domingo, 28 de octubre de 2012

Acontecer diario



Carmen Lila Romero / Luis Alberto García
Sucesos y Sucedidos

SÍNTESIS PERIODÍSTICA ®

  Domingo 28 de octubre de 2012


SUPLEMENTO DOMINICAL “ENFOQUE” DEL REFORMA

Colaborador Invitado / Riesgos en la transparencia

Deben ponderarse adecuadamente las iniciativas sobre rendición de cuentas que se debaten en el Congreso

Colaborador Invitado

(28 octubre 2012).- Sigrid Arzt

Comisionada del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos.


La Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental dio un giro de 180 grados en la materia. Con ella se asumió que la información generada por el gobierno federal está sujeta a la máxima publicidad y acotó los supuestos de excepción a casos de seguridad nacional, seguridad pública, relaciones internacionales o procesos de deliberación. Esto hace 10 años era impensable, la información generada por el gobierno se asumía como secreta.

Un objetivo de la ley es garantizar el acceso a la información con procedimientos sencillos y expeditos. En este rubro destaca el llamado Infomex, mediante el cual se reciben alrededor del 96 por ciento de las solicitudes, alcanzando un total de 839 mil 555 sobre 240 dependencias de la Administración Pública Federal.

Asimismo, se consideró que era necesario establecer obligaciones mínimas para publicitar información. En este apartado, se desarrolló el Portal de Obligaciones de Transparencia, donde se publica información del personal, servicios, trámites, concesiones, auditorías, entre otros. Hoy es posible rastrear 2 millones 490 mil 669 contratos, 472 mil 919 permisos y mil 114 programas de subsidios, por mencionar algunos datos.

Más allá de las cifras, el IFAI vive porque se convierte en un intermediario para acceder a la información que le es negada a un ciudadano. En otras palabras, el IFAI atiende un cliente insatisfecho por las respuestas otorgadas por el gobierno federal.

El efecto no necesariamente ha sido equiparable en todos los niveles de gobierno, ni en los tres Poderes de la Unión, y mucho menos en los organismos autónomos sujetos a la ley. Persisten considerables resistencias a nivel estatal y municipal por rendir cuentas sobre el ejercicio del gasto público, por transparentar contratos y por llevar estadísticas que permitan diseñar políticas públicas.

El gran reto es que el ciudadano acceda a la información que posee, genera, administra y utiliza la autoridad con la que tiene un contacto cotidiano en su relación Estado-sociedad. El IFAI garantiza el acceso a información que poseen las dependencias federales, que en muchas ocasiones cuentan con información que fue entregada por las entidades federativas, pero que no es pública automáticamente en ese nivel de gobierno.

Otro desafío es ampliar la base de solicitantes, a fin de que sean los más y no los menos los que hagan uso de este derecho. Actualmente, en su mayoría son periodistas e investigadores. ¿Cómo hacer que nuestra base de solicitantes crezca y se interese en los quehaceres del gobierno -no necesariamente federal que juega un rol subsidiario-, sino el municipal/delegacional o estatal?

Si se considera además el tipo de información solicitada, el reto es mayor. Del total de solicitudes, éstas se concentran en 24 dependencias, esto es, el 10 por ciento. La Sagarpa ha recibido el 2.3; la SEP, el 9.7; la Sedesol, 2.6; la Secretaría de Salud, 7.4 y sólo el 17 por ciento del total refieren a solicitudes de protección de datos personales. ¿Esto es realmente el reflejo de nuestros intereses como ciudadanos? Ni qué decir de lo pobre que son el número de solicitudes a nivel estatal o municipal.

Otros retos son: i) que el ciudadano desde lo local se empodere para exigir a su autoridad inmediata una rendición de cuentas clara y transparente; ii) una adecuación del sistema legal en las entidades federativas y municipios a fin de establecer los mínimos irreductibles para todos; iii) transitar a una visión en la cual todos los funcionarios y todos aquellos que usen recursos públicos rindan cuentas de forma proactiva (publicar sin que medie una solicitud); y iv) presentar la información de manera que sea reutilizable y comprensible.

Ampliar el número de comisionados, el ámbito de competencia sobre otros entes públicos y sujetar las resoluciones del IFAI a una revisión de la Suprema Corte parecen en principio pasos de empoderamiento. Sin embargo, a falta de un diagnostico claro y participativo del IFAI en esos pasos, parece más riesgoso para la democracia mexicana. La realidad es que de estas iniciativas no se desprende necesariamente un cambio de paradigma en la relación Estado-sociedad, donde el Estado comprende que se debe a la sociedad que es a quien le debe rendir cuentas para consolidar la democracia.

En suma, si las iniciativas simplemente buscan ser un vehículo de legitimación cortoplacista y no un instrumento legal para fortalecer las capacidades institucionales del IFAI y consolidar la democracia, poco de nuevo tienen éstas en el contexto de deliberación que se presenta en el Congreso.


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Empleo: Promesa incumplida

Reportaje Balance sexenal. Las costureras que visitó en su campaña le reclaman a Felipe Calderón: 'no cumplió con eso de ser el Presidente del empleo'

Carole Simonnet

(28 octubre 2012).- Hace seis años, Leonarda Jiménez ganaba el sueldo mínimo pero lograba con horas extras y bonos de productividad sumar mil 200 pesos a la semana, unos 170 pesos diarios. Con la ayuda de su cónyuge, a duras penas podía sacar adelante a sus hijos de 20 y 10 años.

El 1o. de febrero de 2006 detuvo su máquina de dos agujas con la que incansablemente cosía los arcos a los brassieres que llegaban uno tras otro a su mesa de trabajo, porque en su empresa -Vel Form- irrumpió el candidato Felipe Calderón. A 13 días de iniciada su campaña, el panista llegaba a promoverse como "el Presidente del empleo".

Mientras el político recorría el lugar en el que 400 costureras se afanaban en ganarse la vida a destajo, se comprometió a hacer despegar las tasas de crecimiento económico para atraer inversión, mejorar sus condiciones laborales con mayores ingresos y prestaciones; resolver sus problemas de transporte y ofrecer guarderías para sus hijos.

Ese día, ante quejas de algunas de las empleadas por sus condiciones de vida, reconoció que no tiene varita mágica para solucionar todos sus problemas cotidianos. "Yo sé que es muy fácil prometer que yo voy a repartir dinero a todos porque soy Santa Clos etcétera. No, yo sé que el dinero del gobierno no alcanza para todo, pero a lo que debe ir es a educación de calidad, salud, servicios básicos y seguridad pública", mencionó.

Hoy, esta costurera de 46 años sigue cobrando el sueldo mínimo pero ahora percibe, si bien le va, 718 pesos a la semana. En lo que va de este sexenio, fue despedida dos veces y cuando la empresa la recontrató ya tenía otra razón social -Reynavel-, por lo que perdió su antigüedad. Se acabaron también los vales de despensa y la ayuda para la compra de útiles escolares.

"Nada de lo que dijo lo cumplió. Ganamos menos, nuestro sueldo es de 583 pesos con 95 centavos, apenas 60 pesos al día. Tenemos menos prestaciones y la vida es más cara. Estoy pagando casa del Infonavit, 150 o 200 pesos me vienen quedando a la semana si me va bien. ¿Qué hago con eso? Trabajamos de 8:00 de la mañana a 5:30 de la tarde de lunes a viernes y a veces venimos el sábado cuando hay pedidos para sacar un poquito más. Pero todas tenemos deudas", dice esta mujer menuda que después de la entrevista corre apurada para subirse al pesero y llegar a su casa antes de que caiga la noche.

A pesar de su situación, agradece al dueño por recontratarla, porque cuando tocó las puertas de otras empresas de confección de ropa se topó con letreritos humillantes que decían "buscamos a chicas de 20 a 35 años". Y en mucho lugares, ni contrato otorgaban.

Leonarda es una de las 70 costureras que sobrevivió a la visita de Calderón y a la crisis económica que pegó al país. Las otras fueron despedidas cuando la fábrica, ubicada en la calle Añil en la colonia Granjas México, casi quebró y tuvo que reinstalarse en un taller chiquito, localizado en el cuarto piso de un edificio de la calle Avena, a espaldas de su anterior centro de trabajo.

"Este señor dijo que sería el Presidente del empleo. ¿Cuál empleo? Ha habido mucho desempleo, desde que puso un pie en Vel Form, fue como una salación (sic) para todas: al poco tiempo todo se vino para abajo", cuestiona a su vez Alejandra Ortega, una madre soltera de 48 años que gana también 60 pesos al día y gasta 30 pesos en pasajes para ir y venir del Estado de México.

Martha Guadalupe López, de 51 años y con una experiencia de 29 años como costurera, atribuye también el deterioro de sus condiciones a la importación sin control de mercancía china. "Había un socio mayorista aquí pero ya no quiso invertir porque quizá es una cosa que ya no es redituable. Entra mucho lo chino y a nosotros eso nos afecta muchísimo porque la gente ya no compra, aunque esto es nacional y bien hecho", lamenta.


Déficit de empleos formales


El caso de las costureras ilustra el fracaso de la política laboral de Felipe Calderón, cuya administración se caracteriza por el aumento del desempleo, la inestabilidad y precariedad de los empleos y el crecimiento del sector informal.

"A finales del sexenio de Fox estábamos mal, ahora estamos peor. En términos absolutos los nuevos trabajadores que buscan empleos son más que en 2006. La generación de empleos formales ha sido muy raquítica y cubrió aproximadamente la sexta parte de los empleos que se requieren, muchos han tenido que irse al sector informal y otros también a Estados Unidos", afirma Gerardo González Chávez, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

En campaña, Calderón aseguró que generaría entre un millón y un millón 200 mil empleos al año. Así lo plasmó en el libro El hijo desobediente, una autobiografía que publicó en 2006, poco antes de las elecciones presidenciales y en el que imagina el año 2012.

"México es un país de leyes, un país de plena certidumbre, no sólo en los niveles de convivencia sino en la vida económica. El flujo de inversión ha permitido que los últimos tres años hayan sido los de mayor crecimiento económico en la historia contemporánea del país. Por ello se ha cumplido la meta de crear un millón anual de empleos", escribió en ese texto, al sugerir a sus lectores un ejercicio de proyección hacia el final de su administración.

Ya electo Presidente, rebajó su expectativa y planteó en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) generar al menos 800 mil empleos anuales al término de su gobierno.

"Durante este sexenio se buscará promover condiciones para la creación de empleos formales con el objetivo de llegar en 2012 a crear, al menos 800 mil empleos formales al año", señala el documento.

No logró ni su pronóstico más bajo. De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría del Trabajo, en los últimos cinco años y ocho meses se crearon apenas 2 millones 34 mil empleos.

La cifra es muy inferior a los 4 millones 800 mil puestos que tendría que generar para cumplir en diciembre de 2012 con la meta establecida en el PND y a los 6.5 millones que hubiera debido crear para poder ofrecer trabajo a toda la Población Económicamente Activa, que pasó de 44 millones 447 mil a 50 millones 905 mil entre finales de 2006 y el segundo trimestre de 2012.


Desempleo abierto y 'disponibles'


La tasa de desocupación abierta aumentó durante el sexenio. Pasó de 3.6 en el cuarto trimestre de 2006 a 4.81 por ciento de la fuerza laboral en el segundo trimestre de 2012. En términos absolutos, el número de desempleados reportados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) creció en este lapso de un millón 600 mil 891 a 2 millones 468 mil 162.

El incremento se debió a la contracción de la economía mexicana tras la crisis mundial iniciada en Estados Unidos a finales de 2008 que pegó fuertemente al país. En septiembre de 2009, el desempleo alcanzó su pico más alto en los últimos 12 años con una tasa de 6.41 por ciento rebasando los 3 millones de desempleados. En el foxismo, la tasa más alta fue de 4.44 por ciento en agosto de 2004 y pasó de 2.17 por ciento en diciembre de 2000 a 3.6 por ciento en diciembre de 2006.

De acuerdo con cifras oficiales, se perdieron entre octubre de 2008 y mayo de 2009, 701 mil 317 empleos. A partir de 2010, la economía se recuperó y el desempleo empezó a decrecer. En los últimos meses, el gobierno federal ha dado a conocer cifras parciales que muestran una recuperación en la creación de empleos. En septiembre pasado, según el INEGI, se crearon 109 mil plazas y 728 mil 920 en lo que va del año. El INEGI reportó también que en julio, agosto y septiembre, las tasas de desocupación a nivel nacional, con cifras originales, fueron de 5.02, 5.39 y 5.01 por ciento. Con datos desestacionalizados (que eliminan diferencias por días laborables y permiten comparaciones mensuales), la tasa de septiembre fue de 4.66 por ciento, 0.20 por ciento menos respecto al mes de agosto y su menor nivel desde octubre de 2008. Sin embargo, las encuestas mensuales utilizan únicamente un tercio de la muestra de la encuesta trimestral por lo que se deberá esperar los resultados del tercer trimestre del año el próximo 9 de noviembre para hacer comparaciones.

En este contexto, Felipe Calderón ha enfatizado que México supo sortear la crisis porque mantuvo una tasa de desocupación moderada, al contrario de lo que ocurre en países desarrollados como España y Estados Unidos.

El académico González Chávez advierte, sin embargo, que la tasa de desocupación en México no refleja la gravedad del problema del empleo en el país ya que la metodología utilizada por el organismo estadístico no toma en cuenta a quien declara realizar al menos una hora de actividad a la semana y deja también fuera a los llamados "disponibles", quienes se declaran listos para trabajar pero que han desistido de buscar empleo por considerar que no tienen posibilidades.

Esta última categoría de personas se incrementó en 1.1 millones, al pasar de 4 millones 933 mil cuando Calderón tomó las riendas del país, a 6 millones 118 mil 856 en el segundo trimestre de 2012, según cifras oficiales. La tasa de los subocupados -aquellos que declararon tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas- experimentó también un incremento, de 7 a 8.9 por ciento en el mismo periodo.

Adicionalmente, muchos de los afectados por la falta de trabajo que en otros países hubieran cobrado el seguro de desempleo, se vieron obligados a encontrar una actividad en el sector informal.


Incremento del sector informal


La administración Calderón se caracteriza por haber creado 2.8 millones de trabajadores en el sector informal, 766 mil más que los 2 millones 34 mil puestos formales generados hasta septiembre.

Las personas en esta situación, que no pagan impuestos ni reciben protección social, pasaron de 11.4 millones a finales de 2006 a 14.2 millones en el segundo trimestre de 2012. De acuerdo con el INEGI, representan el 29.3 por ciento de la fuerza laboral.

Para las cúpulas empresariales y las instituciones económicas internacionales, la cifra es también subestimada porque muchos de los trabajadores formales no cuentan en realidad con protección social y prestaciones de ley.

En el marco de la discusión de la reforma laboral en el Congreso, los líderes del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, y de la Coparmex, Alberto Espinoza, advirtieron que el tamaño de la economía informal supera la mitad de la población en edad de trabajar.

"Lo que no nos podemos permitir es postergar las decisiones. No actuar, cuando 67 por ciento de los trabajadores, casi 30 millones, están en la informalidad, sin prestaciones de ley ni pago de impuestos", mencionó Gutiérrez Candiani a los senadores el pasado 8 de octubre.

En tanto, Espinoza aseguró ese día que más de la mitad de los trabajadores no tienen prestaciones sociales y pueden ser ubicados en la informalidad. "Hasta agosto de 2012 había casi 16 millones de empleos registrados en el IMSS, para un universo de 50 millones de personas desempeñando algún trabajo remunerado. Esto conduce a un 62 por ciento de personas trabajando sin seguridad social. Los más afectados por un mercado laboral rígido son los grupos vulnerables, jóvenes, mujeres y discapacitados quienes difícilmente reciben oportunidades de empleo y desarrollo profesional", indicó.

En su último informe sobre el Desarrollo Mundial relativo a los Empleos, el Banco Mundial estima que entre 50 y 62 por ciento de la población en México labora fuera de la economía formal.


Empleos precarios y vida más cara


No sólo la cantidad de los empleos creados fue mala durante el sexenio sino también la calidad de los mismos. En el estudio "Evolución reciente del empleo y el desempleo en México", los economistas Pablo Ruiz Nápoles y Juan Luis Ordaz Díaz señalan que la tendencia en años recientes ha sido de incremento en la participación de los empleos eventuales y una reducción de los permanentes, en el total de puestos generados.

"La participación del empleo permanente inscrito al IMSS se ha reducido de 91 por ciento del total en 2002 a 86 por ciento en 2011. Bajo esta perspectiva, de 2005 a 2010 apenas si se crearon 1.1 millones de empleos inscritos al IMSS, de los cuales 32 por ciento fueron de carácter eventual", mencionan.

Esta tendencia se confirmó en 2012. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que en septiembre pasado el empleo eventual tuvo un crecimiento anual de 7.39 frente a 4.30 por ciento de los puestos permanentes. Según las estadísticas más recientes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el número de trabajadores asegurados en el IMSS hasta septiembre de este año era de 16 millones 33 mil 95, de los cuales 13 millones 794 mil 510 eran permanentes (86 por ciento) y 2 millones 238 mil 585 eventuales (14 por ciento).

De acuerdo con datos oficiales, la cantidad de mexicanos que cobran hasta 3 salarios mínimos, equivalentes a 180 pesos al día, ha aumentado en el sexenio. Pasaron en términos absolutos de 23.6 millones en el cuarto trimestre de 2006 a 28.6 millones en el segundo trimestre de 2012, lo que equivale a un crecimiento del 55.13 al 59.11 por ciento de los trabajadores formales. Los que percibían hasta un salario mínimo aumentaron de 13.04 a 13.92 por ciento. En cambio, los trabajadores que cobran más de cinco salarios mínimos bajaron de 5.1 a 3.8 millones (11.9 a 7.8 por ciento) y el número de quienes declararon no tener ingresos se mantuvo en aproximadamente 4 millones.

Otro problema ha sido la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. En su reporte Avances y Retos de la Política de Desarrollo Social en México 2012, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) alerta sobre la caída en 24 por ciento del ingreso laboral respecto a 2006. En cambio, precisa que el costo de la canasta alimentaria básica es 39 por ciento mayor.

"El poder adquisitivo cayó de manera importante entre finales de 2008 y finales de 2010, se estabilizó durante 2011, pero no ha retomado su nivel previo a la crisis. (...) Adicionalmente, desde 2007 y hasta mediados de 2010, el precio de los alimentos se incrementó incluso a más del doble que la inflación durante ciertos periodos", menciona el informe divulgado en septiembre pasado.

A través del cálculo del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza, el Coneval informó también que en 2012 los trabajadores que ganan el salario medio de cotización de 7 mil 860 pesos mensuales sólo pueden comprar 7 canastas de alimentos cuando en 2005 eran 8.


Nunca le cumplen al trabajador


Es viernes por la tarde. Las costureras terminan su jornada laboral, bajan por el elevador de carga los cuatro pisos y salen a la calle. Tienen prisa porque mañana les toca trabajar. Se acercan a Leonarda y, decididas por el enojo, hablan de sus deterioradas condiciones laborales, seis años después de que un futuro Presidente llegó a hacerles una promesa.

"Qué quiere decir que como vamos envejeciendo, va en decadencia nuestro sueldo y así va a seguir con cada Presidente que entre, que prometa y prometa y desgraciadamente nunca cumple con el trabajador", exclama Alejandra Ortega.




¿Presidente del empleo?

Prometió un millón de empleos al año como candidato, pero al final de su administración Felipe Calderón apenas habrá generado poco más de 325 mil por cada año de su sexenio.


Trabajadores afiliados al IMSS

Evolución de la Población Económicamente Activa y de los empleados que cotizan en el Seguro Social.


Cotizantes IMSS
Total de PEA
2006
13,573,677
44,447,032
2007
14,181,911
45,621,685
2008
14,115,670
45,178,213
2009
13,886,796
47,041,909
2010
14,673,000
46,292,056
2011
15,260,368
50,273,465
2012*
15,953,780
50,905,924

 
*Los cotizantes en 2012 llegan al mes de septiembre. / Fuente: INEGI e IMSS.

 
 
 
Generación de empleos
 
Puestos de trabajo registrados ante el IMSS. En el último mes de 2006 y en 2008 y 2009 se perdieron más de los que se crearon.


2006*
-321,937
2007 
 525,386
2008
-37,535
2009
-181,271
2010 
 730,348
2011
590,797
2012**
728,920

 
*En 2006 la cifra corresponde sólo al mes de diciembre. 
**En 2012, cifra actualizada al 30 de septiembre. 
Fuente: Secretaría del Trabajo con información del IMSS.

 
 
 
Desempleados
 
Tasa de desocupación respecto a la Población Económicamente Activa.

De los desempleados, alrededor de la mitad son jóvenes.



Desempleados
Jóvenes desempleados (14 a 29 años)
2006     
1,600,891
960,819
2007
1,616,081
943,753
2008
1,922,596
1,078,710
2009
2,506,595
1,358,082
2010
2,482,727
1,363,546
2011
2,437,409
1,329,310
2012
2,468,162
1,364,525

 
 
 
Informales Personas que trabajan, pero no pagan impuestos).


2006    
11,404,691
2007
12,005,795
2008
11,674,659
2009
12,612,617 
2010
11,898,971 
2011
13,966,414 
2012
14,216,096

 
 
 
Crecimiento de la economía (Evolución del Producto Interno Bruto, año por año).


2006   
4.6%
2007
3.7
2008
-1.6
2009
-1.9
2010
4.4
2011
3.9
2012
4.1%


Fuente: INEGI.

 
 
 
Cae el poder adquisitivo
 
Aquellos que han logrado conservar su empleo o contratarse, en lo que va del sexenio, han visto cómo cada vez les alcanza para menos.

 
Nivel de ingresos de población ocupada
 

Salarios mínimos
2006
2012
Hasta uno:
5,589,264
6,745,626
De 1 a 2:
8,715,293
11,330,968
De 2 a 3:
9,318,066
10,556,010
De 3 a 5:
7,733,039
7,287,852
Más de 5:
5,118,624
3,820,727 
No recibe ingresos:
3,839,993
4,016,660
No especificado:
2,531,862
4,679,919
Total:
42,846,141
48,437,762

 
Nota: salario mínimo promedio al día; en diciembre de 2006, 47.05 pesos; en 2012, 60.50 pesos. / Fuente: INEGI.

 
 
 
Evolución del precio de la canasta básica alimentaria
 

Año
Rural
Urbana
2006    
$570.80
$805.34
2007
591.11
840.69
2008
653.75
921.44
2009
682.48
964.62
2010
712.73
1,012.08
2011
755.73
1,067.23
2012
818.50
1,144.81

 
Fuente: Coneval con información de INEGI.

 
 
 
Inflación
 
Aumento del Índice Nacional de Precios al Consumidor.

 

2006    
4.50%
2007
3.76
2008
6.53
2009
3.57
2010
4.40
2011
3.82
2012
 4.77%


Fuente: Banco Nacional de México

NOTA GENERAL: Todas las cifras corresponden al cuarto trimestre de cada año, excepto 2012, cuya cifra más actualizada corresponde al segundo trimestre.




"Vengo de Chimalhuacán, salgo al 20 para las 6 y voy llegando aquí al 5 para las 8 y gasto 30 pesos de pasaje al día, 15 en la mañana y 15 en la tarde. Y ganamos 60 pesos diarios. A mí me ayudan mis hermanas porque o guardo para los pasajes o doy para la comida. Ahora cuando nos llega aguinaldo y caja de ahorro, todo es pagar y repartir".

Ángela Medina,
42 años, soltera, dos hijos de 21 y de 19 años.
10 años en la empresa.



"Duré casi un año buscando trabajo, en camisas, pero no es lo mismo, sin seguro, sin prestaciones, nada. Nunca me pidieron papeles".

Catalina Comparan,
42 años, soltera, una hija de 11 años.
12 años y cinco meses en la empresa.



"Tengo deudas, porque tengo tres hijos, uno va a primaria, la niña acaba de entrar a la secundaria, pues no me alcanza. Los lunes ya no tengo dinero de lo que gano aquí. Entonces, la verdad yo vendo también en mi casa".

Yolanda Ruiz Jiménez,
40 años, tres hijos.
8 años en la empresa.



"Todo se nos volteó desde que Calderón puso el pie en la empresa. Nuestro salario bajó un 50 por ciento, porque antes sabíamos que si nos apurábamos con nuestro destajo sacábamos arriba de mil pesos, y ahora tenemos que hacer 101 pesos; si no, no sacamos ni el sueldo. Y luego que sube el huevo, el mandado...

"El seguro social es de mucha ayuda pero cuando no hay medicamento lo tenemos que comprar".

Alejandra Ortega,
48 años, madre soltera, dos hijos de 23 y 20 años.
28 años en la empresa.



"Nada de lo que dijo lo cumplió. Ganamos menos, nuestro sueldo es de apenas 60 pesos al día. Tenemos menos prestaciones y la vida es más cara. Estoy pagando casa del Infonavit, 150 o 200 pesos me vienen quedando a la semana. Estoy contenta con el trabajo, no con el sueldo, es muy poco y no alcanza. A mí me han despedido dos veces y regresé porque no encontraba trabajo y le tenemos cariño a la empresa".

Leonarda Jiménez Alvarado,
46 años, unión libre, dos hijos de 26 y 16 años.
22 años en la empresa.



"Ahora ganamos menos, trabajamos más, el nivel de vida ha bajado porque antes teníamos chance de mejorar, comprar un aparato, hacer una ampliación... ahora el sueldo nos alcanza sólo para comer y pasajes. Si quieres estudiar tampoco puedes porque las jornadas son largas: yo me metí a la secundaria para trabajadores, realmente no pude, le puse todo el empeño pero llegas rendida".

Martha Guadalupe López,
51 años, madre soltera, un hijo de 28 años.

29 años en la empresa.


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'Se cumplió la meta'

Entrevista Balance sexenal. Jorge Rodríguez Castañeda: subsecretario de Empleo y Productividad. El funcionario admite un deterioro del empleo, pero asegura que Calderón cumplirá con crear 800 mil puestos de trabajo en 2012

Carole Simonnet

(28 octubre 2012).- La meta no era cumplir un millón de empleos al año, ni los 800 mil puestos de trabajo anuales que se establece en el Plan Nacional de Desarrollo, sino llegar a 800 mil en el último año de la administración, afirma el subsecretario de Empleo y Productividad laboral de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, Jorge Rodríguez Castañeda.

El funcionario, quien asumió el cargo el 23 de noviembre de 2011 y entregará las llaves de su oficina al PRI en dos meses, admite que no se generó la cantidad de empleos formales necesarios para atender la demanda laboral derivada de un crecimiento importante de la población activa en este sexenio. Pero intenta una defensa:

"¿Estamos conformes con los resultados de generación de empleo? Por supuesto que no, independientemente que se va a cumplir con la meta (800 mil empleos formales en 2012), sería contradictorio no reconocer que el mercado laboral en México requiere mucho mayor generación de empleo. Año con año se suma a la fuerza laboral un millón de personas en promedio y no estamos siendo capaces de generar ese millón de empleos formales con seguridad social", precisa.

Rodríguez Castañeda asegura que las medidas contracíclicas (incentivos fiscales, programas de empleo temporal, paros técnicos), que llevó a cabo el gobierno federal para mitigar el impacto de la crisis de 2008, permitieron que se generaran 2 millones 34 mil empleos en lo que va del sexenio, una cifra 2.1 veces mayor a la de la administración de Vicente Fox en el mismo periodo, la cual alcanzó apenas 954 mil 429 empleos entre diciembre de 2000 y septiembre de 2006.

En su oficina de Paseo de la Reforma, el subsecretario muestra una gráfica sobre la generación de trabajadores afiliados al Seguro Social, en la que se puntualiza que el promedio anual de creación de empleos del calderonismo rebasó el alcanzado por las últimas cuatro administraciones según sus estimaciones.

"El promedio de creación de empleos de las pasadas cuatro administraciones fue de 289 mil 596 empleos al año, el de esta administración tomando en cuenta la crisis de 2008 llegó a un promedio muy superior, de 325 mil 545", afirma quien fue el jefe de oficina de Javier Lozano en los cinco años que éste encabezó la dependencia, ahora dirigida por Rosalinda Vélez.

Sin embargo, el cálculo del IMSS precisa que a partir de julio de 1997 se cambió la metodología para registrar el número de trabajadores asegurados.

El subsecretario sostiene que a pesar de que se perdieron 37 mil 535 empleos en 2008 y 181 mil 271 en 2009, Felipe Calderón cumplirá con la meta que estableció en el Plan Nacional de Desarrollo de generar en el último año de su administración 800 mil empleos. Precisa que se ha logrado crear 730 mil 348 empleos en 2010; 590 mil 797 en 2011 y hasta septiembre de 2012, 728 mil 920.

"La lectura de la meta en el Plan Nacional de Desarrollo es que en 2012 haya 800 mil empleos anuales (no en todos los años). Esta proyección se va a cumplir, el Presidente va a cumplir", indica.


Precarización


El subsecretario admite que en el sexenio se experimentó una "precarización" del empleo, derivada de la crisis económica.

Afirma también que en el sexenio se contuvo la caída del salario mínimo, que tuvo un incremento real de 1.64 por ciento; una recuperación que reconoce como "aún muy pobre".

Respecto al crecimiento del sector informal, defiende que no es un fenómeno que haya nacido con Calderón, sino un problema estructural del mercado.

Agrega que a las personas que se sumaron a la economía informal -2.8 millones según el INEGI- se les proporcionaron mecanismos paliativos de protección social como el Seguro Popular y Oportunidades.

La entrevista se desarrolla mientras los senadores inician la discusión para aprobar la reforma laboral y se escuchan los gritos de cientos de personas que se manifiestan en contra de ella afuera de la sede legislativa, ubicada a 200 metros de la Secretaría del Trabajo.

Rodríguez Castañeda expresa su deseo de que la reforma se apruebe porque a su juicio permitirá subsanar muchos problemas del mercado laboral, generar empleos nuevos e incentivar el ingreso de trabajadores informales a la economía formal gracias a los contratos a prueba y el pago por hora.

"Creemos que las nuevas formas de acceder al mercado laboral con seguridad social establecidas en la reforma laboral permitirán por un lado generar nuevos empleos y por otro lado, que las ocupaciones que hoy existen se conviertan en empleos formales", indica.

Añade que la reforma es urgente también para atender el bono demográfico que se refleja por ejemplo en el crecimiento en el sexenio de las personas disponibles para trabajar de 4.9 a 6.2 millones.


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Ovejas negras

Novedad editorial La cultura política. Intoducción del libro 'Ovejas negras, rebeldes de la Iglesia mexicana del siglo XXI', editorial Océano. Una colección de perfiles de hombres que, desde la fe, han llenado el vacío que dejó la izquierda partidaria

Emiliano Ruiz Parra

(28 octubre 2012).- I. Doble disidencia

Las ovejas negras de este libro son dobles disidentes: no sólo desafían a la jerarquía de la Iglesia católica -a la que juraron obedecer-, sino que se enfrentan al Estado mexicano. Arriesgando sus vidas, algunos de ellos han asumido un protagonismo público tras la crisis humanitaria derivada de la guerra contra el narcotráfico; otros son defensores de derechos humanos de larga trayectoria; algunos más se convirtieron a la izquierda tras su contacto con la insurrección del Ejército Zapatista en Chiapas. Y el resto representa las discusiones sobre pederastia, celibato y derechos de las mujeres que son, quizá, los desafíos estructurales más importantes de la Iglesia católica hacia el tercer milenio (y en donde, también, han debido enfrentarse al poder político mexicano, que ha encubierto y protegido a abusadores de niños).

Las vidas de estos disidentes son a veces ejemplares y a veces dramáticas. Tocan, en algunos momentos, alturas sublimes de compromiso moral y luego se hunden frente a retos políticos, para los que el evangelio les resulta mucho menos iluminador de lo que suponían. Pero sus vidas son siempre apasionantes y constituyen un desafío a las ideas tradicionales de la fe y la militancia política. Son, por ello, historias que es preciso contar con las dos herramientas del periodismo narrativo: una rigurosa investigación periodística y una narración que se vale de los recursos de la literatura -menos la ficción- para reflejar la riqueza de los hechos a través de la riqueza de las palabras: por ello, la única pretensión genuina de este libro es que el lector goce la lectura de estas vidas como si leyera una colección de relatos de aventuras.

Entre 2004 y 2005 yo dedicaba mi vida periodística a la cobertura del sector religioso para el diario mexicano Reforma. Durante un año visité templos, leí libros sagrados y entrevisté ministros de culto de las más diversas creencias; compartí el pan con sacerdotes, fatigué peregrinaciones, me arrodillé en estadios llenos de feligreses y pernocté en el frío invernal de la Basílica de Guadalupe. A través del periodismo religioso -y desde mi perspectiva de no creyente- descubrí los mundos paralelos que la fe preserva dentro de nuestra civilización secular moderna y cómo tiende sus redes desde la política hasta los medios de comunicación.

"La Iglesia católica lo perdona todo, menos la heterodoxia", me dijo en aquel entonces el profesor José Barba, un valiente filólogo que lideró el primer grupo de denunciantes de los abusos del sacerdote y empresario mexicano Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo. Desde entonces precisé mi interés periodístico en los conflictos que provocaban, precisamente, esos heterodoxos leales que no rompían con la Iglesia sino que libraban su batalla al interior de la institución bimilenaria. En el fondo, entre los conservadores de la burocracia tradicional y los heterodoxos leales hay una disputa ideológica por la auténtica ortodoxia cristiana.

Tras un año cubriendo la fuente religiosa, mis editores en el periódico me transfirieron a la sección política -una promoción en términos laborales- en donde permanecí unos años más. Pero mantuve mi fe, en este caso periodística y narrativa, de que grandes batallas se libraban en los ámbitos religiosos, batallas que nos afectaban por igual a creyentes y agnósticos, y en donde habitaban personajes entrañables e historias novelescas que, por lo general, se contaban poco y mal.

En la reconstrucción de sus vidas hablé extensamente con los protagonistas de este texto (salvo los ya fallecidos Sergio Méndez Arceo y Samuel Ruiz) con sus amigos y antagonistas; fui a los albergues de transmigrantes en el sur y el norte del país -en donde se protege a los indocumentados del homicidio, el secuestro y la esclavitud perpetrados por bandas criminales asociadas con autoridades civiles y militares-, acompañé marchas de protesta, leí teología e historia de las religiones; a uno de los personajes, Raúl Vera, lo seguí hasta Noruega, en donde recibió un premio internacional de derechos humanos, y pasé largas horas conversando con decenas de disidentes católicos. El resultado es esta colección de perfiles de hombres que, desde la fe, han llenado el vacío que dejó la izquierda partidaria en el reclamo de derechos políticos y sociales y que, en el camino, han propuesto una manera distinta de entender el mensaje del carpintero de Nazaret que predicó el Reino de Dios y su justicia.


II. A la izquierda del Padre

Luego de siete décadas de regirse por un régimen presidencialista de partido hegemónico (el PRI-gobierno de 1928 a 1997), México llegó al siglo XXI con un sistema de partidos políticos con rasgos notablemente más democráticos. Décadas de luchas sociales -que costaron la vida y la libertad de cientos de personas- generaron, entre otras conquistas, organización ciudadana de los comicios, amplio margen de libertad de prensa y un reparto del poder menos centralizado en el presidente de la república, sólo por mencionar tres características distintas al régimen anterior, de talante corporativo y autoritario. El nuevo sistema de partidos políticos, sin embargo, generó sus propias áreas de déficit democrático, como el crecimiento desmesurado de los poderes de facto -desde los caciques locales y los cárteles del narcotráfico a las empresas de telecomunicaciones- y de los gobernadores de los estados, que se han resistido a aceptar reformas democráticas a nivel local.

En el México del régimen autoritario era comprensible que no emergiera una opción convincente de izquierda si carecía de condiciones para existir y disputar el poder. Lo notable ha sido que, durante la alternancia, los mexicanos sólo hemos conocido una izquierda partidaria y parlamentaria corrompida, con un programa más cercano al Consenso de Washington que a la igualdad social y las libertades políticas.

Nuestra izquierda partidaria, que conviene llamarla centroizquierda y ubicarla en torno del Partido de la Revolución Democrática (PRD) -aunque se expresa también bajo otras siglas partidarias y organizaciones sociales y políticas- se benefició de la reforma electoral de 1996, que convirtió a los partidos políticos con registro en destinatarios de cientos de millones de pesos al año de presupuesto público. Con elecciones cada vez más libres, los miembros de esos partidos accedieron a regidurías, alcaldías, gubernaturas, diputaciones y senadurías.

"Ser de izquierda" y pertenecer a alguno de los partidos con registro de esa expresión se convirtió en un buen negocio: además de recibir un flujo ininterrumpido de dinero público, se les permitió acceder a puestos de gobierno municipal y estatal en donde, al igual que el resto de los funcionarios electos, tenían mínimas obligaciones de rendir cuentas y transparentar sus gastos. La izquierda partidaria, salvo excepciones, calcó del régimen del PRI los métodos de hacer política: la exacción de los presupuestos del gobierno, los negocios con dinero público, la compra del voto y el intercambio de favores con el amplio abanico de poderes fácticos, desde las televisoras hasta los cárteles del narcotráfico. Sus gobiernos estatales, en algunos casos, fueron desastrosos -como en Chiapas con Juan Sabines- y a veces francamente represores -Guerrero en épocas de Ángel Aguirre- y, salvo excepciones nuevamente, bastante corruptos. En un país de mínima transparencia y nula rendición de cuentas, los políticos de la centroizquierda se beneficiaron de una impunidad generalizada (el PAN en el poder también se acomodó a los hábitos de la corrupción de la herencia priista. Ni el PRD ni el PAN reformaron los métodos de hacer política).

Esa centroizquierda careció de un programa político que favoreciera la igualdad social y las libertades políticas (no hay, por ejemplo, una propuesta clara de reforma fiscal redistributiva que financie un sólido Estado de Bienestar, o una propuesta de rediseño institucional del país que ofreciera reglas distintas de relación entre los poderes y la ciudadanía). Su discurso se ha reducido a pedir el apoyo electoral para que, una vez en el poder, arreglen las cosas. En su experiencia de gobierno en los ámbitos estatales y municipales se ha limitado, en la mayoría de los casos, a administrar la inercia burocrática heredada.

No es sorpresa, por lo tanto, que esa centroizquierda carezca de una agenda explícita respecto de temas urgentes como la redistribución de la riqueza; los derechos de las mujeres; las libertades sexuales y reproductivas (con excepción del gobierno del Distrito Federal); el medio ambiente; el empleo y el salario justo; los derechos de los emigrantes, inmigrantes y transmigrantes; la militarización del país y las víctimas de la guerra contra el narcotráfico. En voz baja, ese naufragio programático se ha justificado en términos electorales: había que congraciarse con los poderes fácticos, el gobierno de Estados Unidos, los grandes empresarios y los votantes conservadores con el fin superior de ganar la presidencia de la república. Ese objetivo, por cierto, tampoco se ha conseguido.

De esa manera, la centroizquierda partidaria se concentró en la conquista de posiciones de gobierno y, así, abandonó los movimientos sociales y las luchas de las minorías, salvo cuando reportaran un beneficio electoral inmediato. Como consecuencia, un número importante de liderazgos populares fueron absorbidos por la burocratización, la corrupción y vaguedad programática de esa centroizquierda. Se generó un vacío político en el país.

El caso más claro de ese abandono, en años recientes, se observó tras la crisis de derechos humanos ocurrida en el sexenio de Felipe Calderón. La centroizquierda partidaria nunca rechazó la militarización de la seguridad pública ni abanderó la protesta por el derramamiento de sangre -alrededor de 60 mil muertos entre 2006 y 2012-, el incremento de las desapariciones forzadas, las torturas y el asesinato a periodistas. Y se mantuvo callada frente al holocausto por el que atravesaron -atraviesan aún- los transmigrantes centro y sudamericanos en su camino a Estados Unidos y en donde repetidamente están involucradas autoridades civiles y, en ocasiones, militares.

La izquierda (o centroizquierda) era la fuerza política a la que le correspondía acompañar estas causas. Pero sus dirigentes se concentraron en disputas electorales y abandonaron la agenda social. Ese alejamiento generó uno de los fenómenos políticos más peculiares de nuestra historia reciente: personajes vinculados a la Iglesia católica llenaron el vacío que dejó la izquierda. La paradoja no es menor: hombres y mujeres que guardan una lealtad espiritual y disciplinaria a una Iglesia de origen medieval abrazaron una agenda que, históricamente, han creado e impulsado las izquierdas del mundo occidental: la defensa de los derechos humanos, la igualdad social y las libertades políticas.

Esos hombres y mujeres son críticos severos de la curia romana y reformistas de su organización eclesiástica, son los heterodoxos leales de la Iglesia católica que promueven una profundización del aggiornamento iniciado en el Concilio Vaticano II. A su disidencia eclesial le añadieron una disidencia política frente al Estado mexicano. Se convirtieron, así, en dobles disidentes. Y de paso sustituyeron a la centroizquierda partidaria en dotar de programa y fuerza política las demandas sociales. Su reconocimiento social se vio favorecido por el desprestigio por el que atraviesa la jerarquía católica dominante, involucrada en escándalos de protección a curas pederastas y su cercanía con el gobierno.

Al frente de la batalla por los derechos humanos y laborales, la justicia social, las reivindicaciones de las minorías, la defensa de los transmigrantes centroamericanos y la democratización del país emergieron el obispo Raúl Vera López, los sacerdotes Alejandro Solalinde, Pedro Pantoja, Carlos Rodríguez, Óscar Enríquez y Javier Ávila, las religiosas Dolores Palencia y Guadalupe Argüello, la teóloga Cristina Auerbach y el poeta católico Javier Sicilia, por nombrar sólo a los más visibles. Si consideramos que miembros de la Iglesia católica han abierto una red de unos cincuenta albergues para transmigrantes a través del territorio nacional, resulta que son cientos de laicos, religiosas y curas los que han asumido un compromiso social con la defensa de los grupos más vulnerables del país.

Este sector eclesial tiene su propia historia, sus contradicciones y limitaciones políticas y programáticas. Algunos de ellos -Javier Sicilia es una excepción- provienen de la Teología de la Liberación (se les llama liberacionistas), una corriente católica latinoamericana que propuso una lectura política del evangelio en clave socialista y marxista. En México su mayor exponente fue Sergio Méndez Arceo, séptimo obispo de Cuernavaca, acaso el intelectual más brillante que dio la Iglesia católica mexicana en el siglo XX. Samuel Ruiz García fue el liberacionista mexicano más influyente tras Méndez Arceo y el que proveyó una diócesis, San Cristóbal de Las Casas, como bastión para esa corriente hasta el año 2000. A Méndez Arceo y Ruiz García se les dedica el primer apartado de este libro.

Para un número importante de sacerdotes progresistas mexicanos -no solamente liberacionistas- la reciente crisis de derechos humanos y, en particular, la tragedia humanitaria de los migrantes centroamericanos se convirtieron en una causa y un nuevo frente de batalla: a los transmigrantes, por ejemplo, se les identificó como los "nuevos sujetos emergentes": un concepto para referirse a víctimas del sistema que son, a la vez, agentes potenciales de cambio social.

Mientras la centroizquierda partidaria avalaba la militarización del país, figuras del sector disidente de la Iglesia católica encabezaban el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad de reivindicación de víctimas (el poeta Javier Sicilia); instalaban albergues para transmigrantes en el sur y el norte del país (Alejandro Solalinde, Dolores Palencia y Pedro Pantoja, entre muchos otros). Raúl Vera alentaba, desde la diócesis de Saltillo, la organización de familiares de desaparecidos FUUNDEC (Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila) y, con el provincial dominico Gonzalo Ituarte promovía la recolección de firmas para demandar a la Corte Penal Internacional una investigación a Felipe Calderón por crímenes de guerra.

A esas causas urgentes se debe agregar una militancia anterior por los derechos de la comunidad homosexual (nuevamente Raúl Vera), el aborto libre y seguro (Católicas por el Derecho a Decidir), la libertad y democracia sindical (Carlos Rodríguez y Cristina Auerbach en el Centro de Reflexión y Acción Laboral) además de decenas de sacerdotes insertos en zonas indígenas y de extrema pobreza.

La vertiente de izquierda de la Iglesia católica mexicana arrastra sus propias limitaciones. Aun cuando frecuentemente hablan de "cambio de estructuras" y retoman la frase del jesuita Ignacio Ellacuría de "revertir la historia, subvertirla y lanzarla en otra dirección", carecen de un paradigma político hacia dónde apuntar y cómo llegar a esa otra dirección. No plantearán, además, una alternativa que implique un rompimiento con la institución eclesial.

Sin embargo, no deja de ser una ironía que en un país con más de 150 años de secularización, en donde la jerarquía católica oficial se distingue por su conservadurismo y por procurarse una relación cercana con el gobierno, bastantes de las causas más urgentes de la izquierda las hayan asumido religiosas, sacerdotes y laicos católicos, con todo y sus deficiencias teóricas y sus limitaciones políticas. Aun disminuidos por la historia, estos dobles disidentes rebasaron por la izquierda a los más notorios representantes de esa corriente política mexicana.




Enfoque recomienda

Título: Ovejas negras, rebeldes de la Iglesia mexicana del siglo XXI.

Autor: Emiliano Ruiz Parra.

Editorial: Océano.

Año: 2012.

Perfiles de: Sergio Méndez Arceo, Samuel Ruiz García, Javier Sicilia, Alejandro Solalinde, Pedro Pantoja, Raúl Vera López, Carlos Rodríguez, José Barba y Manuel Marinero.


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La cultura política





(28 octubre 2012).- Téngalo presente

Cómo sembrar el desarrollo en América Latina. Seminario del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. Rolando Cordera, Enrique del Val, Alicia Girón, Gregorio Vidal, Silvia Berger, Jorge Basave, Esther Ceceña, entre otros. Lunes 29 a miércoles 31, 9:00 hrs. IIEc UNAM. CU. Inf: 5623 0093 y http://bit.ly/WHgtJb


Cine

Pequeñas voces de Jairo Carrillo y Óscar Andrade. Premiado filme documental, basado en entrevistas y dibujos de cuatro niños desplazados por la violencia y el caos en Colombia. Sedes alternas de la Cineteca Nacional. http://bit.ly/Lt2YlH



Conferencias

La violencia criminal: un análisis de sus factores asociados a nivel mundial. Ulises Flores. Lunes 29, 16:00 hrs. Flacso. Carretera al Ajusco 377, Héroes de Padierna. Informes: 3000 0200.


Marx revisitado. Posiciones encontradas. Elvira Concheiro. Miércoles 31, 13:00 hrs. CEIICH, Torre II de Humanidades. CU. Informes: 5623 0027.


La nueva Ley Climática. ¿Qué tanto hay para celebrar? Luis Gottdiener. Miércoles 31, 16:00 hrs. Facultad de Ciencias de la UNAM. CU. Informes: http://bit.ly/RYwrsv



Foros

Retos y propuestas para la construcción de una política sensata hacia las drogas. Edgardo Buscaglia, Antonio Mazzitelli, Daniel Robelo, Jorge Chabat, Jorge Javier Romero, Alejandro Madrazo, Olga Reyes, Jorge Hernández Tinajero, entre otros. Lunes 29 a miércoles 31, 10:30 hrs. Facultad de Economía de la UNAM. CU. Informes: amayaordorika@hotmail.com


Sistemas de justicia indígena en México. Magdalena Gómez, María Teresa Sierra, Gilberto López, Flora Gutiérrez, entre otros. Miércoles 31, 10:00 hrs. Centro Miguel Agustín Pro Juárez. Serapio Rendón 57-B, San Rafael. Informes: http://bit.ly/viBZuZ


Los derechos humanos hoy. La situación de personas, defensores y periodistas 2006-2012. Miguel Concha Malo, Darío Ramírez Salazar, Lucía Lagunes, Alejandro Cerezo y Agnieszka Raczynska. Miércoles 31, 16:00 hrs. Centro Universitario Cultural. Odontología 35, Copilco Universidad. Informes: 5659 6797, ext. 227.



Libros

Informe Jalisco: más allá de la guerra de las drogas de varios autores. Cal y Arena. Reflexión multidisciplinaria sobre las dimensiones económicas, legales, de salud y costumbres en el problema de las drogas ilícitas en México.


Levantones. Historias reales de desaparecidos y víctimas del narco de Javier Valdez Cárdenas. Aguilar. Basado en testimonios de narcotraficantes, de familiares de quienes han sido privados de la libertad de forma violenta y de sobrevivientes de estos delitos, el periodista narra cómo es ejercida esta actividad con la complicidad de autoridades.


Los saldos del narco: el fracaso de una guerra de Rubén Aguilar V. y Jorge G. Castañeda. Punto de lectura. Los autores analizan los saldos de la estrategia federal anticrimen y exponen una alternativa para enfrentar el conflicto y atender las consecuencias sociales.


Vivir de Julio Scherer. Grijalbo. El periodista hace un viaje intimista y crítico por pasajes compartidos con personajes del poder político y económico. Testimonio que parte desde su infancia y transcurre por más de medio siglo de labor periodística.



Mesas redondas

¿Qué motiva el voto en Estados Unidos? Martha Escutia y Larry Rubin. Organiza la revista Urbi et Orbi del ITAM. Lunes 29, 13:00 hrs. Sala de Conferencias del ITAM. Río Hondo 1, Progreso Tizapán. Informes: 5628 4000.



Presentaciones

Narcotráfico, corrupción y Estados. Cómo las redes ilícitas han reconfigurado las instituciones de Colombia, Guatemala y México de Luis Jorge Garay y Eduardo Salcedo-Albarán. Debate. Luis Astorga y los autores. Lunes 29, 12:00 hrs. IIS UNAM. Ciudad Universitaria. Informes: 5622 7390.


Polvos de aquellos lodos de Consuelo Sirvent Gutiérrez y Rosalío López Durán. UNAM. Leoba Castañeda, Alfredo Ríos y Raúl Contreras. Lunes 29, 18:00 hrs. Facultad de Derecho de la UNAM. Ciudad Universitaria.


Cartas a un estudiante de derecho de Miguel Carbonell. Inacipe. Rafael Estrada Michel, Enrique Ochoa Reza y el autor. Martes 30, 17:00 hrs. Magisterio Nacional 113, Tlalpan Centro. Informes: 5487 1500, ext. 1664.


Deber y conciencia: Nicolás Trist, el negociador norteamericano en la guerra del 47 de Alejandro Sobarzo. FCE. José N. Iturriaga, Alejandro Carrillo y José Ortiz. Martes 30, 18:30 hrs. Librería del Fondo Rosario Castellanos del FCE. Tamaulipas 202, Hipódromo Condesa.


Justicia de Gerardo Laveaga. Alfaguara. Diana Bernal, Miguel Carbonell, Rafael Tovar y de Teresa, entre otros. Miércoles 31, 18:00 hrs. Museo de Antropología e Historia. Reforma y Gandhi.


El poder del águila. De la lucha presidencial a la concertación mexicana de Manuel Espino. Porrúa. Ramón Sosamontes y el autor. Miércoles 31, 18:30 hrs. Polyforum Siqueiros. Insurgentes Sur 701, Nápoles. Informes: 5559 5040.



Radio

Elecciones en Estados Unidos 2012. José Luis Ugalde, Silvia Núñez, Arturo Borja, entre otros. Serie radiofónica sobre los comicios presidenciales en el vecino país. Lunes 29 de octubre a miércoles 7 de noviembre. 8:30 hrs. Radio UNAM 96.1 FM y 860 AM.



Seminarios

La situación actual de la justicia de menores infractores en el DF. Jorge G. Apáez, Alberto Birrichaga, Armando Mata, Janet Pérez, entre otros. Lunes 29 a miércoles 31, 9:00 hrs. Facultad de Derecho de la UNAM. Ciudad Universitaria. Informes: clase_unam1104@hotmail.com


El discurso psicopatológico de la modernidad Enric Novella. Lunes 29 a miércoles 31, 10:00 hrs. IIH de la UNAM. Ciudad Universitaria. historiaculturadelalocura@gmail.com


Análisis del papel de la observación electoral especializada en México. PNUD. Arturo Alvarado, Willibald Sonnleitner, Irma Méndez, entre otros. Viernes 2, 9:00 hrs. Hotel Marival. Paseo de los Cocoteros s/n, Nuevo Vallarta. Informes: http://bit.ly/KMGhdt



Teatro

Antígona, rápida y furiosa. Basada en la tragedia clásica Antígona, de Sófocles, esta puesta en escena retrata la espiral de violencia que padece México desde hace seis años y la soberbia con la que ha actuado la clase gobernante. Miércoles 31, 9:30 hrs. Teatro-bar El Vicio. Madrid 13, Coyoacán. Informes: 5659 1139.



Si desea difundir alguna actividad de cultura política, comuníquese al 5628 7245.

Correo electrónico: enfoque@reforma.com



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Reporte sobre discriminación

Documento



(28 octubre 2012).- El Conapred destaca como prioridad fundamental en el país combatir la desigualdad. El trato desigual, señala, deriva de una disposición social para distribuir libertades, derechos y bienes a partir de consideraciones injustas que no siempre tienen que ver con el ingreso económico de las personas.

El documento íntegro puede consultarse en: http://bit.ly/VoVtC0

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La historia tarda mucho

La cultura política

Victoria Schussheim

(28 octubre 2012).- Eso de esperar el veredicto de la historia habrá estado bien para las antiguas civilizaciones. Yo me imagino que Artajerjes podía quedarse pensando que los milenios le llevarían la fama (que ni tanta tuvo, finalmente), y que Ramsés, sereno en su convicción de la vida eterna después de la muerte, se conformó sin parpadear con un suntuoso sarcófago, su correspondiente tumba -faraónica, claro-, y ya no me acuerdo si pirámide o no.

Pero en los tiempos modernos, ¿quién tiene tanta paciencia? ¿Y quién va a dejar en manos ignotas el juicio histórico que, para mayor abundamiento, puede tardar siglos y siglos?

No, mejor de una vez. Y para no correr riesgos, mejor todavía si es uno mismo el que dicta que tiene que ser un Héroe de Bronce, porque los historiadores andan muy revisionistas y no se puede confiar en ellos. Por aquello de los pies de barro, saben, y peor todavía, eso de ser una nota al pie de la historia patria. Pies, pies. Y ni se diga cuando encima se han hecho las cosas con los pies.

De modo que en un enérgico movimiento de avanzada por el flanco derecho, digno de un estratega como el que nos ha guiado infalibles a la victoria en la guerra contra el narcotrá..., digo como el que nos ha guiado... bueno, no, victoria no está siendo... ¿Perdón? Ah, sí, es cierto, que me dicen aquí que guerra tampoco es.

Bueno, por el flanco derecho, decía, nuestro Presidente decidió hacerse su propia historia, labrarse su propio nicho en ella y refulgir inmarcesible envuelto en radiante armadura.

Así que se organizó una campañita en la cual, como nadie parece vitorearlo y cubrirlo de loas por sus éxitos, lo está haciendo él solito, contándole a tirios y troyanos sus logros maravillosos. Su equipo de comunicación social, que no ha dado mayores muestras de brillantez de ningún tipo, está intentando que Calderón se labre una corona de laureles como el Presidente que hallaba tiempo, en sus desvelos por nosotros, para construir más carreteras que nadie desde los incas. No importa que algunas estén inconclusas, otras apenas trazadas en el papel. Tampoco importa que ya se lo piense uno para ir por tierra, no le digo de México a Reynosa, sino de Santa Fe a Toluca, con eso de los retenes verdaderos, los falsos (la duda metafísica es cuál puede ser más temible), los descuartizados por doquier.

¿Y no ha logrado, casi sin ayuda, eliminar a 26 de los 37 criminales más buscados? Puede que me equivoque y sean 37 de los 26. ¿Quién repara en minucias numerológicas con logros tales como cadáveres que crecen y se encogen, se levantan y se largan?

Insista, señor Calderón. Insista en convencer a Doña Historia de lo mucho que merece erguirse sobre una columna triunfal. Tal vez ella, dama señera, le haga caso. Pero a nosotros no nos venga con ésas. Recuerde que llevamos juntos un día a día de casi seis años. Que somos las víctimas de los desatinos, los testigos presenciales de los descalabros. Que aquí estaremos para seguir riéndonos a carcajadas de sus esfuerzos tardíos por revestirse de gloria.


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