nunca le dije alcohólico al presidente, porque no me espanta que una persona tome bebidas alcohólicas (…) Ese no es el problema, el problema es que se tome de manera irresponsable, el problema es que se tome cuando se trabaje y el problema es que se tome cuando se trabaja en una responsabilidad del tamaño de la Presidencia de la República. Y yo no sé si el presidente toma o no, pero sé que tomaba cuando era diputado y lo hacía cuando trabajaba.”

Y enseguida Espino reveló: “Yo conocía las inclinaciones de Felipe Calderón y por eso yo no quería que fuera el presidente o el candidato a presidente de mi partido. Eso es público y nunca lo he negado”.

Se explayó:

“Cuando ya era candidato lo tuve que apoyar, porque era mi obligación como presidente de un partido. Cuando era precandidato por supuesto que no quería, pero tampoco me atrevía a difundir, porque siendo presidente de un partido político nacional hubiera sido muy mal visto que, estando en el papel de árbitro, tratara de persuadir a los militantes de por qué no votar por una persona. Pero esa ya es experiencia y esa ya es historia que se plasma en los libros de don Julio Scherer.”

En su oportunidad, Durazo dijo que Scherer García se anticipa a lo que vendrá después de que Calderón deje el cargo, el último minuto del 30 de noviembre, porque a menudo esto no ocurre antes de que los presidentes concluyan su periodo de gobierno.

“Es hasta que los presidentes dejan el poder que todas aquellas estructuras que los cercaban tan eficazmente para que ignoraran la realidad empiezan a ceder y es también cuando se van los presidentes que los intereses cómplices que los protegían con su silencio empiezan a romper sus ataduras con el pasado y se llenan de libertad y nos permiten a destiempo conocer la verdad.”
Durazo, quien fue secretario particular del candidato priista Luis Donaldo Colosio, afirmó que, contrario a lo que se piensa, los presidentes mexicanos son los más mal informados de México, y “terminan por vivir como el presidente Fox, en foxilandia, y Calderón en su propio mundo”.
El libro de Scherer García, dijo, rescata de la anécdota lo esencial y, “al final, nos termina presentando a un Felipe Calderón de cuerpo entero, que no obstante que se presenta en esa dimensión yo digo que sigue siendo un Felipe Calderón realmente pequeño”.

Durazo, quien forma parte de un grupo ciudadano que respalda al candidato Andrés Manuel López Obrador, insistió en que Calderón se entrometerá en la elección presidencial en México, más que Fox.

“Una amenaza mayor que la que ya padeció nuestro país en la elección de 2006 se cierne sobre la elección presidencial de 2012. No obstante la intromisión indebida del presidente Fox en el anterior proceso electoral, creo que las dimensiones que tomará con Calderón resultarán inéditas. Espero que no. Pero hay un patrón de comportamiento y operación de Felipe Calderón que refleja con toda claridad el libro de don Julio.”






Las becas tramposas de Calderón
SANTIAGO IGARTÚA

Al comenzar el año Felipe Calderón anunció un programa de 2 mil 500 millones de pesos para financiar a 23 mil aspirantes a la educación superior, y lo festejó como un apoyo que redundará en beneficio del país. Pero las becas tienen una trampa de tres bandas (como se ha hecho evidente en Chile, donde se aplica el mismo modelo): “beneficiarán” sólo a un reducido sector de la clase media, no a los desposeídos de siempre; la banca –que gestionará los créditos– acabará por cobrar hasta tres veces lo prestado… y finalmente el dinero irá a parar a universidades privadas. Es decir, “el primer paso en firme para privatizar la educación en México”.

La fragmentación social del sistema educativo de nivel superior es clara. Profundas las diferencias socioeconómicas entre alumnos de instituciones públicas y privadas, los jóvenes que se preparan en las de presupuesto gubernamental se enfrentan a la desigualdad, la discriminación y la indiferencia que se fomentan desde el Estado, coinciden analistas consultados por Proceso.

A su entender, apoyos que se están canalizando hacia las universidades privadas tendrían que abrir las oportunidades en universidades públicas y respaldar las necesidades de los alumnos que menos recursos tienen para sostenerse en el estudio. En pugna por los favores del gobierno, ambos subsistemas, público y privado, demandan apoyo desde dos lógicas completamente distintas: La lógica mercantil del sector privado de querer mantener su negocio y la lógica pública en la medida de poder prestar un servicio.

Autor del estudio Un sistema de educación superior, dos circunstancias distintas: la universidad pública y la universidad privada, el exrector de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco (UAM-A) Adrián de Garay ha dedicado años de investigación a documentar el abismo entre ambas realidades.

Entrevistado por Proceso, el investigador asegura que las diferencias socioeconómicas entre cada subsistema son reflejo de la polarización social y cultural que hay en el país.

Estudian y trabajan

En sus investigaciones, De Garay ha manifestado que el sistema de educación superior está marcado por la necesidad. Desde su ingreso, miles de estudiantes universitarios del sector público –más de 40%– no dedican su tiempo completo a los estudios por exigencias laborales. El 27% de los universitarios inscritos en instituciones privadas también trabaja.

Repercutiendo “inevitablemente” en su desempeño académico, según los datos del experto, de los estudiantes-trabajadores que integran la universidad pública 40% dedica entre cuatro y ocho horas diarias a su empleo. De la educación privada destaca, con 37%, el sector que invierte de 11 a 20 horas laborando.

La desigualdad se ahonda a medida que el estudio se va explicando: 53.4% de los alumnos de educación pública está destinado a trabajar en algún sector ajeno a su carrera. Lastimoso el contraste con 70.9% de los alumnos de instituciones particulares que logra emplearse en un mercado “de plena relación” con sus estudios.

De Garay lanza una pregunta. ¿Es un secreto a voces que las empresas prefieren contratar a los jóvenes que estudian en instituciones privadas?

El 26.1% de los estudiantes de instituciones públicas tiene dependientes económicos y 42.7% no podría sostener sus estudios sin trabajar. El 54.8% de los alumnos de instituciones privadas trabaja para adquirir experiencia laboral.

“Es un problema grande. Muchos alumnos tienen que trabajar forzosamente para pagar sus estudios, algunos no tienen tampoco para su manutención o tienen que llevar dinero a su casa. Eso merma en gran medida el desempeño de los estudiantes y muchos terminan por desertar en algún momento de su carrera”, reconoce Ángel Cano, presidente de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES).

Otro factor diferencial es lo que Adrián de Garay llama el “capital cultural”: el pasado académico de los padres marca el destino de los hijos. En tanto 70% de los padres de alumnos que atienden a la educación superior particular cuenta con estudios profesionales, sólo 28.6% de los padres del subsistema público alcanzó la universidad.

Dentro del contexto social en el que se desarrollan los alumnos, los que llegan a las universidades públicas “en buen número” provienen de estratos sociales de clase media y media baja, dice a este semanario el investigador de la UNAM y doctor en sociología René Jiménez. “Los más pobres no pueden estudiar. Van creciendo en un contexto social desigual. Los que más recursos tienen llevan una trayectoria estudiantil en el sector privado desde la educación básica hasta la superior”, explica.

El tránsito a la educación superior se ha convertido en “suplicio” para los aspirantes al sector público, explica la doctora Carlota Guzmán, especialista del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM.

“Influye todo: que tengan computadora con conexión a internet, que tengan dinero para comprar libros, lo que comen, el lugar en donde viven y hasta las horas que tardan para llegar a la universidad. Las condiciones en las que estudian son muy distintas. Y esto incide”, señala.

El estudio de Adrián de Garay lo dice claro: los alumnos “padecen” un desgaste cotidiano: simplemente en transportarse, 51.4% tarda más de una hora en llegar a su universidad en transporte público. Algunos, tardan más. De Garay cuenta la historia de un alumno suyo que, por esa circunstancia, abandonó la UAM-A: “(Ese alumno) hacía dos horas de ida y dos de regreso y tenía clase de siete. Se tenía que levantar a las cuatro de la mañana. El transporte le costaba 900 pesos mensuales. Se inscribió en una universidad “patito” a 10 minutos de su casa, por los mismos 900 pesos mensuales de colegiatura”, relata el exrector y remata con el argumento del joven. “Pagaba lo mismo, pero se ahorra cuatro horas y el riesgo de que lo asalten”.

Beneficio a particulares

El pasado 9 de enero, Felipe Calderón anunció el Programa de Financiamiento de la Educación Superior, que prevé otorgar créditos bancarios con la garantía de Nacional Financiera (Nafin) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), por un monto de 2 mil 500 millones de pesos, etiquetados para 23 mil plazas a distribuirse en 21 universidades privadas.

Los préstamos, que estarán a cargo de Financiera Educativa México (Fiem), Banco Santander, HSBC, Bancomer y Banorte, serán de 250 mil a 280 mil pesos a pagar en plazos de 15 años y medio con tasas de interés que irán de 9 a 13% anual.

Al hacerlo público en el campus del Instituto Tecnológico de Monterrey, Calderón celebró esta medida en pos de un “México más justo y más igualitario”. El financiamiento a estudiantes, dijo, “democratizará el acceso a la educación superior y acelerará la ampliación de la cobertura educativa”.

Según De Garay, es una “mentira” que la finalidad de esta medida responda a un interés por aumentar la cobertura educativa y propiciar mayor equidad. Con la incorporación de los 23 mil beneficiarios del financiamiento promovido por Calderón –comenta a este semanario– el aumento de la matrícula nacional de estudiantes en educación superior alcanzaría “un impacto mínimo” de apenas 0.8%. Y se pregunta: “¿Cuántos estudiantes más podrían adherirse al Programa Nacional de Becas para la Educación Superior (Pronabes) con esos recursos?” La respuesta es que se podrían triplicar los más de 300 mil apoyos que actualmente otorga ese programa.

De Garay recuerda que, en noviembre de 2011, el Congreso negó 57% de los recursos adicionales que instituciones de educación superior solicitaron a través de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior. Según De Garay, “si los recursos destinados al programa de créditos para estudiantes de universidades privadas se hubieran destinado a las públicas” se habría conseguido 69.3% de lo gestionado, “garantizando que las instituciones públicas pudieran admitir a mucho más de 23 mil estudiantes”.

No sólo eso. De haber seguido el rol natural del Estado, el gobierno pudo impulsar significativamente a diversos sectores de la educación superior pública antes de priorizar al sector mercantil. Jóvenes de universidades públicas que reclamaron por esta medida aseguran que 2 mil 500 millones de pesos serían suficientes para cubrir 56% del presupuesto de la UAM, 23% del Politécnico, cuatro veces el presupuesto anual de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, así como ampliar 17% la matrícula de la UNAM, un equivalente a 30 mil alumnos más de nuevo ingreso al año.

El economista Salomón Rodríguez publicó –un día después del anuncio– que tomando en cuenta los intereses de un crédito para licenciatura por 215 mil pesos, a una tasa de 10% anual, un estudiante terminaría pagando más del doble. Aproximadamente 600 mil pesos por su preparación. Para posgrados, cada alumno terminaría endeudado por cerca de 750 mil pesos por los 280 mil recibidos.

Un negocio redondo para la banca y el sector privado de la educación superior, dice a Proceso Carlota Guzmán. “Llama la atención que es el modelo chileno, por el que vemos tantas movilizaciones por el endeudamiento de las familias, hipotecadas por la educación. Y justamente se vino a escoger ese modelo. Los créditos no van a ser utilizados por los miles de aspirantes que no logran ingresar a la educación pública, sino por un sector que por falta de recursos ya antes perdieron las universidades privadas”, aseguró la investigadora. Según Guzmán, no se dimensiona la magnitud del problema.

No obstante, el subsecretario de Educación Superior y encargado del despacho de la SEP, Rodolfo Tuirán, justifica el modelo de financiamiento, que también se aplica en países como Estados Unidos.

Sobre el endeudamiento de los estudiantes Tuirán dice: “Son decisiones como cuando compramos una casa o tomamos una hipoteca. Tiene responsabilidades y riesgos, y también los beneficios”.

David Brooks, de The New York Times, describió a la actual como la generación de estadunidenses universitarios más endeudada de la historia de aquel país a causa del sistema de créditos, similar al que se acaba de implementar en México.

Dichos préstamos, escribió Brooks el pasado 10 de enero, convierten a los estudiantes en “esclavos” de su deuda, en beneficio de universidades e instituciones bancarias.
En 2011 el monto de préstamos estudiantiles superó 100 mil millones de dólares. “Estos jóvenes aceptaron el equivalente a la hipoteca de una casa en deuda”.

Según el Departamento de Educación de Estados Unidos, cita Brooks, en 2008 67% de los egresados de escuelas de educación pública estaba endeudado y 96% de las instituciones privadas también.

Esos jóvenes nutren el movimiento de indignados Ocupa, que desde el pasado septiembre protesta por el endeudamiento y la falta de empleo.

En el sistema de créditos se dio concesión a 21 universidades, bajo dos criterios: que fueran grandes en cuanto a matrícula y cumplieran ciertos estándares de calidad.

Sin embargo, el presidente de la FIMPES, instancia encargada de acreditar la calidad de las instituciones de educación superior privada, dice que el requisito primordial, que es la calidad, no todas lo cumplen: “Algunas están en proceso (de acreditación). Nosotros siempre insistimos en que fueran puras acreditadas para que no hubiera ninguna duda. No es una decisión que tomó la FIMPES. Ellos lo que hicieron fue buscar que tuvieran una acreditación de calidad, aunque insisto que no todas están propiamente acreditadas”.

–Ellos, ¿quiénes?

–Fue propiamente Nafin la que impulsó el programa. Nafin hizo el contacto con la SHCP, que son parte de la misma administración, y entre ellos escogieron las universidades. Seguramente algo tuvieron que ver los bancos con los que están trabajando y la financiera (Fiem). Supongo que tuvo que ver mucho el contacto que ya tenían los bancos con las universidades para impulsar estos programas.

–¿Sabe el criterio para elegir los 23 mil alumnos, se busca también un perfil socioeconómico determinado?

–Sí. Se les pide a cada uno de los alumnos su poder adquisitivo familiar, su estatus socioeconómico. Estamos partiendo de que esos alumnos puedan pagar esos créditos, aunque ahorita sólo pagan los intereses. En algunas ocasiones no es muy significativo, dependiendo de la colegiatura de cada universidad.

–¿No podría aspirar a ese crédito un alumno de bajos recursos?

La familia necesitaría un aval para tomar en cuenta los pagos de intereses que se tienen que hacer en este momento. Para la parte del capital, que se pagaría seis meses después de haber egresado, lo que se busca es que el alumno con su propio trabajo lo pueda pagar.

“Los créditos van dirigidos a un sector de clase media o clase media alta que antes podía ingresar a la universidades privadas y que por cuestiones económicas en los últimos años ya no lo pueden hacer. Están tratando de recuperar para las universidades privadas un público que tenían y que han perdido. O que acceden a universidades más baratas. Pero no son nuevos públicos los que acceden porque no todos son sujetos de crédito. No es un beneficio, es un endeudamiento”, según Carlota Guzmán

Para Adrián de Garay la explicación del programa de financiamiento responde a una generación gubernamental que no tiene claro qué es lo público. “Es inadmisible que el señor (Calderón) otorgue 2 mil 500 millones para que se beneficien la banca privada y las escuelas privadas con las cuotas que los jóvenes van a pagar. No acaban de entender que la principal responsabilidad de la educación es pública. Ahora le metieron 2 mil 500 millones de pesos. ¿Qué tal que el año que viene le meten más?”.

–Y si le meten más, ¿qué?

–Ahí sí creo que iniciamos ya, con toda claridad, un proceso de privatización de la educación.
Durante el anuncio del programa Felipe Calderón alardeó: “Y le vamos a meter más. ¿Cuánto? Todo lo que se necesite para que cualquier estudiante que no tenga recursos para pagar su universidad pueda obtener un crédito accesible dentro de este programa”.